Los ugandeses votan en unas elecciones polarizadas en medio de una fuerte presencia militar
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Más de 34.000 centros de votación fueron habilitados en Uganda para las elecciones presidenciales y legislativas marcadas por la violencia y las acusaciones de represión. La jornada inició con retrasos en la apertura de varios colegios electorales bajo una fuerte presencia militar y con restricciones a las comunicaciones.
Desde primera hora de la mañana de este 14 de enero se reportaron en todo el país largas filas para ejercer el derecho al voto, pese a las medidas de seguridad para controlar los contagios de Covid-19. En estas elecciones legislativas y presidenciales, cerca de 17,6 millones de ugandeses deberán elegir entre Yoweri Museveni –en su sexto mandato presidencial— y su principal opositor, el cantante de rap y empresario, Bobi Wine.
Las diferentes agencias de prensa notificaron retrasos en la apertura de varios colegios electorales de entre media hora y dos horas, especialmente en barriadas y feudos de la oposición, por falta de material electoral. La jornada inició igualmente con la caída de Internet en varios puntos del país.
La fuerte presencia militar en esta jornada de votación ahonda en la sensación de represión tras una de las campañas más violentas de los últimos años, que terminó el martes con la suspensión hasta nuevo aviso de las redes sociales y los servicios de mensajería en este país de África oriental.
Fuerte presencia militar tras una sangrienta y represiva campaña
El Gobierno desplegó al Ejército el pasado 1 de enero y las calles de la capital, Kampala, se encuentran custodiadas por vehículos con armas de gran calibre.
El pasado 27 de diciembre, la policía mató a tres periodistas y a un guardaespaldas del opositor Bobi Wine tras un acto masivo con sus seguidores y en noviembre al menos 54 personas fueron asesinadas por fuerzas leales al presidente durante una protesta por el arresto del líder opositor.
El Gobierno justificó estos actos alegando que intentaba detener reuniones ilegales durante la crisis de Covid-19. La oposición, sin embargo, alegó que las prohibiciones de las concentraciones en algunas partes del país fueron una cortina de humo para justificar la represión. Pese a este clima de inseguridad e intimidación, la población salió en masa a votar este 14 de enero.
La multitud vitoreó a Wine cuando llegó a su puesto de votación. "Hemos hecho todo lo posible para observar y vigilar esta elección”, dijo el líder opositor que ha conseguido obtener la confianza de la juventud y grandes masas del país, cansadas del desempleo y la corrupción.
Una fuerte polarización marca la campaña electoral
La campaña ha estado marcada de igual modo por la fuerte polarización en torno a los dos principales candidatos. De un lado hay una juventud –la media de edad del país es de 16 años– cansada del actual Gobierno que no ha conseguido eliminar el desempleo y la corrupción tras casi 40 años en el poder, que ven además a Museveni como una figura dictatorial porque no conocen otro presidente en su vida.
“Estoy cansado de Museveni porque no tiene ideas nuevas”, afirmó a Reuters Joseph Kinobe, de 40 años, en una muestra de que no solo la población joven está a favor de Wine. Sin embargo, de otro lado hay buena parte de la población rural que ve a Wine como un joven inexperto y aún confía en Museveni como el único capaz de mantener la estabilidad en el país.
Aunque apenas los comicios se desarrollan, Wine ya adelantó que no reconocerá los resultados si hay el mínimo indicio de irregularidades.
Con Reuters, EFE y AFP.
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