May reúne a los partidos británicos para establecer reglas contra el acoso sexual

Londres (AFP) –

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La primera ministra británica, Theresa May, recibe este lunes por la tarde a los líderes de los partidos políticos nacionales para establecer reglas que permitan luchar contra el acoso sexual tras una serie de escándalos relacionados con el tema en su país.

A raíz del caso Harvey Weinstein, el productor de cine estadounidense acusado de haber acosado o abusado de decenas de mujeres, Reino Unido descubre cada día nuevas denuncias contra responsables políticos denunciados por hechos similares.

"Reúno hoy a los demás líderes de partidos para abordar la aplicación de un nuevo procedimiento eficaz de gestión de las denuncias en el seno del Parlamento", declaró este lunes May, que también es la líder de los conservadores.

"Debemos crear una nueva cultura del respeto en el centro de nuestra vida pública", prosiguió durante un discurso que dio en una conferencia de la principal organización patronal británica, la CBI.

Una cultura "en la que todos puedan estar convencidos de trabajar en un ambiente seguro, en la que las denuncias puedan presentarse sin prejuicio y en la que las víctimas sepan que sus denuncian se investigarán correctamente".

Un clima, añadió, en el que "la carrera de la gente no pueda ser perjudicada por rumores que circulen de forma anónima por internet".

Tras la dimisión el miércoles del ministro de Defensa, Michael Fallon, acusado de haberle puesto la mano en la rodilla a una periodista en 2002 y de intentar besar a otra en 2003, otros dos ministros han sido culpados de acoso: el secretario de Estado de Comercio Internacional, Mark Garnier, y el número dos del gobierno, Damian Green.

Una exmilitante conservadora contó que Green, que será interrogado este lunes en el marco de una investigación gubernamental, le puso la mano en la rodilla durante una cita con ella en un pub en 2015 y le envió un SMS "provocativo".

El Sunday Times reveló por su parte el domingo que el viceprimer ministro había tenido material pornográfico "extremo" en su ordenador de parlamentario en 2008, una información que Green negó categóricamente.

- "Hacer limpieza en Westminster" -

Ante todos estos escándalos, el ministro de Transporte, Chris Grayling, exigió que se respetara la presunción de inocencia.

Una nueva dimisión debilitaría al gobierno conservador de Theresa May en un mal momento, cuando mantiene negociaciones claves con Bruselas sobre el Brexit.

Otro de los afectados por las revelaciones, el diputado conservador Chris Pincher, dimitió el domingo de su función de "whip" -el encargado de hacer respetar la disciplina de partido entre los parlamentarios tories- tras haber sido acusado de tocamientos por un activista y exremero olímpico.

Con él ya son cuatro los diputados conservadores investigados por el partido tras la aplicación de un nuevo código de conducta interno, anunciado el viernes por May.

Este código establece nuevas medidas para gestionar las denuncias y prevé una línea telefónica "confidencial", una novedad que también se dará en el Parlamento de Westminster y en el escocés.

Las denuncias también provocaron el cese de dos ministros de gobierno regionales, Mark McDonald, del Partido Nacional Escocés, y Carl Sargeant (laborista), en Gales.

La oposición laborista anunció por su parte la suspensión de uno de sus diputados y la apertura de una investigación por un caso de violación.

Todo empezó a finales de octubre con la revelación en la prensa de la existencia de un grupo de conversación en la aplicación de mensajerías WhatsApp sobre la conducta inapropiada de varios políticos.

Luego circuló una lista con los nombres de 40 parlamentarios conservadores acusados de distintos asuntos, desde relaciones extramatrimoniales hasta casos de agresión sexual.

Para la ministra del Interior, Amber Rudd, entrevistada en la BBC, esas revelaciones son un "cambio" saludable que permitirá "hacer limpieza en Westminster".