EE.UU. dice estar listo para utilizar su capacidad militar en Corea del Norte, pero no descarta diálogos

Uno de los temas principales en la agenda del presidente Donald Trump, durante su gira asiática es el desafío de Corea del Norte. Durante una rueda de prensa en Seúl, el presidente de Estados Unidos dijo este martes 7 de noviembre que si fuera necesario, su país está preparado para utilizar la capacidad militar contra el régimen de Kim Jong-un.

"Estamos preparados para utilizar la totalidad de nuestras imbatibles capacidades militares si fuera necesario", apuntó Donald Trump, quien luego añadió que espera, sin embargo, que "nunca tengan que ser utilizadas".

En la cumbre en Seúl y junto a su homólogo surcoreano Moon Jae-i, el mandatario estadounidense instó a toda la comunidad internacional, incluidos China y Rusia, a trabajar conjuntamente para solucionar la crisis "y lograr que el régimen de Pyongyang abandone su programa nuclear".

"Movimientos" de EE.UU. hacia diálogos para la desnuclearización de Corea del Norte

El presidente Trump, afirmó además que ve "ciertos movimientos" hacia un posible diálogo con Corea del Norte: "estamos mostrando una posición muy fuerte, y creo que entienden que tenemos un poder militar incomparable".

Al ser preguntado sobre la postura de Washington frente a Pyongyang y la posibilidad de conducir a Corea del Norte a unas negociaciones para la desnuclearización, el mandatario estadounidense respondió: "Creemos que tendría sentido para Corea del Norte que decidieran sentarse a la mesa de negociaciones y hacer un acuerdo. Veo cierto movimiento, así que veremos adónde conduce esto".

El desplazamiento del presidente Trump por Seúl ha estado rodeado por fuertes medidas de seguridad con el objetivo de controlar las manifestaciones a favor y en contra de su visita.

Los integrantes de estas marchas discrepan principalmente sobre la actitud beligerante que Donald Trump ha adoptado frente a Corea del Norte y que junto a las continuas pruebas de armas del régimen de Kim Jong-un han incrementado la tensión en la península coreana hasta niveles no vistos desde el final de la Guerra de Corea en 1950-1953.