Los habitantes de Saná temen una nueva escalada de violencia

Saná (AFP) –

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Nuevos enfrentamientos entre rebeldes en Saná, la capital de Yemen, obligaron a cerrar escuelas y tiendas este domingo y llevaron a los habitantes a permanecer encerrados en sus casas por temor a los combates.

Las fuerzas leales al expresidente Ali Abdalá Saleh, que rompió su alianza con los rebeldes chiíes hutíes, bloquearon varias calles del centro de la ciudad y se desplegaron en la zona, según varios testigos.

Esas tropas intentaron una vez más tomar el control del barrio de Al Jarraf, donde los hutíes afianzaron sus posiciones con decenas de vehículos equipados con ametralladoras.

Habitantes de distintos barrios se atrincheraron en sus casas para evitar ser víctimas de los francotiradores y los bombardeos, sobre todo alrededor de los ministerios y los edificios públicos.

El Ministerio de Educación suspendió las clases este domingo, el primer día de la semana escolar en Yemen, para evitar que los alumnos y los profesores sufran las consecuencias de los combates.

En las calles quedaron esparcidos los cadáveres de personas fallecidas en los últimos días de enfrentamientos, según habitantes de la capital. Iyad al Othmani, de 33 años, contó a la AFP que llevaba tres días encerrado en su casa por culpa de la violencia.

"Saná se convierte en una ciudad fantasma (...) y los habitantes están encerrados en sus casas", lamentó un empleado local de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

La alianza rebelde que controla Saná saltó por los aires a raíz de los combates entre los partidarios de Saleh y los hutíes, que dejaron al menos 60 muertos y heridos en los dos bandos desde el jueves.

El sábado, el expresidente yemení le tendió una mano a la coalición dirigida por Arabia Saudí, que lanzó en 2015 una intervención militar contra los hutíes, aliados de Irán. Saleh propuso "pasar página" si la coalición levanta el bloqueo impuesto a su país.

El aeropuerto de Saná y los puertos marítimos en manos de los rebeldes sufren un estricto bloqueo desde que Arabia Saudí interceptó el 4 de noviembre un misil disparado por los hutíes hacia el aeropuerto de Riad.

La coalición dirigida por los sauditas autorizó sin embargo la llegada de algunos vuelos y cargamentos con ayuda humanitaria. La guerra de Yemen causó más de 8.750 muertos desde la intervención de Arabia Saudí y sus aliados. El país afronta lo que la ONU considera como "la peor crisis humanitaria del mundo".