Yihadistas en la zona del Sahel están unidos contra fuerza internacional, según grupo armado

Bamako (AFP) –

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Una organización armada en la zona del desierto africano del Sahel, que se declara partidaria del grupo Estado Islámico (EI), aseguró este sábado que todos los combatientes en la región "van de la mano" para luchar contra la fuerza regional antiyihadista en la región.

El grupo, dirigido por Adnan Abu Walid Sahraui, se identifica como "Estado Islámico en el Gran Sahara" (EIGS) y reivindicó el viernes una serie de ataques, en particular contra militares franceses el jueves en Malí, y otro que en octubre pasado costó la vida a cuatro soldados de las fuerzas especiales estadounidenses y cuatro nigerianos, en Níger.

El grupo actúa en la gran "zona de las tres fronteras", en los confines de Malí, Burkina Faso y Níger, en la que se concentra la fuerza conjunta del G5 Sahel, que agrupa a esos tres países, Mauritania y Chad.

"Vamos a hacer todo lo que sea necesario para que el G5 Sahel no se instale" en esa zona, declaró a la AFP el portavoz, individuo cercano a Adnan Abu Walid Sahraui, que se identificó como "Amar" durante una entrevista telefónica con un número de Burkina Faso.

"Nuestros hermanos Iyad Ag Ghaly y los otros muyaidines defienden como nosotros el islam" dijo, en referencia al jefe tuareg maliense del grupo Ansar Dine, que encabeza el "Grupo de apoyo al islam y a los musulmanes", principal alianza yihadista del Sahel, vinculada a Al Qaida y formada en 2017.

"Para combatir a los infieles vamos de la mano" añadió el portavoz, quien precisó que su grupo se mantiene fiel al EI. "Vamos a continuar la lucha juntos" añadió.

Esas declaraciones se producen antes de una nueva reunión el lunes en París de los ministros de Defensa de los estados miembros del G5 Sahel y de los donantes, entre ellos Francia.

Esas declaraciones confirman igualmente informes recientes de fuentes de seguridad y militares occidentales, que apuntan a una cooperación reforzada sobre el terreno entre los diversos grupos yihadistas del Sahel.

En su último informe trimestral sobre Malí, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, considera "extremadamente preocupante" la situación en el norte y centro del país, "en particular en las regiones de Mopti y de Ségou, donde se han producido más actos terroristas o vinculados al terrorismo que en el conjunto de las cinco regiones del norte de Malí".