En el epicentro del conflicto mapuche, el papa Francisco pidió reconocimiento sin violencia
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El sumo pontífice ofició una misa masiva en Temuco, capital de la Región de la Araucanía, centro de la histórica disputa territorial entre la etnia mapuche y el Estado chileno. Hizo un llamado a la unidad, pero reclamó que se evite la violencia.
El papa Francisco arribó a Temuco bajo una amplia expectativa por su homilía en la que se esperaba que rece por la unidad y la reconciliación de los pueblos, enfrentados desde hace años por el reclamo de reconocimiento territorial impulsado por la etnia mapuche.
Siguiendo los pasos del líder católico Juan Pablo II en 1987, Francisco llegó a Temuco y ofició una misa en el aeródromo de Maquehue, un territorio ancestral mapuche en disputa, sede de una base de la Fuerza Aérea que fue utilizada como centro de tortura y detención durante la dictadura de Augusto Pinochet, entre 1973 y 1990.
En su mensaje, el sumo pontífice instó a la defensa de todas las culturas indígenas, pero también el fin de la violencia.
“La defensa de la cultura del reconocimiento mutuo no puede construirse en base a la violencia y destrucción que termina cobrándose vidas humanas. No se puede pedir reconocimiento aniquilando al otro”, remarcó.
Francisco comenzó su misa con algunas palabras en mapudungun, la lengua mapuche. Saludó a los presentes con la frase “Mari, Mari”, que significa “buenos días” y continuó con “Küme tünngün ta niemün”, que se traduce como “la paz esté con ustedes”.
Ante decenas de miles de personas, aunque cerca de la mitad de lo que establecían los cálculos previos, el Papa saludó “de manera especial a los miembros del pueblo mapuche, así como también a los demás pueblos originarios que viven en estas tierras australes como los rapanui (de la Isla de Pascua), aymara, quechua y atacameños, y tantos otros”.
En otro pasaje, Francisco recordó que en el aeródromo de Maquehue “tuvieron lugar graves violaciones de derechos humanos” y le ofreció la celebración a las víctimas de la dictadura de Pinochet.
Por último, el sumo pontífice insistió en el mensaje de unidad de los pueblos, en el medio de la tensión en La Araucanía. Al respecto, remarcó que “la unidad no es un simulacro ni de integración forzada ni de marginación armonizadora” y que “la riqueza de una tierra nace precisamente de que cada parte se anime a compartir su sabiduría con los demás”.
Y pidió que cada pueblo aporte lo suyo, dejando de lado “la lógica de creer que existen culturas superiores o inferiores”.
Para los mapuches, el panorama no cambió demasiado desde la anterior visita papal
La llegada de Francisco a Temuco recuerda a la visita de Juan Pablo II a esa misma región en 1987. Si bien es un momento histórico diferente, con un país fortalecido en la democracia –según el propio Francisco destacó en su discurso en el Palacio La Moneda en Santiago-, para la comunidad mapuche el panorama no cambió demasiado.
Richard Caifal Piutrin, director de la corporación mapuche Enama, aseguró que “Chile no ha avanzado desde la última visita del papa”. “No hay reconocimiento institucional de los pueblos originarios, no se ha avanzado en el reconocimiento del idioma, en materia de derechos y la situación se ha ido agudizando”, recalcó.
Por su parte, Albertina Urrutia Valencia, dirigente de la comunidad Domingo Painevilo, que se ubica cerca del aeródromo de Manquehue, expresó su malestar por el escenario elegido por el papa Francisco para oficiar su misa. “Nos parece un atropello. Que se junte el Estado del Vaticano y el Estado chileno para tapar el sol con un dedo y decir que en la región no pasa nada, sobre todo en nuestra comunidad, que sufrió la usurpación de tierras y aún no le fueron devueltas”, aseveró.
La etnia mapuche representa un 7 por ciento de la población total de La Araucanía y, aunque muchos de ellos son católicos, no olvidan el rol de la Iglesia en el conflicto territorial y el reclamo reivindicatorio que lleva siglos sin ser satisfecho.
Por caso, el vocero del espacio mapuche Consejo de Todas las Tierras, Aucán Huilcamán, expresó a la agencia EFE su malestar por el “genocidio de los pueblos indígenas respaldado por el catolicismo”, como consecuencia de la colonización europea en América Latina. En ese sentido, demandó que el Papa Francisco “reconozca esta matanza” e impulse una política de reparación desde el Vaticano.
Machi Kallfurayen Llanquileo, integrante de la comunidad Enoco, se considera católica, pero primero mapuche. Ella tiene la esperanza de que la visita del papa Francisco contribuya a “mediar” en el conflicto territorial “para que pueda existir la anhelada paz en la Araucanía”.
Otra mirada dio el historiador Fernando Pairacán, que destacó que el viaje de Francisco a Temuco “marca la internacionalización de la demanda mapuche y la notoriedad adquirida en torno a la promoción y la defensa de los derechos humanos”, a la vez que, para él, también evidencia “las carencias del Estado chileno en la conducción de proceso”.
Nuevos ataques incendiarios en las horas previas a la visita del Papa
Asimismo, el obispo de Roma llegará a la Región de la Araucanía bajo un fuerte operativo de seguridad que incluirá la participación de más de 4.000 agentes de policía, en un ambiente tenso por la sucesión de ataques incendiarios contra iglesias y otras instituciones en los días previos a la llegada del Papa.
Entre la noche del 16 de enero y la madrugada del 17 de enero, se produjeron nuevos ataques incendiarios contra tres helicópteros, dos iglesias, una escuela y una finca en La Araucanía y las vecinas regiones de Biobío y Los Ríos. Además, un policía sufrió heridas tras recibir un impacto de perdigones en la espalda cuando repelía una ofensiva de encapuchados en la localidad de Ercilla.
Estos episodios se suman a otros que se presentaron en los días previos, que incluyeron la quema de camiones e iglesias, la ocupación de un predio propiedad del Arzobispado y la difusión de consignas en contra de la visita del pontífice.
Con EFE
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