Alemania: comenzó el escrutinio de la consulta del SPD sobre la coalición con Merkel

Luego de diez días en que los 463.723 afiliados al Partido Socialdemócrata (SPD) tuvieron tiempo de votar si aprobaban o no la nueva coalición con el partido Unión Demócrata Cristiana (UDC), que lidera la canciller alemana Angela Merkel, el 3 de marzo de 2018 comenzó el conteo de las papeletas para conocer una respuesta un día después.

El resultado, que está rodeado de una gran incertidumbre, se dará a conocer a primera hora de la mañana del domingo cuando concluya el recuento de las papeletas, que llegaron a las 5:00 p.m. (hora local) al edificio Willy Brandt, la sede central del SPD en Berlín.

El conteo, supervisado por notarios, será hecho por 120 voluntarios que por confidencialidad no pueden abandonar el edificio durante el proceso y tuvieron que entregar sus teléfonos móviles a la entrada.

El presidente interino del SPD, Olaf Scholz, se mostró satisfecho por la "muy, muy alta participación" en la consulta en unas breves declaraciones previas a un encuentro de la cúpula del partido en Berlín.

Además, Andrea Nahles, candidata de la dirección a la presidencia, reconoció que estaba "un poco tensa", pero confió en que el resultado sea el 'sí' por el que de forma unánime ha hecho campaña la dirección. "Con suerte no habrá un resultado negativo. Con lo que no especulo con esa posibilidad", añadió Nahles, que previamente había asegurado que no hay "plan B".

Cuál sería el escenario si gana el "Sí"

Las condiciones del pacto quedaron detallados en un contrato de 177 páginas que se negoció entre enero y febrero, y que incluye propuestas clave de los socialdemócratas y les concede ministerios capitales como lo son las carteras de Finanzas y Exteriores.

Un "sí" daría luz verde para un nuevo gobierno de gran coalición en Alemania bajo el liderazgo de Merkel, que encadenaría así su cuarta legislatura consecutiva. Dicho vala permitiría desencallar la formación de gobierno, bloqueada desde las elecciones del 24 de septiembre de 2017 por los malos resultados que cosecharon conservadores y socialdemócratas, y por la irrupción con un 12,6 % de los votos del partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), con la que ningún partido está dispuesto a hacer un pacto.

Merkel trató en primera instancia de formar una alianza con los verdes y los liberales, pero no se logró llegar a un acuerdo en noviembre. Luego, la primera ministra presionó al SPD para que diera un giro de 180 grados y accediera a negociar para comenzar una nueva gran coalición. En medio de dichas negociaciones, el hasta entonces presidente del SPD, Martin Schulz, abandonó su cargo en febrero.

Cuál sería el escenario si gana el "No"

En caso de que gane el "no", los analistas dicen que provocaría una crisis en el SPD, pues la cúpula, que ha abogado unánimemente por el "sí", quedaría deslegitimada por las bases. Además, Merkel se vería forzada a tener un gobierno en minoría, algo que va en contra de su voluntad, y probablemente terminaría buscando elecciones anticipadas.

No obstante, la incertidumbre es grande a falta de encuestas sobre intención de voto y debido a la campaña de ciertos sectores del partido en contra de reeditar el acuerdo de la pasada legislatura, que les llevó en septiembre a sus peores resultados en unas elecciones, sólo el 20,5 % de los votos.

Las Juventudes Socialdemócratas (Jusos) y el ala de la izquierda radical de la formación han hecho una feroz campaña por el "No", argumentando que un nuevo pacto con Merkel desdibuja el perfil político del partido e impide su necesaria renovación, por lo que se oponen a cualquier acuerdo.

Además, el SPD ha recibido desde enero 24.339 nuevas afiliaciones, entre ellas las de ciudadanos no necesariamente afines al partido que quieren aprovechar la oportunidad para volver a decidir sobre el futuro gobierno.

La Unión Europea (UE) tampoco saldría favorecida, pues con el bloqueo político en Berlín perdería casi definitivamente el tren de las reformas integradoras que ha tratado de poner en marcha el presidente francés, Emmanuel Macron, con la primera economía de Europa.

Con EFE