Brasil: la despedida de la concejal Marielle Franco, un grito contra la barbarie
Primera modificación: Última modificación:
Cientos de personas se manifestaron en Río de Janeiro y otras ciudades de Brasil en contra del asesinato de la concejal Marielle Franco, quien denunciaba la intervención del Ejército en las favelas.
Río de Janeiro se resiste a callar. Tras el asesinato de la concejal Marielle Franco, decenas de personas alzaron su voz, gritaron contra la barbarie. Encendieron velas y recordaron a la activista de derechos humanos que fue silenciada con nueve disparos.
Lo suyo fue más que un homenaje. La manifestación que se produjo frente a la sede del Concejo Municipal, en el centro de la ciudad, se convirtió en una declaración social en la que los asistentes sostuvieron que su luto se convertirá en lucha. La fuerza de la resistencia se escuchó a través de una voz colectiva que exigió el fin de la violencia.
Los cuerpos de Franco y de Anderson Gomes, el conductor que la acompañaba al momento del ataque, fueron velados allí, en el recinto en el que muchos brasileños se unieron para exaltar la misión que cumplió esta mujer descrita como una “guerrera que murió por el pueblo”.
La multitudinaria expresión se trasladó hasta el cementerio de Caju, ubicado en la zona portuaria de la ciudad, donde fue sepultada. Pero las movilizaciones no solo se registraron en Río de Janeiro, se replicaron en varias capitales brasileñas que se sumaron a esta protesta contra el crimen y a la petición de justicia.
La muerte de Franco se produjo luego de tres días de las denuncias que realizó sobre las "excesivas actuaciones policivas" en las favelas de Río de Janeiro, donde la intervención del Ejército cumplió un mes.
Tanto activistas como líderes internacionales exigieron la apertura de una investigación tras la muerte de la concejal, así como la pronta respuesta a las demandas sobre la injerencia militar.
Las denuncias de Marielle Franco
La concejal fungía como relatora para una comisión municipal que fue creada con el objetivo de vigilar las intervenciones realizadas por el Ejército. Pocos días antes de su asesinato, Marielle Franco se pronunció en contra de la presencia militar. Fue abierta y directa. A través de un video, declaró que la situación era toda una “farsa”.
Estudió sociología y tenía 38 años. Era una líder. Nació en Maré, en medio de un colorido complejo de favelas. Demostraba su orgullo afro. Se alzó como una voz para las comunidades orgullosas de sus raíces. Un hecho cercano marcó el curso de su lucha: la muerte de su mejor amiga a causa de una bala perdida. Ella transformó el dolor de la pérdida en la motivación de su batalla contra la violencia.
En 2016, entró a la arena política. Su nombre figuró como el de la quinta legisladora municipal con mayor número de votos en los comicios. Llegó allí en representación del Partido Socialismo y Libertad y su tendencia izquierdista. Y hoy muchos de los que la apoyaron gritan por ella, gritan contra la barbarie.
Con EFE
Boletín de noticiasSuscríbase para recibir los boletines de France 24
Suscribo