Trump celebra "revolución" contra leyes santuario de California

Los Angeles (AFP) –

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San Diego se unió a lo que el presidente Donald Trump llamó el miércoles una "revolución" contra las leyes "santuario" de California que protegen a los inmigrantes indocumentados.

"Hay una revolución en desarrollo en California. Muchas áreas santuario quieren SALIR de este concepto ridículo, que infesta y reproduce el crimen", escribió el mandatario en la red Twitter.

La junta de supervisores que gobierna el condado de San Diego, fronterizo con México, aprobó por 3-1 apoyar una demanda del gobierno federal contra tres leyes de California que, entre otras cosas, restringen a negocios y policías locales cooperar con las autoridades migratorias.

"La población del estado no está feliz. ¡Quieren seguridad AHORA!", lanzó Trump.

Orange -otro condado muy conservador dentro de este estado bastión de los demócratas- aprobó hace tres semanas apoyar la demanda del Departamento de Justicia.

San Diego es después de Los Ángeles el condado más populoso de California.

La junta de supervisores -controlada por republicanos- votó el martes a puerta cerrada.

Antes se abrió el micrófono a ciudadanos que hablaron a favor y en contra de la medida.

La "revolución" a la que se refiere Trump comenzó en la minúscula ciudad de Los Alamitos (condado de Orange), que el lunes ratificó una decisión que exime a la ciudad de las leyes que protegen a los indocumentados.

Otras 10 ciudades se unieron desde entonces a la demanda del gobierno federal.

El gobierno de California, el estado más rico y poblado del país, a menudo choca con las políticas impulsadas desde la Casa Blanca.

El lunes, el director adjunto de los servicios de aduana y protección de fronteras Ronald Vitiello dijo que el gobernador Jerry Brown no enviaría refuerzos militares de la Guardia Nacional a la frontera con México, como requirió el presidente, al considerar que el pedido era "intolerable".

Brown había advertido la semana pasada que sólo aceptaría el despliegue de 400 militares si eran destinados a combatir la criminalidad transnacional y no "para construir un nuevo muro" o "para proceder a redadas de mujeres y niños o de gente que escapa de la violencia y busca una vida mejor".

La Guardia Nacional, un cuerpo de reserva del ejército que ya intervino en la frontera en 2006, 2008 y 2010, ha desplegado unos 960 militares en otros estados fronterizos: 250 en Arizona, 60 en Nuevo México y 650 en Texas.