Después del petróleo, la industria textil es la más contaminante del mundo

La industria textil y de la moda es la segunda más contaminante del planeta, después de la industria del petróleo. El consumo rápido de prendas, que cada vez duran menos, está haciendo estragos en nuestro planeta.

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Los corales se enfrentan a un número creciente de amenazas

El 2018 fue designado como el tercer año internacional de los arrecifes de coral que se celebra desde 1997. Esta declaración vino tras la preocupación de los científicos por un fenómeno letal para estos ecosistemas llamado blanqueamiento y cuyo último episodio que duró desde 2014 hasta 2016 fue el más grave del que se tiene registro. Según un estudio de la Universidad de Cook, el 30% de la gran barrera de coral en Australia, el arrecife más grande del mundo, ha muerto debido a esta enfermedad, consecuencia del calentamiento global. Los autores del estudio califican el hecho de "muerte catastrófica". Y este fenómeno es mundial: está impulsando una serie de cierres de playas en países como Tailandia e Indonesia, donde el turismo masivo y la creciente contaminación por plásticos está afectando la salud de los ecosistemas que hacen de esos lugares unos paraísos. Por otro lado, el gobierno de Filipinas anunció el cierre de Boracay, una de sus playas más famosas, durante al menos seis meses a partir del 26 de abril por problemas de contaminación tanto de plásticos como de aguas negras. Solo en la región del Pacífico asiático más de 11.000 millones de toneladas de plástico están enredadas en los arrecifes.

La industria textil es la segunda más contaminante después de la del petróleo

Otro contaminante del medio ambiente del que no se tiene tanta conciencia es la industria textil. Cada año Estados Unidos se deshace de 15 millones de toneladas de ropa que terminan en los vertederos o en el fondo del mar convertida en microplásticos. Además de la ropa como tal, existen muchos otros factores dañinos para nuestro planeta como los tintes utilizados o la cantidad de agua necesaria para fabricar las prendas que vestimos: unos pantalones tipo jean necesitan un mínimo de 3781 litros de agua para su fabricación.
Cada vez consumimos más cantidad de ropa y esta, a su vez, cada vez dura menos en nuestros armarios. Es un fenómeno llamado “fast fashion” y está causando estragos en nuestro planeta. Sin embargo, con el aumento del consumo también está aumentando la conciencia sobre el impacto que este tiene sobre el planeta. Una de las iniciativas para concientizar a la población y a la propia industria textil se llama Fashion Revolution. En palabras de Angélica Salazar, coordinadora de Fashion Revolution en Colombia, el movimiento pretende “conectar los hilos rotos” entre quienes confeccionan la ropa y los compradores”. Fashion Revolution surgió hace cinco años tras el desplome del edificio Rana Plaza en Bangladesh el 24 de abril de 2013 en el que murieron al menos 1133 trabajadores de la confección.
 

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