Así es la ‘playa’ de los Juegos Suramericanos en Bolivia

El horizonte de Cochabamba está lleno de montañas y por ningún lado se ve el mar. Esta ciudad está en pleno camino de la cordillera de Los Andes, muy lejos de la costa, pero con un enorme cariño por el voleibol de playa.

De ello da cuenta el hecho de que sea una parada del circuito sudamericano de este deporte. Para esta disciplina se agotaron las entradas en el primero de los cinco días de su competición en los Juegos Suramericanos.

El vóley-playa de Cochabamba se juega en el Club Olympic, un complejo privado que cuenta con una cancha artificial fija y otra que se acondicionó para este torneo.

“Cochabamba está preparada para albergar estos juegos, el mismo vóley-playa aunque no tengamos mar y estemos con el deseo de tenerlo”. Es lo que cuenta Jasson Pérez, que junto con su hermano Edson representa a Bolivia.

Este nuevo escenario preparado para los Suramericanos se realizó con arena traída desde el Chapare, una zona tropical del país. Fueron 14 volquetas, explica Pamela García, administradora de la cancha.

De los nueve países que participan en vóley-playa, solo Paraguay y Bolivia carecen de playas. Sin embargo, la entrenadora de la selección peruana afirma que este tipo de canchas les resultan beneficiosas. “En relación a nosotros que entrenamos en una playa natural, que es bien pesada, cuando venimos a una cancha artificial no nos cansa nada, no tenemos ningún esfuerzo físico”, afirma Lucélia Almeida.

La pasión por el vóley-playa es grande en Cochabamba, tanto así que los que venden los refrigerios son dos parejas jóvenes que están clasificados al Mundial Sub 19 de Nanjing. Su objetivo es conseguir los fondos necesarios para acudir a esta cita que se celebra el próximo mes.