Un atentado suicida en Afganistán deja al menos 25 muertos
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Al menos 25 personas murieron y decenas resultaron heridas el 16 de junio en un atentado suicida contra talibanes y civiles que celebraban el alto el fuego de ese grupo y el Gobierno, que coincidía con las fiestas del fin de Ramadán.
La detonación de un coche bomba interrumpió las celebraciones en una fecha que además coincidía con el final del mes sagrado del Ramadán en la provincia de Nangarhar, en el este de Afganistán. Docenas de militantes talibanes desarmados habían ingresado antes en la capital afgana y en otras ciudades para la celebración.
El autodenominado Estado Islámico se atribuyó la responsabilidad del ataque que dejó al menos 25 muertos y más de 50 heridos, y la agencia de noticias Amaq del grupo dijo que el objetivo era "una reunión de fuerzas afganas", pero no dio más detalles.
"Sobre las 17.30 hora local, en la localidad de Ghazi Amanulah Khan del distrito de Rodat, un insurgente suicida que iba a pie hizo detonar sus explosivos entre un grupo de talibanes y civiles que se habían reunido para celebrar el cese al fuego", declaró a la agencia de noticias EFE el portavoz del gobierno provincial, Attaullah Khogyanai.
Un hecho que empaña el alto al fuego entre el Gobierno y el grupo Talibán
Tanto el Gobierno como el grupo insurgente Talibán mantienen un alto al fuego que fue prolongado por el presidente afgano, Ashraf Gani, el mismo día de atentado. Un acercamiento sin precedentes entre talibanes y miembros de las fuerzas de seguridad.
El presidente Ashraf Ghani anunció el 16 de junio que ordenaría a las fuerzas armadas de su país la extensión del alto el fuego con los talibanes, aunque evitó dar un plazo concreto. No trascendió hasta el momento si tenía conocimiento del atentado al momento de realizar el anuncio.
"Para respetar los deseos del público y apoyar sus demandas de paz, ordeno a las fuerzas de seguridad y defensa que prolonguen el alto el fuego desde el cuarto día del Aíd (al Fitr, final del Ramadán)", dijo Gani en un discurso a la nación.
Como contrapartida Ghani pidió a los talibanes que hicieran lo propio y que siguieran los pasos del Gobierno, extendiendo el abandono temporal de las armas. El mandatario señaló que en caso que acepten extender la tregua, el Gobierno proveerá de asistencia médica a los talibanes heridos y de ayuda humanitaria.
Ashraf Ghani llama a unas negociaciones de paz con el grupo Talibán
Días atrás los talibanes anunciaron esta tregua parcial de tres días, la primera en 17 años de conflicto. La medida entró en vigor coincidiendo con el anuncio del alto al fuego unilateral sin precedentes del Gobierno afgano, con motivo del final del mes sagrado del Ramadán.
"Cada año durante los días del Aíd llamamos a los grupos armados a la paz y al alto el fuego, y este año los talibanes armados dieron la bienvenida a esta llamada del Gobierno y anunciaron un cese al fuego durante los días de Aíd", explicó Gani, al expresar su deseo de que la tregua "continúe".
Ghani renovó su llamamiento a unas negociaciones de paz y aseguró que el gobierno está preparado para debatir todas las demandas de los insurgentes en una mesa de diálogo que busque la paz. Una paz que, según sus propias palabras, es una "necesidad urgente".
Hasta el momento ambas partes honraron esta pausa en todo el país. Sin embargo, la violencia volvió a desatarse en manos de los yihadistas del autodenominado Estado Islámico, echando sombra sobre una breve pero histórica tregua.
Afganistán atraviesa una de sus etapas más sangrientas tras el final de la misión de la OTAN en 2015, que solo continúa en el país en tareas de adiestramiento y capacitación de las fuerzas afganas.
Con EFE y Reuters
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