Etiopía: un muerto y más de 132 heridos dejó una explosión en un mitin del primer ministro

La tranquilidad de la ciudad de Adís Abeba, la capital etíope, fue interrumpida por la fuerte explosión que ocurrió en la emblemática plaza Meskel. Allí el primer ministro se dirigía a los ciudadanos quienes entraron en pánico tras el estallido del artefacto que se cree era una granada.

A través de su cuenta en la red social Twitter, el ministro etíope de Sanidad, Amir Aman, indicó que “una persona murió después de ser trasladada al Hospital Black Lion”, para ser atendida debido a las heridas que sufrió tras la detonación.

“Lo que ha sucedido es tan triste. Pero nunca romperá nuestra unidad, de momento hay 132 víctimas” afirmó el ministro en referencia a los heridos, entre ellos ocho en estado de salud grave y atendidos en diferentes hospitales de la capital.

La explosión se produjo pocos minutos después de que el Primer Ministro Ahmed terminara su discurso. El premier fue evacuado del lugar por sus guardaespaldas, de acuerdo con las imágenes que difundió la Agencia de Noticias Etíope (ENA) que fue unos de los primeros medios en dar a conocer la noticia a nivel internacional.

En una entrevista en la televisión estatal, el primer ministro aseveró que se trató de un “ataque bien orquestado” que desde su punto de vista fracasó, pero para otros sectores de la sociedad cumplió con la misión de generar pánico entre los asistentes y desestabilizar al gobierno.

El gobernante también aprovechó para prometer que este tipo de ataques no impedirán que la coalición gobernante, el Frente Democrático Revolucionario Etíope (EPRDF) lleve a cabo sus programas reformistas que ha generado todo tipo de opiniones en diferentes sectores políticos y sociales en Etiopía.

De acuerdo con información de la cadena de televisión OMN, dos mujeres y un hombre fueron detenidos por la policía local por estar aparentemente relacionados con el ataque. Hasta el momento se desconocen sus identidades y las verdaderas intenciones del atentado.

Abiy Ahmed llegó al poder en abril de 2018. Es un político reformista de 41 años que ha adoptado una serie de medidas que buscan modernizar el Estado y la sociedad etíope, pese a la oposición de sectores políticos conservadores. Unas medidas que llegan en una época que es considerada por los analistas como la más democrática y la de mayores libertades en ese país africano que contó con un gobierno comunista, hambrunas e inestabilidad política.

Con EFE.