Sturgeon abandona los recelos y recibe al líder independentista catalán

Edimburgo (AFP) –

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Nada hubiera parecido más natural en los últimos años que una reunión entre los líderes independentistas de Escocia y Cataluña, pero los cálculos estratégicos fueron aplazando un encuentro solemne que tendrá lugar finalmente el miércoles en Edimburgo.

Ese día, la primera ministra escocesa Nicola Sturgeon recibirá al también independentista presidente catalán Quim Torra, un encuentro que nunca protagonizaron sus antecesores Artur Mas, Carles Puigdemont y Alex Salmond cuando ocupaban el cargo -los dos últimos sí se reunieron una vez Salmond dejó el puesto-, pese al anhelo de solidaridad internacional hacia sus causas.

Torra llegará a Escocia este martes y el miércoles se reunirá también con Clara Ponsatí, profesora catalana de la Universidad escocesa de Saint Andrew y una de las consejeras [ministra] del anterior gobierno regional reclamada por la justicia española por su papel en la declaración fallida de independencia de octubre de 2017.

Para Michael Keating, profesor de ciencias política de la Universidad escocesa de Aberdeen y director del Centro sobre Cambio Constitucional, el encuentro entre Torra y Sturgeon es posible gracias "al cierto grado de normalidad" en Cataluña tras los acontecimientos del año pasado.

El empuje de independentistas catalanes y escoceses se ha materializado con diferencias, siendo la más notable la apuesta por la vía unilateral de los primeros y por el acuerdo con Londres de los segundos.

Fue así como Escocia pudo organizar un referéndum de independencia en 2014 -en el que se impuso el "no"- con el beneplácito del gobierno británico, mientras la justicia y el gobierno españoles no permitían uno en Cataluña amparándose en la Constitución.

- No enemistarse con Madrid -

El 18 de setiembre de 2014, cientos de secesionistas catalanes desembarcaron en una Escocia que decidía si se independizaba del Reino Unido para expresar su apoyo al "sí", alimentando la solidaridad entre compañeros de viaje ideológicos.

"Los nacionalistas escoceses siempre sintieron simpatía por los nacionalistas catalanes, pero los nacionalistas escoceses han seguido con mucho, mucho cuidado el camino de la legalidad", explicó el profesor Keating a la AFP.

Ello explica que marcaran sus distancias con Barcelona, además de la necesidad de congraciarse con el gobierno español.

"Está el tema de si se permitiría a Escocia el ingreso en la Unión Europea si se independizara y la actitud que tendría España", recordó Keating, aludiendo al derecho a veto con que cuenta Madrid, como cualquier Estado miembro, a los candidatos a ingresar en el bloque.

Alugnos escritos de Torra antes de ser presidente sobre los castellanohablantes de Cataluña han sido tildados de xenófobos, y le han valido críticas a Sturgeon por avenirse a recibirle.

"A Nicola Sturgeon y al SNP (Partido Nacional Escocés) les gusta siempre hacer ver su indignación ante cualquiera que use un lenguaje divisivo o intolerante", dijo el diputado escocés conservador Maurice Golden.

"Pero todo eso queda un lado cuando se trata de sus amigos separatistas, como lo demuestra esta bienvenida con honores", añadió.

- El caso Ponsatí -

Stephen Daisley, columnista de la revista The Spectator, afirmaba en un artículo que el encuentro sonaba "como una gran idea. Sturgeon aplaca a sus bases, Torra gana legitimidad", pero que recibir al presidente catalán y rechazar a Donald Trump es un caso de doble rasero: "no defendemos los valores liberales si solo cuestionamos a los reaccionarios con los que discrepamos".

Un portavoz del gobierno escocés recordó que la jefa del gobierno regional "se reúne y recibe a los líderes que visitan Escocia y tiene ganas de reunirse con el presidente de Cataluña para discutir como nuestros dos países pueden seguir trabajando juntos".

La situación de la exconsejera Ponsatí será uno de los temas centrales de la visita, en pleno proceso de extradición en las cortes escocesas.

El vocero lamentó que "el gobierno español no haya optado por la vía del diálogo con los líderes políticos de Cataluña, y que el tema esté, en vez de eso, sujeto a un proceso judicial", pero dejó claro que el ejecutivo escocés "no tiene poderes para intervenir en las decisiones que tome el independiente sistema judicial escocés".