Retenido avión de fuerza aérea turca en Mongolia tras supuesto intento de secuestro

Ulán Bator (AFP) –

Anuncios

Mongolia prohibió este viernes el despegue de un avión sospechoso de pertenecer a la fuerza aérea turca, después de que varios testigos afirmaran haber visto cómo unos atacantes secuestraban a un hombre vinculado al movimiento Gülen, que Ankara considera "terrorista".

Según varios testigos, al menos cinco hombres secuestraron a Veysel Akcay el viernes por la mañana en su casa de Ulán Bator, antes de meterlo un minibús.

Akcay (50 años), director de una escuela de Mongolia, es sospechoso de estar vinculado con Fethullah Gülen, un predicador musulmán exiliado en Estados Unidos al que Ankara responsabiliza del golpe de Estado fallido de julio de 2016.

Varios profesores, entrevistados por la AFP, negaron no obstante que existiera ninguna conexión entre ambos.

Veysel Akcay no acudió a su trabajo, lo que preocupó a sus familiares, informó la policía.

Durante ese tiempo, los supuestos raptores lo habrían llevado al aeropuerto internacional Gengis Khan de Ulán Bator, donde un pequeño avión de línea aterrizó hacia la 01h00 (05h00 GMT).

Según el portal flightradar24.com, que sigue en tiempo real las posiciones de los aviones, la aeronave está siendo utilizada por la fuerza aérea turca.

Los supuestos secuestradores y las autoridades mongolas, que rechazaron autorizar el despegue del avión, discutieron durante más de ocho horas.

Las autoridades del país convocaron a responsables de la embajada de Turquía en Mongolia, al tiempo que diputados y manifestantes se concentraron en el aeropuerto para exigir la liberación de Akcay.

El ministro turco de Relaciones Exteriores, Mevlut Cavusoglu, negó las acusaciones durante una conversación telefónica con su homólogo, Tsogtbaatar Damdin, según el ministerio mongol de Relaciones Exteriores.

Al final, el avión turco despegó a las 09h25 locales, aseguró un responsable de transportes de Mongolia en Twitter.

Desde la intentona golpista de 2016, las autoridades turcas persiguen sin descanso a cualquier sospechoso de pertenecer a la red del predicador Fethullah Gülen, otrora aliado del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.

Según la agencia de prensa estatal turca Anadolu, más de 1.600 personas fueron condenadas a cadena perpetua en relación con el golpe de Estado fallido. Unos 77.000 sospechosos fueron encarcelados y más de 140.000 personas, despedidas o suspendidas.