El papa Francisco llama a la unión de las comunidades católicas en China
Primera modificación:
Luego del acuerdo firmado entre el Vaticano y el gigante asiático, Francisco envió un mensaje en el que anima a las autoridades de China a continuar el diálogo iniciado para superar el enfrentamiento del pasado.
"La Iglesia en China no es ajena a la historia china ni pide ningún privilegio. Su finalidad en el diálogo con las autoridades civiles es la de llegar a una relación basada en el respeto recíproco y en el conocimiento profundo", señaló el papa Francisco en un mensaje dirigido el miércoles 26 de septiembre a los católicos del gigante asiático.
El mensaje se da luego de que el Vaticano reconociera el pasado sábado 22 de septiembre a siete obispos nombrados por la iglesia China sin la autorización de la Santa Sede. El acuerdo marca el primer acercamiento entre estos dos estados desde 1951 y hace parte del proceso para restablecer sus relaciones diplomáticas.
Este miércoles, el papa animó a las autoridades de China a continuar el diálogo iniciado con el Vaticano para superar el enfrentamiento del pasado y hacer posible el crecimiento "ordenado y armonioso" de la comunidad católica en ese país.
También llamó a la reconciliación de los 12 millones de católicos chinos, divididos entre la iglesia oficial y la clandestina, y trató de calmar los recelos de una parte de esta última tras la histórica firma del acuerdo el pasado 22 de septiembre.
"Promover el anuncio del Evangelio, así como alcanzar y mantener la plena y visible unidad de la comunidad católica en China"
Además de reconocer a los siete obispos, y a uno más que falleció el año pasado, el acuerdo firmado entre la República Popular China y el Estado Vaticano le da a este último voz y voto en la elección de obispos en el gigante asiático. Un asunto que, para el Vaticano, era imprescindible para la unión de las comunidades católicas en China.
Y es que hasta ahora los católicos en China habían estado divididos entre la Asociación Patriótica Católica, supervisada por el Gobierno chino, y una iglesia clandestina, fiel al Vaticano.
Según el papa argentino, este acuerdo provisional "no tiene otro objetivo para la Santa Sede más que llevar a cabo los fines espirituales y pastorales que le son propios (...) promover el anuncio del Evangelio, así como alcanzar y mantener la plena y visible unidad de la comunidad católica en China".
Con este nuevo mensaje, Francisco trata de responder a las dudas y temores provocados por la firma de dicho acuerdo entre los fieles que durante años han tenido que vivir en la clandestinidad o han sufrido cárcel por obedecer a Roma, y llama a todos los católicos del país a la reconciliación.
En esa tarea, los obispos que acaban de ser nombrados por el Vaticano juegan un rol importante.
Una nueva responsabilidad: que manifiesten la unidad con las Iglesias dispersas
“He decidido conceder la reconciliación a los siete restantes obispos 'oficiales' ordenados sin mandato pontificio y, habiendo remitido toda sanción canónica relativa, readmitirlos a la plena comunión eclesial”, expresó el papa en su mensaje del miércoles.
En contrapartida, les pide a ellos "que manifiesten, a través de gestos concretos y visibles, la restablecida unidad con la Sede Apostólica y con las Iglesias dispersas por el mundo y que se mantengan fieles a pesar de las dificultades".
"Con este espíritu y con las decisiones adoptadas, podemos iniciar un camino inédito, que confiamos en que ayudará a sanar las heridas del pasado, a restablecer la plena comunión de todos los católicos chinos y a abrir una fase de mayor colaboración fraterna", añade el papa.
Aunque los obispos serán nombrados siempre por el pontífice -como el propio Francisco explicó ayer a los periodistas al regresar de un viaje a los países bálticos- en el mensaje habla de "buscar de forma conjunta buenos candidatos".
Con el acuerdo firmado "por primera vez se contemplan elementos estables de colaboración entre las autoridades del Estado y la Sede Apostólica, con la esperanza de asegurar buenos pastores a la comunidad católica", señala.
El papa asegura que China y el Vaticano afrontan en estos momentos "una tarea difícil pero apasionante" para superar las contraposiciones del pasado.
Con EFE
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