Brasil eligió el Congreso más conservador de su historia democrática
Dentro y fuera de Brasil los ojos están puestos en el 46% que Jair Bolsonaro consiguió en la primera vuelta de las presidenciales. Pero lo que pasó en el Congreso también muestra que el giro de Brasil hacia la derecha es imparable.
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Cerca de 147,3 millones de votantes brasileños esperan la segunda vuelta, fijada para el 28 de octubre, en la que Bolsonaro, del Partido Social Liberal (PSL), enfrentará a Fernando Haddad del Partido de los Trabajadores (PT).
En los comicios del pasado domingo 7 de octubre, en los que el ultraderechista candidato presidencial Jair Bolsonaro logró 46 % de la votación, además del presidente de la república, los brasileños fueron llamados a elegir también a 513 diputados federales, 54 senadores, 1.059 diputados estatales y 27 gobernadores. El primer balance que trazan los expertos es que los políticos tradicionales fueron derrotados en las urnas por un rechazo generalizado a la corrupción. Como consecuencia se ha producido la mayor renovación política de la historia reciente de Brasil.
En la Cámara de Diputados el 47,3% de los escaños serán ocupados por 243 parlamentares que nunca han pisado el Congreso. Es el índice más alto de las últimas dos décadas. El PSL, empujado por la popularidad de Bolsonaro, ha pasado de uno a 52 escaños, convirtiéndose en el segundo grupo parlamentario. De ellos, 21 son agentes de las Fuerzas de Seguridad. “Hay muchos policías, celebridades y representantes de las iglesias evangélicas. Seguramente será el Congreso más conservador de todos los tiempos”, afirma el analista político Antonio Augusto de Queiroz, director del Departamento Intersindical de Análisis Parlamentaria (DIAP).
Independientemente del resultado de la segunda vuelta, quien ha perdido en las elecciones generales del mayor país de América Latina es la vieja política basada en el clientelismo. “Brasil se inclinó hacia la derecha en las elecciones de 2018. No necesariamente hacia la extrema derecha, pero seguramente hacia un polo hostil a la izquierda. Ha sido un vendaval que ha barrido el país de arriba abajo y que ha empujado el PT hacia su nicho más tradicional, el Nordeste, donde se mantuvo firme y fuerte, pero en una dimensión incómoda para un partido que quiere ocupar la izquierda”, dijo a France 24 en Español el politólogo Marco Aurélio Nogueira.
Eduardo Bolsonaro, el diputado federal más votado en la historia de Brasil
Eduardo Bolsonaro, uno de los hijos del candidato a la Presidencia, se ha convertido en el diputado federal más votado de la historia de Brasil con 1,84 millones de votos. En São Paulo, la mayor ciudad de Brasil, también fueron elegidos un payaso, un actor porno y un príncipe. El comediante Tiririca, que quedó famoso por su lema “Peor de como está, no queda”, consiguió su tercer mandato con 445.000 votos, menos de la mitad que en 2014, cuando obtuvo un millón de preferencias. El actor Alexandre Frota, al que Bolsonaro en una ocasión citó como posible Ministro de Cultura, logró 152.000 votos. Por su parte, Luiz Philippe de Orleans y Bragança, tataranieto del emperador de Brasil Don Pedro II (1825-1891), obtuvo 73.000 votos.
{{ scope.legend }}
© {{ scope.credits }}No obstante, la Cámara que emerge de los comicios del 7 de octubre es también más femenina, y cuenta con más negros y más jóvenes. Entre los cinco diputados más votados, dos tienen menos de 25 años. Es el caso de Kim Kataguiri (DEM-SP), de 22 años, quien ha sido una figura destacada del Movimiento Libre de Brasil (MBL) y uno de los mayores impulsores del impeachment de la expresidenta Dilma Rousseff; y João Campos (PSB-PE), de 24 años, hijo del exgobernador y candidato a la presidencia Eduardo Campos, fallecido en un accidente aéreo durante la campaña electoral de 2014.
En cuanto a las profesiones, los abogados y los empresarios siguen siendo la mayoría, aunque también creció el número de militares. Por otra parte, los diputados que consiguieron ser reelegidos (159 de 240), lograron menos sufragios que hace cuatro años. Esto significa que dos de cada tres diputados que repiten mandato perdieron apoyos y popularidad.
A la izquierda también se ha producido una profunda renovación. El PT perdió el 19% de sus diputados y su grupo parlamentario tendrá 56 integrantes. En cambio, el Partido Socialismo y Libertad (PSOL), al que estaba afiliada Marielle Franco, la concejala negra ejecutada en Río de Janeiro el 14 de marzo, registró un crecimiento del 100% y tendrá 10 representantes. Varios politólogos auguran dificultades para la formación de una mayoría parlamentaria, sea quien sea el presidente elegido, ya que en 2019 la Cámara de Diputados tendrá 30 partidos, cinco más que en la actual legislatura.
La derrota de Dilma Rousseff, cara del voto-castigo hacia los políticos tradicionales
El Senado también experimentó la mayor renovación de su historia, equivalente al 87%. Tres de cada cuatro senadores que intentaron la reelección no la consiguieron. De los 54 escaños disputados, 46 serán ocupadas por debutantes. Entre los senadores que no alcanzaron la reelección está la expresidenta Dilma Rousseff, que se presentó en el Estado de Minas Gerais. Su derrota es emblemática y refleja el clima electoral de Brasil, donde ha primado el voto de castigo hacia los barones de la política y los cargos acusados o investigados por corrupción.
Tampoco ha sido elegido Romero Jucá después de 24 años seguidos en el Senado. Investigado en 12 procesos judiciales relacionados con el caso Lava Jato, Jucá concurría por el Estado de Roraima, postrado desde hace un año por la emergencia humanitaria de los refugiados venezolanos y escenario de recientes episodios de xenofobia. Lo mismo aconteció con el mismísimo presidente del Senado, Eunício Oliveira.
Otra peculiaridad de estas elecciones es que la mitad de los parlamentarios elegidos son millonarios. El 48,85% de los diputados federales y de los senadores declararon un patrimonio que supera el millón de reales (265.000 dólares). La proporción de ricos es mayor en el Senado, donde 36 de los 54 cargos elegidos es decir, dos de cada tres son acaudalados. En la Cámara baja 241 diputados, equivalentes al 47% del total, disponen de un patrimonio elevado.
Sin embargo, el dinero no ha sido necesariamente una garantía de éxito. De los 158 candidatos que declararon un patrimonio de más de 10 millones de reales (2,6 millones de dólares) al Tribunal Superior Electoral (TSE) y concurrieron a los cargos de presidente, gobernador, senador, diputado federal, estadual o de distrito, 108 no fueron elegidos, lo que corresponde al 68% del total.
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