Rusia acusa a EE. UU. de "inventar" una injerencia electoral en su contra
El país valora la imputación de una ciudadana rusa por supuesta injerencia en las próximas legislativas como un pretexto de EE. UU. para imponer sanciones a Moscú y difamar contra el Kremlin.
Primera modificación:
El Ministerio de Relaciones Exteriores ruso se defendió de nuevo de EE. UU. este 20 de octubre. Sobre una supuesta injerencia en las legislativas estadounidenses, Rusia afirmó que Washington “está inventando” acusaciones en su contra como un pretexto para imponerle sanciones.
“Desde hace más de dos años, desde las pasadas elecciones presidenciales, (EE. UU.) ha estado difundiendo mentiras descaradas sobre la llamada ‘mano de Moscú’. Washington está tratando de jugar la misma carta ahora”, expresó el viceministro de Asuntos Exteriores, Sergei Ryabkov.
Esta afirmación de Ryabkov se produce después de que el Departamento de Justicia estadounidense presentara cargos contra la ciudadana rusa Elena Khusyaynova, acusada de tratar de interferir en las elecciones de medio término del 6 de noviembre.
Khusyanova, la primera imputada penal por injerencia en las elecciones
Con la vista puesta en los próximos comicios, EE. UU. acusó de conspiración a la contable de 44 años Elena Khusyaynova (residente en San Petersburgo) por participar en una trama llamada ‘proyecto Lakhta’.
Una operación en la que Khusyaynova se habría encargado de la gestión financiera y que presuntamente intenta "esparcir desconfianza hacia los candidatos y el sistema político estadounidense" mediante anuncios, publicaciones y perfiles falsos de activistas en las redes sociales.
Siempre según el Departamento de Justicia, la contable manejaba más de 35 millones de dólares pertenecientes a empresas y personalidades rusas como Yevgeny Prigozhin, oligarca próximo al presidente ruso Vladimir Putin, que también está acusado de influir en las generales de 2016.
En aquellas elecciones Donald Trump salió victorioso, pero todavía existe la duda de si hubo una coordinación entre su campaña y el Kremlin para perjudicar a la candidata demócrata de entonces, Hillary Clinton. Algo que el actual presidente niega y que investiga el fiscal Robert Mueller.
Solo que Khusyaynova, que no se encuentra bajo custodia de EE. UU., no fue llevada ante la Fiscalía especial que investiga este posible vínculo, sino ante las autoridades federales comunes en el estado de Virginia.
"Esto demuestra que la amenaza de Rusia no ha terminado", dijo la exfiscal federal del distrito este de Michigan, Barbara McQuade, que añadió que "esta es una verdadera guerra de propaganda".
Para EE. UU., China, Irán y otras entidades extranjeras intentan involucrarse como Rusia en unos comicios en los que se renueva la Cámara Baja, un tercio del Senado y se elige a 36 gobernadores.
Este cruce de acusaciones coincide con el viaje a Moscú la próxima semana del asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, quien debería reunirse con Vladimir Putin.
Con Reuters y EFE
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