Guerra en Siria

Estados Unidos anuncia el retiro de tropas de Siria

El presidente Donald Trump dijo hoy vía Twitter que el grupo Estado Islámico ya había sido derrotado, y esa era la única razón para estar presente en ese país, en guerra desde hace 8 años.

Soldados estadounidenses en Manbij, Siria, en noviembre de 2018.
Soldados estadounidenses en Manbij, Siria, en noviembre de 2018. Zoe Garbarino/Ejército de EE. UU./Reuters
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El Gobierno de Estados Unidos anunció el comienzo del retiro de unos 2.000 militares desplegados en Siria, en lo que sería un cierre de su campaña militar para recuperar el territorio que había sido tomado por el grupo Estado Islámico. La primera información provino de un tweet del presidente Donald Trump, el 19 de diciembre en la mañana, en el que afirmó: “Hemos derrotado a ISIS en Siria, mi única razón para estar allí”.

Más tarde, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, se refirió al mismo tema: “Hemos comenzado el regreso a casa de tropas estadounidenses en una transición a la siguiente fase de esta campaña”. En su declaración, Sanders no aclaró si la totalidad de las fuerzas armadas en Siria se irían, ni especificó el cronograma de la retirada.

Según un funcionario estadounidense consultado por Reuters, el propósito de Washington sería retirar a las tropas entre 60 y 100 días, y que todo el personal del Departamento de Estado sería evacuado en 24 horas. Otra fuente anónima del gobierno le dijo a Reuters que el retiro total de tropas podría darse en un plazo más corto que entre 60 y 100 días.

Republicanos y países aliados critican la decisión de Donald Trump

Luego del anuncio de la Casa Blanca, algunas de las críticas más duras provinieron del partido Republicano. El senador republicano Lindsey Graham afirmó que esta decisión tendrá “consecuencias devastadoras” para Estados Unidos en la región. “Un retiro estadounidense en este momento puede representar un gran triunfo para ISIS, Irán, Bashar al Assad y Rusia”, declaró Graham. Vía Twitter, el senador dijo que el retiro sería “un error estilo Obama”.

En su momento, el expresidente Barack Obama fue muy criticado por el partido Republicano por haber tardado en tomar acción en la guerra en Siria. El mandatario estaba reticente a involucrar a Estados Unidos en una nueva guerra, cuando intentaba retirarse de Irak y Afganistán. Finalmente, en septiembre del 2014 ordenó ataques aéreos y envió tropas en el 2015.

Barack Obama también fue muy criticado por el retiro de tropas de Irak, tras lo cual las fuerzas armadas iraquíes sucumbieron ante el grupo Estado Islámico en 2014. Uno de sus críticos fue el ahora presidente Donald Trump, quien ha expresado varias veces su deseo de que los soldados vuelvan a casa.

Las reacciones también se han hecho sentir en otros países. Un ministro de Defensa británico dijo estar en total desacuerdo con Donald Trump en que el grupo Estado Islámico esté derrotado. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó que su país estudiará la decisión de Estados Unidos y garantizará su propia seguridad. Por otra parte, la agencia rusa de noticias TASS citó al Ministerio de Relaciones Exteriores diciendo que la retirada de Estados Unidos crea perspectivas de una solución política de la crisis.

Recuperar el territorio no sería suficiente, afirman funcionarios estadounidenses

Son varios los funcionarios del Pentágono que han expresado su preocupación por retirarse de Siria, pues afirman que recuperar territorio no implica haber derrotado al grupo Estado Islámico. Brett McGurk, el enviado especial de Estados Unidos para la coalición mundial para derrotar al Estados Islámico dijo la semana pasada que el territorio de lo que alguna vez llamó su “califato” estaba reducido al 1% y ya no tiene territorio restante en Irak.

"Incluso cuando el final del califato físico está ahora claramente a la vista, el fin de ISIS será una iniciativa mucho más a largo plazo", dijo McGurk el pasado 11 de diciembre.

Según Reuters, al secretario de Defensa, Jim Mattis, y a funcionarios del Departamento de Estado les preocupa abandonar Siria antes de lograr un acuerdo de paz para poner fin a una guerra civil que ha dejado más de 10 millones de desplazados y cientos de miles de víctimas mortales.

Por su parte, el general de la Marina de los Estados Unidos, Joseph Dunford, presidente del Estado Mayor Conjunto, advirtió a principios de diciembre que Estados Unidos solo había entrenado al 20 por ciento de las fuerzas sirias que serían necesarias para estabilizar las áreas recuperadas del grupo Estado Islámico.

¿Un traspaso a Turquía?

Actualmente, las tropas estadounidenses presentes en siria trabajan en conjunto con una alianza de milicias kurdas y árabes conocidas como las Fuerzas Democráticas de Siria. Esta asociación ha permitido la derrota del grupo Estado Islámico en Siria, pero ha indignado a Turquía, que considera a las fuerzas kurdas como un grupo terrorista.

Tan solo dos días antes del anuncio de Donald Trump, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, anuncio el inicio de operaciones militares en el noreste de Siria. "Hemos hablado con Trump para decirle que esos terroristas deben irse", dijo Erdogan, en referencia a las milicias kurdas Unidades de Protección del Pueblo (YPG), a las que Ankara considera terroristas por sus vínculos con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda de Turquía.

Según le dijo Víctor de Currea Lugo, profesor universitario y experto en Oriente Medio, a France24, la coincidencia de estos anuncios no es gratuita. Aunque el presidente estadounidense está tratando de salirse de muchas guerras, afirma, no significa que abandonará sus puntos prioritarios, entre ellos Oriente Medio. “Lo que hace es ceder ese nivel de influencia a Turquía porque es su aliado militar en Oriente Medio, que puede hacer la tarea que no va a hacer Estados Unidos”, asegura de Currea Lugo.

Con Reuters y Efe

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