“Verdad, dignidad y esperanza”: los deseos de Emmanuel Macron para el 2019
Con su popularidad en mínimos, el presidente francés pronunció el tradicional discurso de fin de año, en el que defendió las reformas implementadas por su gobierno.
Primera modificación: Última modificación:
Hace un año, el presidente francés, Emmanuel Macron señalaba el 2018 como “el año de la cohesión de la nación”. Palabras que al 31 de diciembre, luego de intensas protestas sociales protagonizadas por el movimiento de los ‘chalecos amarillos’, están lejos de la realidad. Sin embargo, afirmó que no se resigna y deseó “verdad, dignidad y esperanza” para el 2019.
Esta vez, para cerrar el 2018, el mandatario apeló a la “paciencia” de los ciudadanos: "Hemos puesto las bases de una estrategia ambiciosa para mejorar (...) pero los resultados no pueden ser inmediatos y la impaciencia, que comparto, no podría justificar ninguna renuncia", señaló.
Aunque se mostró comprensivo ante la “cólera” de los manifestantes, también defendió las reformas implementadas, por ejemplo en el sector ferroviario y en el tema laboral. Además, pidió realismo económico: “No podemos trabajar menos, ganar más, reducir impuestos y aumentar el gasto”.
De pie, algo inusual en este tipo de discursos, Macron denunció “que algunos se tomen el derecho de hablar en nombre del pueblo”. "El pueblo es soberano y se expresa en las elecciones eligiendo a los representantes para que hagan la ley", declaró. Según el último sondeo del instituto demoscópico BVA, citado por Efe, solo el 27 % de los franceses tienen una opinión positiva de su presidente.
Un mensaje de esperanza en medio de “la incertidumbre global”
Además de referirse al descontento doméstico, el presidente Macron también habló sobre la situación incierta que enfrenta el mundo. Aseguró que se vive una “incertidumbre global”, debido a que el orden internacional que se estableció luego de la Segunda Guerra Mundial está siendo cuestionado “por las grandes potencias”.
Macron se refirió también al crecimiento de los partidos extremistas “en todas partes de Europa” y al tema de la inmigración, que es motivo de preocupación. Sin embargo, también se mostró optimista e hizo una invitación a que sea Francia el país que lidere el cambio, en medio de la crisis del “sueño europeo". “Tenemos una visión que ofrecer, es la línea que propongo desde mi llegada al poder. Tenemos que poner de nuestra parte para el renacimiento de nuestro mundo y nuestro día a día", señaló.
Lograr implementar los cambios que se propone, tanto a nivel doméstico como internacional, no será fácil. Macron tiene previstas reformas de fondo en temas sensibles como el sistema de jubilaciones y las indemnizaciones de desempleo, en los que, según aseguró en su discurso, no reculará. Mientras tanto, los ‘chalecos amarillos’, tampoco parecen estar dispuestos a resignarse. El pasado 29 de diciembre realizaron su séptima jornada de protesta, en búsqueda de concesiones más profundas por parte del gobierno.
Con Efe
Boletín de noticiasSuscríbase para recibir los boletines de France 24
Suscribo