¿Y si le dieran 500 euros para gastarse en cultura?
Primera modificación:
Pues eso sucede en Francia. El Gobierno ha comenzado la etapa de prueba de un sistema de subvención cultural que apunta a los jóvenes de 18 años y consiste en dar un crédito de 500 euros a cada uno para que los use en cultura.
Se trata de actividades de cultura en un sentido amplio. El dinero puede gastarse en espectáculos, un curso de música o dibujo, y hasta en el abono a un sistema de trasmisión en directo. Aunque para las plataformas electrónicas se ha puesto un techo de hasta 200 euros de consumo.
El sistema funciona a través de una aplicación móvil que divide las actividades entre "aplaudir", "tocar", "practicar", "mirar", "escuchar" y "conocer". El usuario de 18 años se informa a partir de una imagen de la localización de su elección y del precio, que será descontado de su crédito total de 500 euros.
Como extra, el titular del 'Pass Culture' podrá invitar a una persona de su elección, sin límite de edad, a un espectáculo y su entrada será descontada de los 500 euros. Una manera de estimular a los jóvenes para que no vayan solos ni se queden sin asistir a un evento.
Un complemento a la educación
Según Frank Riester, ministro de Cultura francés, el 'Pass Culture' "pretende acompañar al joven ciudadano de 18 años para que afirme su curiosidad cultural de forma autónoma y emancipada". La idea es que esta subvención "complete la formación artística que entregan la educación pública y las actividades de mediación cultural, en que participan a nivel local".
"El objetivo de 'Pass Culture': luchar contra la fractura territorial y generacional en materia de acceso a la cultura", dice en la cuenta de Twitter de la iniciativa:
L'objectif du #passCulture : lutter contre la fracture territoriale et générationnelle en matière d'accès à la culture. https://t.co/Y04kb0cIwa
passCulture (@pass_Culture) 6 de febrero de 2019
Esta ayuda era un proyecto de campaña del presidente Emmanuel Macron, y está siendo probada en cinco departamentos del país, entre 10.000 jóvenes de 18 años que postularon desde comienzos de febrero.
"El arte y la cultura deben encontrar su lugar en la construcción de la ciudadanía y la sociabilidad de los jóvenes franceses, incluso para ayudarlos a emanciparse de nuevas formas de oscurantismo e intolerancia a las que se exponen. Tener acceso al 'Pass Culture' será un derecho ciudadano; desarrollar la curiosidad y la aperura de espíritu, será un deber", concluye Riester.
Oferta cultural
900 actores culturales, por su parte, han puesto a disposición sus programaciones entre museos, teatros, asociaciones y medios de comunicación. Incluso muchas empresas digitales aceptaron, tras negociar con el Estado, entregar sus ofertas gratuitamente esperando resultados financieros a largo plazo.
Cada una de esas empresas tiene un espacio "pro" en la aplicación, donde proponen sus ofertas como si crearan un evento en una red social. Solo se necesita una imagen, una ubicación y una breve descripción. Un espacio "contador" permite gestionar las reservas que reciben y realizar un seguimiento de las transacciones financieras que tienen lugar.
"Invito a todos los actores culturales a jugar el juego de la experimentación por su interés y por el de los jóvenes de la República. Si el Estado no toma ninguna iniciativa en esta área, los gigantes de la informática pronto ofrecerán su propio pase dedicado a la cultura con un algoritmo propio que no podremos controlar", defiende el secretario de Cultura.
Non, le #passCulture n’est pas un chèque pour s’acheter une console de jeux !
passCulture (@pass_Culture) 2 de febrero de 2019
Le #passCulture, c’est :
🎬 du cinéma, des concerts, du théâtre, des musées
🎭 des cours de danse, de chant, de dessin
🎻 des livres, de la musique, des jeux vidéo pédagogiques ou artistiques pic.twitter.com/bzYMz4Bv7K
Entre las plataformas digitales que han aceptado participar figura la aplicación de música en línea Deezer. Según una portavoz de la empresa entrevistada por la agencia AFP, Deezer "no recibe ninguna remuneración en esta fase de prueba". Y agrega que "no se trata de una cuestión económica sino de participar en un proyecto de democratización del acceso a la cultura para los jóvenes. Queremos que el círculo virtuoso de este plan nos permita dar a conocer mejor nuestra oferta", desarrolla la fuente.
"Habrá que hacer un balance serio tras la experimentación", completa el responsable del teatro Le Quartz de Brest, Matthieu Banvillet, que cree que este servicio "nos ayudará a cuestionarnos sobre nuestra relación con los jóvenes. Queremos que vengan a nuestros teatros".
De aquí al verano francés (entre junio y septiembre), vendrá la próxima etapa en que la aplicación se abrirá a más regiones y con un público no voluntario. La gran incógnita es el financiamiento. El Estado espera que el sector privado colabore con ofertas gratuitas, que se sumarán a los 39 millones de euros que han sido destinados a este programa en el presupuesto de este año.
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