Guía para entender las elecciones parlamentarias en Israel
Las elecciones de un nuevo parlamento fueron convocadas de manera anticipada por el primer ministro, Benjamin Netanyahu, para este martes 9 de abril. ¿Se mantendrá Netanyahu en el poder? La última palabra la tienen los votantes.
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Los de este martes 9 de abril serán unos comicios en los que uno de los temas de fondo y que plantea mayores incertidumbres es la permanencia o no del primer primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, en el poder tras cuatro periodos consecutivos y en busca de un quinto.
El Parlamento israelí, también conocido como el Knéset, será disuelto para dar paso a un nuevo Congreso. Y se hará de manera anticipada, es decir, antes de que culmine el periodo legislativo en noviembre próximo.
La decisión de convocar a la ciudadanía a unos comicios adelantados fue de la propia coalición de Gobierno liderada por Netanyahu, cuyo partido principal es el Likud. Esta decisión tiene una razón fundamental: los conflictos políticos entre los partidos de coalición de Gobierno.
La coalición se ha enfrentado en los últimos tiempos a una intensa presión política que aumentó con la partida del exministro de Defensa, Avigdor Lieberman, y su partido Israel Nuestra Casa, a mediados de noviembre de 2018.
La reducción del número de escaños en el Parlamento dejó a la coalición de Gobierno con 61 asientos incluido el partido Likud y 59 para la oposición. Por eso se citó a elecciones anticipadas.
Algunos observadores de la política interna de Israel creen que la crisis al interior de los partidos que apoyan al primer ministro está más conectada con los problemas judiciales de Netanyahu que con cualquier otra cosa.
Ningún partido podría obtener la mayoría de los votos
En las elecciones de este martes 9 de abril, 40 partidos políticos se disputarán 120 escaños en el Parlamento israelí, pero ninguno de ellos tiene los votos suficientes para gobernar solo (ni lo han tenido desde las primeras elecciones de Israel en 1949).
Los partidos que participarán en las elecciones parlamentarias representan una amplia gama de alianzas y agrupaciones, incluido un significativo bloque árabe-israelí. Por lo tanto, se espera un replanteamiento político del actual Parlamento.
Benny Gantz: la piedra en el zapato de Netanyahu
Netanyahu, a nombre del partido de derecha Likud, ha tenido algunos "logros" diplomáticos entre los que se cuentan una sólida relación con el presidente estadounidense, Donald Trump, la transferencia de la embajada de Estados Unidos a Jerusalén, la apertura de Israel a muchos países árabes y el acercamiento al ruso Vladímir Putin.
Con una mínima ventaja en las encuestas está el exmilitar Benny Gantz, visto como el más fuerte rival de Netanyahu, quien encabeza la coalición Azul y Blanco (los colores de la bandera de Israel), formada por tres partidos: Resiliencia para Israel, el centrista Yesh Atid, del exministro Yair Lapid, y el movimiento Telem.
El Partido Laborista Israelí, liderado por Avi Gabai, de 52 años, está buscando recuperar su gloria histórica después de haber dominado la vida política del país durante muchos años. Pero sus posibilidades son escasas frente a las alianzas forjadas por varios partidos de derecha.
Entre los partidos clasificados de "extremismo religioso" está el Shas, compuesto por judíos de ascendencia europea y el Judaísmo Unido de la Torá, formado por judíos de Europa del Este (Ashkenazim).
Estos dos partidos tienen actualmente 13 escaños y representan el diez por ciento de la población judía religiosa. Ambos anunciaron su apoyo a Benjamin Netanyahu.
Los partidos árabe-israelíes, otros actores en la contienda
Los ciudadanos árabe-israelíes constituyen alrededor de una quinta parte de la población en el país. Cuando sus representantes se unieron en una lista conjunta en 2015, sorprendieron con 13 escaños en el Knéset, siendo la tercera fuerza política.
Cuatro partidos árabes entrarán en las elecciones del 9 de abril con dos listas: La del Frente Árabe Demócrata y Árabe para el Cambio y la lista de la Unión Árabe y el Partido Tagammu, que se compone del Movimiento Islámico del Sur y el Partido Democrático del Sur, un partido nacionalista árabe fundado por el ex diputado Azmi Bishara.
¿Cómo funcionan las coaliciones en Israel?
Una vez se conozcan los resultados, el presidente de Israel, Reuven Rivlin, deberá elegir al legislador que crea, tiene la mejor oportunidad de formar una coalición (de ahí la importancia para el actual primer ministro de conquistar la mayor cantidad de votos).
El candidato, que no necesariamente tiene que ser el jefe del partido que ganó la mayoría de los votos, tiene hasta 42 días para formar un Gobierno. De no hacerlo, el presidente le pediría a otro político que lo intente.
Es probable que, de lograr una victoria partidista en las elecciones, Netanyahu busque una coalición similar a su gobierno actual, con partidos ultranacionalistas y judíos ortodoxos.
¿Cuál es el número de votantes y cómo funciona el sistema electoral?
Unos 6,3 millones de votantes habilitados están llamados a participar en el proceso. En 2009, se registró una no despreciable tasa de participación del 72,3 por ciento.
El de Israel es un sistema de votación proporcional, que permite a los pequeños partidos lograr escaños: entre más votos tenga, más sillas gana.
Pero también hay un umbral. Para ingresar al Parlamento, cada partido debe obtener al menos el 3,25 por ciento de los votos. Los que lo superen, obtendrán automáticamente al menos cuatro escaños, pero si el resultado es menor a ese porcentaje, el partido queda excluido.
La hegemonía de Netanyahu versus la popularidad de un exmilitar
Apodado "King Bibi" por revistas como 'Time' y 'The Economist', Netanyahu ha tenido un discurso duro contra los palestinos y se presenta a sí mismo como víctima de los prejuicios de los medios de comunicación y del sistema judicial.
Benny Gantz ha buscado adeptos basado en su fuerte: la seguridad nacional. Dice ser la salvación para una sociedad dividida religiosa y étnicamente.
Con EFE, Reuters y AP
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