Asesinada una periodista en medio de un "incidente terrorista" en Irlanda del Norte

Una joven periodista, identificada como Lyra McKee, que se encontraba cubriendo los disturbios fue alcanzada por disparos que, según las autoridades, fueron perpetrados por "un pistolero que apareció en esa zona y comenzó a disparar contra la policía". McKee fue rápidamente evacuada de la zona en un vehículo policial y trasladada al hospital Altnagelvin, donde falleció, según confirmaron los uniformados.

El comisario adjunto de la policía de Irlanda del norte, Mark Hamilton, dijo: "tristemente puedo confirmar que después de los disparos lanzados esta noche en Creggan, una mujer de 29 años ha sido asesinada. Estamos tratando esto como un incidente terrorista y hemos lanzado una investigación por asesinato".

Los uniformados responsabilizan de los hechos al llamado Nuevo IRA, señalado como un grupo de paramilitares que se consideran herederos del Ejército Republicano Irlandés, IRA, por sus siglas en inglés.

"Creemos que esto es un acto terrorista, creemos que ha sido perpetrado por disidentes republicanos violentos; nuestra valoración en este momento es que es probable que el Nuevo IRA esté detrás y esto constituye nuestra primera línea de investigación", afirmó Hamilton el viernes 19 de abril, en una rueda de prensa.

Los hechos violentos en los que murió la reportera se produjeron después de registros domiciliarios en el área, con los que la policía pretendía precisamente evitar futuros ataques.

Leona O'Neill, otra periodista que se encontraba en el lugar, escribió en su cuenta de twitter que la policía fue atacada con docenas de bombas Molotov, ladrillos y botellas. Videos de la escena mostraron dos vehículos incendiados en medio de la calle.

La violencia vuelve en medio de temores por el Brexit

Las autoridades y varios grupos políticos habían señalado su precupación ante un posible aumento de la violencia a causa del Brexit. Según las autoridades, los grupos violentos temen que la salida del Reino Unido de la Unión Europea imponga una frontera física entre Irlanda del Norte, territorio británico, y la República de Irlanda.

Precisamente el acuerdo del Viernes Santo, que acabó con una guerra sangrienta, contempla la ausencia de barreras físicas en la isla irlandesa. Evitar el regreso de una frontera dura entre ambos territorios es uno de los puntos más espinosos para el divorcio entre Londres y Bruselas.

Los disturbios de este 18 de abril en Londonderry y la explosión de un coche bomba en la misma ciudad el pasado enero, según las autoridades, despiertan el temor de una nueva ola de violencia por parte de grupos paramilitares.

Con Reuters y EFE