Un ataque en una sinagoga de California deja una mujer muerta
Un joven de 19 años entró armado durante una ceremonia religiosa en el último día de celebración de la Pascua judía. Las autoridades hablan de crímenes de odio.
Primera modificación:
Un hombre de 19 años entró con un rifle semiautomático y abrió fuego en un templo judío en Poway, a 30 km al norte de San Diego, en California, Estados Unidos. Una mujer resultó muerta y tres personas heridas, entre ellas el rabino del templo y una niña.
El presidente Donald Trump se pronunció sobre los ataques vía Twitter: "Mis pensamientos y oraciones están con todas las personas afectadas por el tiroteo en la Sinagoga de Poway, California. Dios los bendiga a todos. El sospechoso ha sido capturado. Las fuerzas del orden hicieron un excelente trabajo. ¡Gracias!"
Thoughts and prayers to all of those affected by the shooting at the Synagogue in Poway, California. God bless you all. Suspect apprehended. Law enforcement did outstanding job. Thank you!
Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 27 de abril de 2019
Según el jefe de policía de San Diego, David Nisleit, el atacante llamó al número de emergencias 911 desde su vehículo para reportar el tiroteo. Este fue detenido poco después por un agente que interceptó el automóvil del joven.
La policía local dijo que, durante el interrogatorio, el autor del ataque no había podido decir cuál fue el motivo que lo llevó a atentar contra la sinagoga. Hasta ahora se sabe que el sospechoso, identificado como John Earnest, es blanco y las autoridades revisan sus redes sociales. Al parecer no tiene antecedentes penales, aunque los policías están investigando una afirmación del sospechoso en internet según la cual habría incendiado una mezquita en una localidad cercana el mes pasado. Este incidente resultó en daños al edificio pero no dejó heridos.
Según el alcalde de Poway, el ataque es un crimen de odio
Steve Vaus, el alcalde de Poway, dijo en declaraciones a la cadena de televisión estadounidense CNN que el ataque había sido "un crimen de odio". Añadió que "nadie debería tener miedo de ir a su lugar de culto, y nadie debería ser el blanco de ataques por practicar su fe".
Los creyentes en la sinagoga celebraban el último día de la Pascua judía, una importante celebración para esa religión, que conmemora la huida de los antiguos hebreos de la esclavitud en Egipto.
Lo cierto es que el ataque abre una vez más el debate sobre el control de armas y los choques xenófobos, en un país donde su presidente, acusado de racista por sus críticos, calificó los hechos "como difíciles de creer."
El ataque sucede exactamente seis meses después de que Robert Bowers, de 46 años, entrara a la sinagoga Árbol de la Vida en Pittsburgh y matara a 11 personas, el 27 de octubre de 2018.
Con AP y Reuters
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