Guerra arancelaria

Aumento de los aranceles en EE.UU. muestra su "frustración por no poder frenar a China"

Estados Unidos planea un fuerte aumento de los aranceles para los productos chinos, que entrará en vigencia el 10 de mayo. Los expertos dicen que esto es un signo de la frustración de Trump por un estancamiento en las negociaciones comerciales.

Mark Schiefelbein / AFP
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Estados Unidos aumentará la tasa arancelaria del 10 % al 25 % a los productos chinos importados por valor de 200.000 millones de dólares, confirmó la Casa Blanca el lunes 6 de mayo. Este anuncio se produce cuando un equipo de negociadores chinos viajará a Washington para adelantar las conversaciones el jueves y viernes, en un intento por resolver más de un año de disputas sobre el comercio entre ambas potencias.

"Nos estamos moviendo hacia atrás en lugar de avanzar y en opinión del presidente esto no es aceptable", dijo Robert Lighthizer, el asesor de comercio más importante del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. "Durante la última semana, más o menos, hemos visto una erosión en los compromisos de China", agregó.

La seguidilla de tweets de Donald Trump anunciando las tarifas tomó a algunos observadores y empresarios estadounidenses por sorpresa, ya que EE.UU. y China habían expresado hasta hace poco cierto optimismo encaminado a alcanzar un acuerdo pronto.

"Durante 10 meses, China pagó 25% de aranceles a Estados Unidos por 50.000 millones de dólares en (bienes) tecnológicos y 10% sobre 200.000 millones de dólares de otros bienes", dijo Trump en Twitter. "El 10% va a subir a 25% el viernes", anunció.

En cuanto a Beijing, es probable que hayan visto los mensajes en Twitter de Trump como "provocativos e insultantes", dijo el analista financiero Chris Krueger a ‘Bloomberg’.

"Es muy difícil ver cómo saldrán de este callejón sin salida"

"Estas negociaciones están en un punto muerto y es muy difícil ver cómo las dos partes saldrán de esto", dice Jean-François Dufour, especialista en economía china y director de la consultora francesa DCA Chine-Analyze. Durante meses, Washington y Beijing se contentaron con participar en las escaladas en el comercio, pero ahora se encuentran "teniendo que discutir los problemas en el centro del asunto y pueden ver lo difícil que es reconciliar sus puntos comunes”, continúa Dufour.

Beijing está pidiendo el fin inmediato de las represalias estadounidenses en el comercio, que han afectado el crecimiento económico de China y cree que ya ha hecho suficientes concesiones a EE. UU. En particular, China acordó importar más productos estadounidenses durante los próximos seis años e introdujo una ley en 2018 para detener las transferencias de tecnología obligatorias para las empresas extranjeras que invierten en el país. Esta práctica de obligar a las empresas a entregar sus secretos ha ayudado a China a ponerse al día tecnológicamente con Occidente, pero ha sido fuertemente criticada por muchos de los socios comerciales del país, en particular Estados Unidos.

Pero Washington teme que estas concesiones no sean más que promesas vacías que no se harán realidad. "La Administración Trump entiende que el gran problema con China no es la ley en sí, es la falta de un Estado de derecho", dice Dufour. "Los tribunales están controlados por el Partido Comunista, por lo que la ley solo se aplica con la palabra del partido", explica.

El presidente Donald Trump llega a un evento para celebrar el aniversario de la iniciativa "Be Best" de la primera dama Melania Trump en el Jardín de Rosas de la Casa Blanca en Washington, EE. UU., el 7 de mayo de 2019.
El presidente Donald Trump llega a un evento para celebrar el aniversario de la iniciativa "Be Best" de la primera dama Melania Trump en el Jardín de Rosas de la Casa Blanca en Washington, EE. UU., el 7 de mayo de 2019. Jonathan Ernst / Reuters

'No hace falta mucho para que Beijing haga promesas'

En consecuencia, EE. UU. ha pedido que se establezca un organismo o mecanismo independiente para garantizar que se implementen los acuerdos que establezcan los dos países. Sin embargo, China no puede aceptar eso "porque no permitiría al Gobierno intervenir en la aplicación de las reglas", según Dufour.

El tweet de Trump y su promesa de aumentar los aranceles "refleja su frustración por no poder sorprender a Beijing, por no poder obligar a China a hacer su voluntad", continuó Dufour. El presidente de Estados Unidos cree que la fortaleza actual de la economía estadounidense le permitirá aumentar la guerra comercial porque significa que China tiene mucho más que perder que su país.

Si Trump está satisfecho con las promesas chinas de importar más productos estadounidenses, lo que podría permitirle "postularse en 2020 como el candidato que ha ganado concesiones de parte de China, esta estrategia puede funcionar, porque China no necesita mucho para hacer promesas", plantea Dufour. Sin embargo, si el presidente de EE. UU. quiere que Beijing lleve a cabo las reformas reales que Washington desea, tiene "pocas posibilidades de éxito".

Este artículo fue adaptado de su original en francés.

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