Elecciones en Sudáfrica

Sudáfrica cierra una jornada electoral tranquila con Ramaphosa como favorito

Las urnas ya se cerraron en Sudáfrica, que este 8 de mayo votó para elegir presidente. El actual mandatario, Cyril Ramaphosa, es el favorito a pesar de que su partido, el CNA, puede perder fuerza.

El presidente interino de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, vota el 8 de mayo en Soweto, en Johanesburgo, para las elecciones generales.
El presidente interino de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, vota el 8 de mayo en Soweto, en Johanesburgo, para las elecciones generales. Mike Hutchings / Reuters
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Casi 27 millones de sudafricanos se inscribieron para las elecciones de este 8 de mayo, en las que se elige al próximo presidente de esta potencia del continente africano. El actual mandatario interino, Cyril Ramaphosa, parte como favorito en los comicios, que son los sextos celebrados en la historia democrática del país.

Es la primera vez que Ramaphosa se enfrenta a las urnas, ya que llegó a la Presidencia tras la renuncia del entonces presidente Jacob Zuma en febrero de 2018. Tras el cierre de las urnas a las 19:00 GMT se comprobará si los electores castigaron al Congreso Nacional Africano (CNA), el partido de ambos, o si Ramaphosa logró espantar los fantasmas de corrupción que pesan sobre la organización política.

Se prevé que la participación sea alta, a pesar de que no hay cifras confirmadas. El jefe de la Comisión Electoral Independiente sudafricana (IEC), Sy Mamabolo, aseguró ante la prensa que se habían visto "largas filas de electores esperando pacientemente para votar en colegios de todo el país" en unas "escenas que recuerdan a 1994", el año de las primeras elecciones democráticas y las que ganó el histórico líder Nelson Mandela.

La jornada electoral transcurrió sin incidentes, a pesar de que una veintena de colegios, de un total de casi 23.000, se retrasaron en la apertura, dificultando el voto para las personas de sus respectivas regiones.

Sudafricanos esperan en fila para votar en un colegio electoral de Alexandra, en Johannesburgo, este miércoles 8 de mayo.
Sudafricanos esperan en fila para votar en un colegio electoral de Alexandra, en Johannesburgo, este miércoles 8 de mayo. Mike Hutchings / Reuters

Los liberales y una escisión del CNA le disputan el poder a Ramaphosa

A pesar de que hay un total de 48 partidos inscritos para las elecciones, son tres las principales formaciones que compiten en los comicios. Según la última encuesta publicada por el Instituto Sudafricano de Relaciones Raciales (IRR), Ramaphosa obtendría el primer lugar con un apoyo del 50 al 54% del total.

En segundo lugar está la Alianza Democrática, un partido liberal de centro y tradicionalmente capitalizador del voto de las personas blancas, aunque en estas elecciones su candidato es Mmusi Maimane, la primera persona negra en liderar la formación. Con solo 38 años se prevé que logre alrededor del 25% de los votos.

Finalmente, la tercera fuerza serían, según los sondeos, los Luchadores por la Libertad Económica (EFF, por sus siglas en inglés), quienes obtendrían entre el 10 % y el 14% de las papeletas. El partido es una escisión por la izquierda del CNA fundado por Julius Malema, quien aboga por políticas económicas socialistas y una política en favor de la población negra.

Tanto Maimane como Malema podrán capitalizar parte del descontento del electorado hacia el CNA, que lleva 25 años en el gobierno. El líder de la Alianza Democrática publicó un tuit donde hacía un llamado a los "millones de sudafricanos que están cansados de las promesas vacías, las mentiras y la corrupción y que quieren algo mejor" para el país. "Votar es una expresión de lo que es posible, imaginemos un mañana mejor", agregó.

La corrupción y la desigualdad, los ejes de las elecciones

En el centro del debate público de estas elecciones se encuentra la corrupción de la clase política dirigente, una preocupación especialmente azuzada después del escándalo que apartó a Zuma del poder.

A pesar de que Ramaphosa ha llevado como bandera la lucha contra este flagelo, los sondeos apuntan a que el CNA no logrará superar el 60% de los votos, una cifra que siempre sobrepasó desde las elecciones de 1994, a excepción de las de 2016. Si el CNA no alcanza el 50%, deberá pactar con otra fuerza política para gobernar.

La corrupción toma una dimensión especialmente preocupante cuando se tiene en cuenta la crítica desigualdad que afecta Sudáfrica. Según el Banco Mundial, la desigualdad en el país ha aumentado desde 1994, y en la actualidad el 1% de la población concentra más del 70% de la riqueza.

Además, gran parte de los segmentos más desfavorecidos de la sociedad siguen siendo de raza negra o mestiza. Las personas blancas aún son la mayoría de los propietarios de las tierras del país. A pesar de que han pasado 25 años desde el fin del apartheid, el sistema de segregación racial que se instauró en el país, las desigualdades no han desaparecido.

Esta es otra de las críticas que dirige la población contra el CNA, el partido del fallecido expresidente Nelson Mandela que puso fin al apartheid en 1994. Desde entonces, el partido siempre ha ostentado el poder, pero sin lograr revertir la herencia del racismo y la desigualdad.

Con EFE y Reuters

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