Estados Unidos: los moderados criticaron a los liberales en el debate presidencial demócrata
Elizabeth Warren y Bernie Sanders, del ala más progresista del Partido Demócrata, recibieron críticas de parte de los otros ocho candidatos que participaron de la disputa en Michigan. Los moderados cuestionaron las propuestas “poco realistas”.
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La disputa entre liberales y moderados dominó el primero de dos debates entre los candidatos presidenciales del Partido Demócrata para las elecciones generales de Estados Unidos, que se realizarán el próximo año.
Elizabeth Warren y Bernie Sanders, del ala más progresista de la formación política, fueron el blanco principal de las críticas de otros ocho candidatos que participaron de la discusión televisada, la cual tendrá su segunda ronda este miércoles 31 de julio con la intervención de los diez postulantes restantes de la interna demócrata.
En la segunda noche intervendrán el máximo favorito, según las encuestas, el exvicepresidente Joe Biden, junto a otros nueve candidatos, entre ellas, la senadora por California, Kamala Harris.
La convicción de que es necesario evitar un segundo mandato del presidente republicano Donald Trump fue un punto en común de los demócratas. Pero las divergencias surgen en el cómo: mientras desde el lado liberal exigen apostar a políticas progresistas para marcar diferencias claras con el Partido Republicano y atraer a los votantes, desde el lado moderado sostienen que esas propuestas no son viables y pondrían en peligro las opciones demócratas en las elecciones de 2020.
Warren, senadora por Massachusetts, y Sanders, senador por Vermont, fueron ubicados en el centro del escenario y, por momentos, estuvieron espalda con espalda para defender sus proyectos progresistas de los ataques de sus contrincantes.
“No entiendo por qué alguien se toma la molestia de postularse para ser presidente de Estados Unidos solo para hablar sobre lo que no podemos hacer y por lo que no deberíamos luchar”, apuntó Warren.
En la misma línea, Sanders dijo estar “cansado de que los demócratas tengan miedo de las grandes ideas”, algo que, según él, no ocurre con los republicanos.
‘Medicare for All’, centro de la disputa entre liberales y moderados
La primera parte del debate se centró en el futuro del sistema de salud de Estados Unidos y, en ese aspecto, surgieron algunas de las diferencias más marcadas entre los candidatos.
La propuesta de ‘Medicare for All’, impulsada por Sanders para establecer un sistema de atención médica universal gratuita, fue blanco de ridiculizaciones y cuestionamientos del ala moderada, que la ve como una iniciativa poco viable y que implicaría acabar con los seguros privados.
El exrepresentante por Maryland, John Delaney, se preguntó “¿por qué tenemos que ser parte de quitarle algo a la gente?” y acusó a Sanders y Warren de decirle a la mitad del país “que su seguro de salud es ilegal”.
Para los conservadores demócratas, ese plan sería costoso e ineficaz, forzaría un aumento de los impuestos y le daría una prueba a los republicanos que, con Trump a la cabeza, acusan al Partido Demócrata de acercarse al socialismo.
Warren defendió la propuesta al remarcar que ‘Medicare for All’ no quitaría derechos a la atención en salud, algo que “los republicanos están tratando de hacer”, mientras que Sanders agregó que la sanidad es “un derecho humano, no un privilegio” y prometió “luchar por eso”.
Cada año, millones de personas pierden su seguro médico. Si desea seguridad y libertad de elección en un sistema de atención médica que no lo llevará a la bancarrota, la respuesta es Medicare para todos. #DemDebate
Bernie Sanders (@BernieSanders) July 31, 2019
También hubo discrepancias en torno a la política migratoria y la propuesta de despenalizar los cruces fronterizos ilegales.
El gobernador de Montana, Steve Bullock, uno de las voces emergentes en las rondas de debates demócratas, adujo que “no se debe despenalizar todo” y reclamó la presencia de un presidente “con el juicio y la decencia para tratar a alguien que viene a la frontera como uno de los nuestros”.
Warren defendió la idea de “expandir la inmigración legal” y “crear un camino a la ciudadanía no solo para los soñadores, sino también para las abuelas y para las personas que han estado trabajando aquí en las granjas y para los estudiantes que han excedido sus visas”.
Si bien la maratón de debates presidenciales está lejos de terminar, varios candidatos demócratas están luchando para sobrevivir en una amplia carrera que enfrenta a una veintena de postulantes, de rangos muy diferentes de ideologías, edades y religiones.
Algunos aspirantes de menor peso podrían ser excluidos de próximos debates si no logran alcanzar un nuevo umbral en las encuestas o en los límites de recaudación de fondos dispuestos por el Comité Nacional Demócrata (DNC).
Varios de los candidatos de menor rango intentaron elevar su dialéctica para disfrutar del “éxito” que alcanzó Kamala Harris, gran vencedora de la primera ronda de debates el mes pasado pasado. Ella buscará extender su buena renta en la segunda tanda de discusiones este miércoles 31 de julio, instancia en la que Biden intentará dejar atrás su pobre desempeño de la primera vuelta y defender su posición como favorito en las encuestas.
Con Reuters y AP
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