Israel: Benny Gantz acepta la idea de un Gobierno de coalición, pero sin Benjamin Netanyahu
Benny Gantz, ganador de las elecciones del martes 17, rechazó la idea de formar un gobierno de coalición liderado por el primer ministro Benjamin Netanyahu. Este, que le había propuesto un gobierno rotativo, se declaró decepcionado y sorprendido.
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Debilitado, Benjamin Netanyahu trata de salvar su puesto. Dos días después de las elecciones parlamentarias israelíes, de las cuales no salió ninguna fuerza con mayoría suficiente para formar gobierno, el primer ministro invitó el jueves 19 de septiembre a su mayor contrincante, Benny Gantz, a discutir un Gobierno de coalición.
El ex general, líder del movimiento Azul y Blanco, aunque se pronunció a favor de un gobierno de unidad, rechazó la idea de una coalición liderada por Netanyahu. “No cederemos a ningún dictado” le respondió Benny Gantz en una rueda prensa. “Azul y Blanco es el mayor partido, ganamos”, agregó. “No entraremos en una coalición liderada por Netanyahu”, precisó Moshe Yaloon, otro líder del partido que podría acabar con la configuración actual del poder israelí.
El resultado electoral, sumado a estas declaraciones, dejan a 'Bibi', como se apoda al primer ministro, en uno de los momentos más críticos de su carrera.
"Llamé a la formación de un gobierno de derecha, pero desafortunadamente los resultados electorales muestran que esto no es posible, y la gente no decidió entre los dos bloques (…) no hay más remedio que formar un gobierno de unidad, lo más amplio posible", había propuesto antes Netanyahu en un mensaje de video.
Luego de ver rechazada esta propuesta por Gantz y su movimiento, el primer ministro se dijo "decepcionado y sorprendido".
El gobernante más longevo de la historia de Israel (ha ocupado el cargo de primer ministro por un total de 13 años) se ve ante una situación que le podría costar el puesto. En las urnas, los votantes castigaron su estrategia, que consistía hasta ahora en apostar a la constitución de un ejecutivo con la adición de los conservatismos, a los que se empeñó a seducir durante la campaña.
Pero el Primer ministro perdió apoyo en comparación con las elecciones de abril y, ahora, a modo de último remedio, tendió la mano a su rival centrista... Y su intento ha sido rechazado.
Los resultados, contado un 97% de los votos, del escrutinio legislativo dan al Likud de Netanyahu 31 escaños, frente a 33 para el partido Kahol Lavan, "Alianza Azul y Blanco", del exgeneral Benny Gantz. Ambos lejos de la mayoría absoluta en el Knesset, la cámara israelí que funciona 120 representantes y en la que se necesitan 61 escaños para conformar gobierno.
Sumando los potenciales aliados de cada bloque, los partidos religiosos o de ultraderecha para Benjamin Netanyahu, y las formaciones izquierdistas o árabes para Benny Gantz, el contador caería a apenas unos 55 diputados para cada campo.
Benjamin Netanyahu cambia su discurso
"Benny, necesitamos establecer el gobierno de unidad más amplio posible, la gente espera que asumamos la responsabilidad y que actuemos en conjunción (…) no nos podemos permitir ir a una tercera elección, estoy en contra", instó el Primer ministro en su mensaje inicial.
El día anterior, afirmaba que el país solo tenía dos opciones: un gobierno de derecha dirigido por él o un "Gobierno peligroso basado en partidos árabes". Un pique contra su oponente Benny Gantz, quien había insinuado abrir conversaciones con formaciones árabes con la esperanza de llegar a una coalición.
La 'Lista Unida', que agrupa a cuatro partidos árabes, logró en estas elecciones uno de sus mejores resultados, con 13 escaños y va a jugar un papel importante en los escenarios por venir.
Otro jugador clave en esta competencia por formar gobierno es Israel Beitenu, de Avigdor Liberman, quien logró 8 diputados. Lieberman, quien fue ministro de Defensa de Netanyahu y representa la derecha laica, dimitió a fines de 2018, generando así la necesidad de convocar estas elecciones.
“Nuestro objetivo es formar un gobierno de unidad liberal”, escribió por su parte en las redes sociales Yair Lapid, otra figura de ‘Azul y Blanco’, enfatizando que Benjamin Netanyahu es la “persona que está entre nosotros y este Gobierno”.
“Si Bibi se hace a un lado, habrá un Gobierno de unidad aquí. Esto es lo que la mayoría de los ciudadanos del Estado de Israel quieren. Los oficiales del Likud entienden que Netanyahu está tratando de arrastrarnos a otra campaña electoral”, expresó Lapid.
Benny Gantz ganó un importante respaldo electoral y está en posición de fuerza en las negociaciones que inician. El presidente de Israel, Reuven Rivlin, quien tiene un gran respeto en Israel en su función ceremonial, acogió con satisfacción el llamado de unidad de Netanyahu. Acatándose a las prácticas usuales, pero no obligaciones, Rivlin debería invitar al jefe de la mayor fuerza en el Knesset, es decir Gantz, a tratar de formar un Gobierno.
En paralelo a esta agenda política, se espera este jueves la visita de Jason Greenblatt al país hebreo. El Representante Especial para Negociaciones Internacionales de Donald Trump, el presidente de Estados Unidos, se reunirá con Netanyahu y Gantz para referirse al ‘plan de paz’ que preparación Washington y que no cuenta con participación palestina.
Cada vez más fragilizado, Netanyahu canceló su discurso ante la Asamblea General de la ONU, que estaba previsto la próxima, para concentrarse sobre su futuro político.
Con Reuters y AFP
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