Irak: aumenta a cerca de 240 la cifra de muertes en medio de las protestas antigubernamentales
Primera modificación:
Al menos otras cinco personas fallecieron en las manifestaciones de este 28 de octubre, lo que eleva la cifra de muertos desde que comenzaron las protestas el 1 de octubre, en rechazo a la falta de servicios públicos y las altas tasas de desempleo.
Fue un claro desafío al toque de queda y a las advertencias de “severas sanciones” del gobierno contra quienes se ausentarán de sus empleos y escuelas para protestar por “la caída del régimen”.
Con manifestaciones pacíficas y otras con focos de violencia, los iraquíes se tomaron las calles en una nueva jornada de movilizaciones, que comenzaron el pasado 1 de octubre, en rechazo a la falta de servicios públicos. Irak, uno de los tres principales países exportadores de petróleo del mundo, cuenta con una alta tasa de desempleo juvenil, en una nación cuyo 60 % de su población es menor de 25 años.
“No al toque de queda, nos quedaremos aquí, el toque de queda es uno de sus juegos y cuentos sucios. Una vez más nos dicen que los vehículos están prohibidos, que todos los que no vayan al trabajo van a enfrentar un castigo severo, esas cosas no nos asustarán, permaneceremos aquí incluso si perdemos mil mártires”.
A las manifestaciones se unieron este lunes 28 de octubre miles de estudiantes que marcharon por ciudades como Nasiriya, Najaf, Diwaniya y Bagdad, la capital, donde los activistas se congregaron en la céntrica plaza Tahrir, pese a la presencia de las fuerzas de seguridad que buscaban dispersarlos.
"Salimos hoy para exigir nuestros derechos que nos han estado quitado desde 2003 cuando el Gobierno estadounidense nos entregó a un grupo de ladrones", dijo Abbas al-Hamzawi, un estudiante de arqueología.
Según la Comisión de Derechos Humanos de Irak, decenas de activistas han sufrido heridas graves, en medio del lanzamiento de gases lacrimógenos, balas de goma y disparos al aire por parte de las fuerzas de seguridad para tratar de apartar a los manifestantes.
El retorno de las exigencias
Las protestas tuvieron una pausa de dos semanas, plazo que dio el líder espiritual de los chiitas, el ayatolá Ali Sistani, al Gobierno, para que resolviera las demandas de los manifestantes. El ultimátum se cumplió el pasado 25 de octubre, pero desde la pasada noche las protestas retornaron, luego de que las promesas del Gobierno no lograran convencer a la población iraquí.
El primer ministro del país, Adel Abdelmahdi, propuso reformas como el establecimiento de un nuevo tribunal para juzgar a funcionarios involucrados en corrupción. También anunció una reducción progresiva, hasta llegar a la mitad, de los salarios de los más altos cargos en el Gobierno y la creación de empleo para los jóvenes. Pero los manifestantes no creen en sus palabras.
“Ustedes no pueden derrotar a esta generación de globalización porque fue formada con democracia y mente abierta, deberían avergonzarse de ustedes mismos y renunciar, porque no van a cumplir ninguna reforma”, señaló, en referencia a las autoridades, un profesor universitario durante las manifestaciones en Bagdad.
Ahora, el descontento se extiende para exigir una nueva constitución y un cambio radical de la clase política y aunque el domingo, el presidente del país, Barham Saleh, dijo que discutió con la misión de la ONU en Irak las posibles formas para revisar la constitución, aún no hay una propuesta concreta.
“Hoy la juventud ya no pide empleos o servicios, los jóvenes quieren un cambio real y radical del poder. Ellos nos han estado gobernando durante 16 años, pero no han ofrecido nada, estamos cansados”, dijo un joven manifestante.
A pesar de la extensa riqueza petrolera de Irak, miembro de la OPEP, muchos de sus ciudadanos viven en la pobreza y con acceso limitado al agua potable, electricidad, atención médica básica y educación. En medio de este panorama, el país lucha por recuperarse tras años de conflicto luego de la invasión liderada por Estados Unidos en 2003 que acabó con el régimen de Saddam Hussein, que lideraba el país desde 1979.
Los iraquíes culpan a la élite política de su precaria situación, pues afirman que se enfoca en cumplir exigencias de aliados políticos como Estados Unidos e Irán, para perseguir su influencia en la región, por encima de las necesidades básicas de los iraquíes.
France24 con AFP y Reuters
Boletín de noticiasSuscríbase para recibir los boletines de France 24
Suscribo