En el Líbano los estudiantes continúan protestando en las calles
Primera modificación:
Miles de estudiantes de colegios y universidades salieron a las calles el jueves en varias ciudades principales del Líbano, durante la cuarta semana de movilización contra una clase política considerada corrupta.
Las protestas no se detienen en el Líbano. Miles de estudiantes se manifestaron el jueves 7 de noviembre en varias partes del país para continuar con las demostraciones, logrando bloquear administraciones públicas. Es la cuarta semana de un levantamiento popular inédito en contra de la clase política, acusada de ser corrupta e incompetente.
Llevando banderas libanesas, centenares de estudiantes se reunieron delante del Ministerio de Educación en Beirut. En otras zonas de la capital, organizaron una marcha en el barrio de Achrafieh. Envueltos en banderas, iban de un establecimiento al otro llamando a sus compañeros para apoyar el movimiento, según constataron los corresponsales de la AFP.
“¿Cómo vamos a hacer para vivir?”
"Reto a cualquier político o funcionario de alto cargo a que inscriba a sus hijos en un colegio público", declaró un estudiante ante los micrófonos de un medio de televisión libanés, delante del Ministerio de Educación.
“La economía va mal, no hay trabajo, ¿cómo haremos el día de mañana para vivir?”, añadió.
En Trípoli, la segunda ciudad más grande del país, donde las manifestaciones no cesan, decenas de manifestantes se reunieron delante de las oficinas del ministerio de Telecomunicaciones para impedir que los funcionarios pudieran entrar, según una corresponsal de la AFP.
En varias ciudades costeras, en particular en Jounieh y en Chekka, al norte de Beirut, los estudiantes se reunieron delante de la compañía de telefones pública Ogero para impedir la apertura de las oficinas, según la agencia de prensa ANI.
Una clase dirigente considerada corrupta
En las ciudades de mayoría chiita, Nabatiyé y Baalbek -bastiones del poderoso movimiento Hezbollah- estudiantes de colegios y universidades también se manifestaron, según la agencia ANI. En Saïda, ciudad en el sur del país, se movilizaron los estudiantes y los manifestantes se reunieron delante de la Autoridad de registro de vehículos para impedir que la administración abriera sus puertas.
Desde el 17 de octubre, centenares de miles de manifestantes invadieron las plazas principales de las ciudades para manifestar su ira ante una clase dirigente considerada corrupta e incompetente, en un país presa de una grave crisis económica.
El levantamiento ocasionó la renuncia del primer ministro Saad Hariri y de su gabinete, que aun así sigue gestionando los problemas cotidianos. El miércoles, el Banco Mundial estimó que “la etapa más urgente” para el Líbano era “la formación rápida de un gobierno que atienda las expectativas de todos los libaneses”.
En caso de un estancamiento persistente, la mitad de la población podría caer en la pobreza y el desempleo “aumentaría fuertemente”, advirtió el Banco Mundial, durante la reunión de una delegación con el presidente libanés, Michel Aoun. Según ellos, alrededor de un tercio de los libaneses ya vive por debajo del umbral de pobreza.
Con AFP
Este artículo fue adaptado de su original en francés
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