El presidente Daniel Ortega reaparece y descarta confinamiento en Nicaragua
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, de 74 años, reapareció en cadena nacional tras la ausencia más larga de su periodo como gobernante, 34 días, para hacer referencia a las controversiales medidas que su Gobierno está tomando frente a Covid-19.
Primera modificación:
Ortega dedicó su discurso a criticar a otros gobiernos y organizaciones, hablar de la búsqueda global de paz y elogiar el sistema de salud nicaragüense que según él, enfrenta la pandemia con “paciencia y disciplina”.
“Aquí si se deja de trabajar el país se muere, y si el país se muere, el pueblo se muere, se extingue” afirmó el mandatario nicaragüense dejando claro que no enviará a confinamiento a sus habitantes para contener mayores pérdidas económicas en el país centroamericano que según estimaciones del Banco Mundial, cerrará este año con un decrecimiento de -4.3%, al igual que El Salvador.
Ortega enfatizó que “aquí lo importante es que se ha seguido trabajando y guardando las normas de manera muy conscientes y disciplina” y que la epidemia, tras presentar el primer caso en Nicaragua el 18 de marzo pasado, “su avance ha sido lento y todos vienen por contacto de fuera”, dijo.
El Gobierno de Nicaragua aún no reconoce contagios comunitarios y afirma que los 9 casos existentes son “importados”, pese a que en las últimas semanas Cuba ha reportado que al menos 4 personas que dieron positivo de Covid-19 eran provenientes de Nicaragua.
Alerta internacional sobre el manejo del Covid-19
Organismos locales e internacionales han alertado sobre el manejo que el Gobierno de Nicaragua realiza frente a la pandemia. Tan solo entre mediados marzo y abril, anunció más de 2,000 actividades deportivas, religiosas y culturales con aglomeraciones en público, contrario a las recomendaciones de la Organización Mundial de Salud de evitarlas.
Además, envió en los últimos 30 días brigadas de salud a barrios y comunidades para informar sobre el virus y según la población, lo hacen sin ningún tipo de protección sanitaria. Datos oficiales estiman estas visitas en más de dos millones y se espera que continuarán como parte de una estrategia de prevención local.
El mandatario nicaragüense defendió sus medias afirmando que “si hemos salido en estampida nos pasa lo que le pasa a la gente en los estadios, que terminan aplastados”, y aseveró que toma las medidas que ha recibido de la OMS, “pero aplicándolas de acuerdo a nuestra realidad”. “Tenemos las capacidades para atender a la población en tanto el ritmo en que ha venido manifestándose la epidemia. Ha sido el que hemos logrado nosotros administrar”, aseguró.
Carissa Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud, manifestó el 7 de abril pasado que existe “preocupación” por las medidas que está tomando Nicaragua frente al Covid-19. “Tenemos preocupaciones en cuanto a la falta de distanciamiento social, las aglomeraciones masivas, tenemos preocupaciones sobre las pruebas, el rastreo de contactos, sobre el reporte de casos, también nos preocupa sobre lo que vemos cómo inadecuado, en cuanto a control y prevención de la infección“, aseguró.
Según ella, “en varias ocasiones y en varios niveles de manera formal e informal hemos expuesto esas preocupaciones a las autoridades nacionales en Nicaragua”.
El 4 de abril pasado, José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch, alertó sobre la “respuesta temeraria” ante Covid-19 de parte de Nicaragua y acusó al mandatario nicaragüense de “irresponsable”. “Con su irresponsabilidad ante esta crisis, Ortega pone en jaque la salud y las vidas de los nicaragüenses”, manifestó Vivanco.
Durante la represión, Ortega despidió a 400 médicos en represalia por darle atención médica a víctimas. Si las cifras del COVID-19 aumentan al nivel anticipada por su MINSA, podrían provocar el colapso de un sistema de salud que ya se encuentra debilitado. https://t.co/Nth15FJ5Ti pic.twitter.com/qbhxa6Fz2e
— José Miguel Vivanco (@JMVivancoHRW) April 15, 2020
También la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH), manifestó en su cuenta oficial de Twitter que la situación de derechos humanos en el país podría “agravarse” por la pandemia y agregó que “preocupa la ausencia de medidas de distanciamiento físico, como indicado por @opsoms, y la falta de acceso a información sobre pruebas y controles”.
Durante su mensaje a la nación, Ortega afirmó que el 90% de los hospitales del estado están dotados de recursos para atender la emergencia y que cuentan con suficientes “respiraderos” en referencia a ventiladores artificiales, aunque no dio un dato específico.
"Un discurso sin sentido"
Para el opositor José Pallais, la intervención de Ortega “es un discurso vacío, sin sentido, sin respuesta, sin transparencia” y agregó que los nicaragüenses “queríamos escuchar datos concretos, cuantos ventiladores hay. Toda la información que era importante para enviar un mensaje positivo. Esos datos no se escucharon”.
La falta de medidas y la poca información que se maneja sobre la pandemia en Nicaragua ha sido señalada por los presidentes de Costa Rica, El Salvador y Guatemala. Recientes comunicaciones de la OPS predicen que Covid-19 golpeará con mayor fuerza América Latina y el Caribe y esperan “que se intensifique en las próximas semanas”.
En Nicaragua los comercios lucen con poca afluencia y la población ha decidido realizar una cuarentena “voluntaria”. Al menos dos partidos políticos de oposición, grupos de sociedad civil, centros de pensamiento, profesionales de la salud, empresarios y la iglesia católica han invitado a los ciudadanos al confinamiento y han enviado propuestas concretas a Daniel Ortega para enfrentar la pandemia, pero hasta hoy, no reciben respuesta.
Boletín de noticiasSuscríbase para recibir los boletines de France 24
Suscribo