¿Será el Covid-19 la sentencia de muerte para el petróleo estadounidense?

Un lugar de extracción de crudo en Permian Basin en el condado de Loving, Texas, Estados Unidos. Archivo.
Un lugar de extracción de crudo en Permian Basin en el condado de Loving, Texas, Estados Unidos. Archivo. © Angus Mordant / Reuters

La producción de petróleo en Estados Unidos ha sido duramente golpeada por la pandemia de Covid-19. Hasta este 21 de abril, este mercado se recuperó de una caída histórica en el precio del barril, que cayó por debajo de los 0 dólares. Ya no hay demanda de oro negro, lo que podría firmar la sentencia de muerte para el sector petrolero estadounidense y socavar su estrategia de "soberanía energética".

Anuncios

El precio del crudo estadounidense seguía moviéndose al mediodía de este martes 21 de abril con un precio históricamente muy bajo (5 dólares el barril), luego de una estrepitosa caída del 300 por ciento el día anterior, que dejó el precio a -36 dólares.

En la actual crisis sanitaria, que está desacelerando la economía mundial, “nadie quiere petróleo que se siga extrayendo”, asegura Vincent Boy, analista de mercado francés, especializado en materias primas de la compañía IG, contactado por France 24. De hecho, ¿por qué seguir comprando este hidrocarburo si los aviones están parqueados en tierra y las refinerías apenas trabajan?

Los vendedores de petróleo tienen prisa por deshacerse de los excedentes que se acumulan, ya que el precio de almacenamiento es cada vez más costoso, pues los depósitos de petróleo son difíciles de encontrar. “No queda mucho más que en China, donde todavía hay espacio”, asegura Boy.

La gran incertidumbre de los productores petroleros de Estados Unidos

El precio del barril de crudo estadounidense fue el primero en caer por debajo de los 0 dólares. Por su parte, el petróleo Brent del Mar del Norte, referencia para el mercado europeo y global, todavía se cotiza a más de 20 dólares, pero el precio también está cayendo bruscamente y “la tendencia sigue la del mercado de Estados Unidos”, dijo Vincent Boy.

La especificidad de la caída histórica en el petróleo estadounidense se debe a un detalle técnico. Los precios se refieren al petróleo que se supone se entregará a finales del mes de mayo y, dadas las circunstancias, “los inversores piensan que no habrá más capacidad de almacenamiento y no anticipan la reanudación de la actividad a corto plazo", explica el analista francés. En el mercado del Brent, los contratos ya se están negociando para junio o julio y, para esta fecha, los profesionales de la industria esperan un mejor contexto económico en China y, en menor medida en Europa o Estados Unidos, lo que podría darle un poco de color a la situación.

Es por esta razón que el precio del petróleo estadounidense disponible en junio todavía se está negociando en alrededor de los 20 dólares.

Pero si el crudo estadounidense se vende a 20 dólares o a -30 dólares, esto no hace una gran diferencia para aquellos que se ven afectados principalmente por esta deriva en los precios del barril: los cientos de productores de petróleo estadounidenses independientes.

La situación sin precedentes de un arancel negativo solo refuerza la certeza de que una parte importante de ellos no sobrevivirá a esta crisis. De hecho, “casi el 80% de las compañías petroleras estadounidenses independientes irán a la bancarrota si el precio del barril se mantiene en 20 dólares o menos por un tiempo”, dijo la semana pasada Scott Sheffield, director general de Pioneer Natural Resource, uno de los pesos pesados del petróleo en Estados Unidos, ante la Comisión de Texas para la Regulación de la Producción de Petróleo.

"Es un buen momento para comprar petróleo"

El 21 de abril, cuando la pérdida se empezó a contraer y algunas cifras se fueron estabilizando, superando el resultado en negativo, el presidente Donald Trump anunció que EE. UU. almacenará petróleo hasta llenar las reservas del país.

"Basándonos en las mínimas récord del precio del petróleo, a un nivel muy interesante para mucha gente, vamos a llenar nuestra Reserva Estratégica de Petróleo, esperemos almacenar 75 millones de barriles en las reservas", anunció el magnate quien resaltó lo inédito de la medida: "Sería la primera vez en mucho tiempo", dijo. 

La Reserva Estratégica de Petróleo de Estados Unidos es la más grande del mundo y tiene capacidad para unos 800 millones de barriles almacenados en tanques de Texas y Luisiana. Trump dijo que le gustaría que su Gobierno adquiriera ese crudo, pero dejó la puerta abierta a solo almacenarlo para las petroleras.

Pero, con un barril que cuesta alrededor de 30 dólares, estas compañías petroleras tienen, según el empresario estadounidense, la oportunidad de pagar los préstamos sustanciales que se les han otorgado en los últimos años.

Sin esto, el coronavirus diezmará las filas de la industria petrolera estadounidense a muy alta velocidad. “Para algunas es cuestión de semanas, mientras que las más fuertes podrán aguantar unos meses”, afirma Vincent Boy.

¿Por qué Donald Trump quiere que Estados Unidos vuelva a trabajar en mayo?

Salvar los cerca de 250.000 empleos que dependen de los productores de petróleo independientes en Estados Unidos es una carrera contrarreloj. No es casualidad que el presidente Donald Trump, que ha hecho de la protección de estos trabajos una de sus prioridades, insista tanto en que el país vuelva a trabajar apenas empiece el mes de mayo.

En este mercado, todo es cuestión de anticipación: si la economía retoma el próximo mes, los inversores pueden apostar por una mejora en la situación en el segundo trimestre de 2020 y recuperar los precios del petróleo muy rápidamente. Pero, si la contención va más allá de mayo, entonces “es muy difícil imaginar una recuperación de la economía en el segundo trimestre”, según Boy.

El presidente Donald Trump no quiere salvar al sector petrolero estadounidense solo por ayudar a los trabajadores del sector. También es una cuestión geoestratégica: Estados Unidos ha invertido mucho en la producción nacional de petróleo durante años para reducir su dependencia de las importaciones de hidrocarburos en nombre de la “soberanía energética”.

Estados Unidos se las arregló, gracias al auge del petróleo de esquisto bituminoso, para convertirse en el principal productor mundial de oro negro, lo que les permitió tener una voz en la mesa de las grandes potencias petroleras como Arabia Saudita o Rusia. Es una estrategia a largo plazo que ahora está en peligro de ser cuestionada por un virus. “Es probable que la crisis sanitaria cambie el equilibrio de poder a favor de los países de la OPEP”, admite Vincent Boy.

Reducción de la producción mundial de petróleo

Un barril de crudo por debajo de los 20 dólares ejerce una presión financiera muy fuerte sobre todos en los países que, como Arabia Saudita o Rusia, dependen en gran medida de sus exportaciones de hidrocarburos. Para Riad, este déficit desacelerará los proyectos de inversión destinados a diversificar su economía para que sea menos dependiente del petróleo.

El reino wahabita es consciente del riesgo. Después de jugar con fuego al comienzo de la pandemia, al decidir unilateralmente bajar el precio de su petróleo y acentuando así la tendencia ya en declive, la semana pasada, Arabia Saudita negoció con Rusia una reducción histórica de la producción mundial de petróleo. La OPEP y Moscú han decidido reducirlo en 20 millones de barriles por día durante dos meses con la esperanza de subir los precios.

Una bomba petrolífera en funcionamiento al amanecer cerca de la población de Midland, Estados Unidos, el 7 de abril de 2020.
Una bomba petrolífera en funcionamiento al amanecer cerca de la población de Midland, Estados Unidos, el 7 de abril de 2020. © Larry W. Smith / EFE

Pero, la reducción está lejos de ser suficiente porque se espera que la demanda global caiga alrededor de 30 millones de barriles por día hasta el segundo trimestre, según la Agencia Internacional de Energía.

Por lo tanto, los países productores deberían hacer un esfuerzo adicional, pero Vincent Boy cree que dicho acuerdo no es muy creíble porque “hay demasiados intereses en conflicto sobre este tema”. Entre Arabia Saudita, que está lista para jugar la carta de un petróleo muy barato para tener algo del mercado; Estados Unidos, que no puede permitírselo; o incluso Rusia, que está en algún lugar entre los dos, va a ser difícil encontrar un terreno común.

La elección será difícil para Donald Trump. El mandatario estadounidense puede insistir en reiniciar la economía en mayo, con la esperanza de salvar el sector petrolero, pero con el riesgo de promover la propagación del coronavirus, lo que conduciría a un aumento en el número de muertes. O de lo contrario, puede dejarse convencer por los científicos y controlar la pandemia, lo que llevaría a una probable masacre entre los grupos petroleros, donde el presidente tiene algunos de sus partidarios políticos más ricos.

 

Este artículo fue adaptado de su original en francés.

Boletín de noticiasSuscríbase para recibir los boletines de France 24

Lleve las noticias internacionales a todas partes con usted. Descargue la app de France 24