Polémica en Chile por la efectividad de las nuevas medidas contra el Covid-19
Primera modificación:
La medida de que los funcionarios públicos vuelvan a sus trabajos presenciales genera una fuerte polémica en Chile, mientras el gobierno trata de implantar el concepto de una “nueva normalidad” para retomar la actividad manteniendo el distanciamiento social, que no convence a la ciudadanía.
¿Deben los funcionarios públicos volver a sus trabajos de forma presencial? El nuevo anuncio del gobierno de Chile de que los trabajadores públicos retomarían sus empleos presenciales de forma paulatina, a partir de esta semana, generó una nueva polémica -una más en una larga lista- y fue acogida con escepticismo por la ciudadanía, las autoridades médicas, políticas y sociales del país.
“Tenemos que aprender a vivir de una manera distinta”, reflexionaba el domingo la subsecretaria de Salud, Paula Daza, e “ir retomando de esta manera distinta paulatinamente nuestra vida”, manteniendo medidas como el distanciamiento social o el lavado de manos. La “Nueva Normalidad” que trata de promover el gobierno genera confusión y escepticismo en la ciudadanía.
Casi no ha habido una sola medida del gobierno chileno en tiempos de coronavirus que no haya sido cuestionada, desde las polémicas “cuarentenas dinámicas” a las aglomeraciones que han acompañado casi cada nuevo anuncio.
La de decretar la vuelta del sector público generó el rechazo sindicatos, de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP), de organismos médicos y de la propia mesa de expertos del Covid-19 que asesora el gobierno, que se apresuró a declarar que en esta decisión concreta la mesa no había sido consultada y que desaconsejaba esta medida.
Consejo Asesor COVID-19 apoya reingreso gradual de funcionarios públicos https://t.co/wKTPXhkAd7
— Paula Daza (@pdazan) April 21, 2020
Críticas transversales
También ha habido críticas de la oposición. “Cuando todo indica que la pandemia se acerca a su pico en los contagios, con el riesgo de colapso de la infraestructura crítica, nos parece una irresponsabilidad este intento apresurado de normalización de la vida del país”, señaló en un comunicado la Plataforma Socialista. “El gobierno supedita la salud de la población al funcionamiento de la economía”, añadió, rechazando el retorno presencial de trabajadores del sector público, así como la reapertura de centros comerciales y el próximo retorno a clases, postergado, ahora, hasta mayo.
La medida fue incluso rechazada por el presidente de uno de los partidos de la coalición oficialista, como Mario Desbordes de Renovación Nacional.
En la mente de todos, aún revolotean las también polémicas declaraciones del presidente de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), Carlos Soublette, “no podemos matar toda la actividad económica por salvar las vidas”, en una entrevista de la semana pasada.
El gobierno ante el rechazo generalizado, una vez más, muñequeó con todos los actores sociales para salirse con la suya y doblegó de nuevo a los expertos que el lunes, tras una reunión con el presidente Sebastián Piñera, modificaban su posición y afirmaban apoyar la postura.
Hemos llegado a una cierta estabilización de la situación epidemiológica, “que se puede visualizar no solo en el número de casos, que ha sido bastante estable, sino que, también en el número de defunciones y en el uso de camas críticas”, explicó en un comunicado del Ministerio de Salud, Ximena Aguilera, integrante de este consejo asesor del Covid-19 y directora del Centro de Epidemiología y Política de Salud de la Facultad de Medicina de la Universidad del Desarrollo.
“Nosotros apoyamos plenamente el reintegro gradual de las funciones públicas, en cuanto tenga en consideración siempre la situación de salud”, añadió.
La “Nueva Normalidad” no se entiende
Los llamados a retomar la normalidad generaron incluso más confusión cuando la subsecretaria Daza afirmó el lunes que un grupo de amigos podría quedar a tomar café, siempre que no sean más de 4 personas, se mantenga la distancia social y se porte mascarillas, que causaron furor en Twitter.
El gobierno se empeña en difundir un mensaje de “Nueva Normalidad”, que no convence a la ciudadanía.
“El gobierno ha introducido en nuestra discusión el término de una nueva normalidad a la cual no debemos acostumbrarnos” declara a medios Patricio Meza, vicepresidente del Colegio Médico de Chile, uno de los actores que más ha alzado la voz durante esta crisis sanitaria. “Queremos que este término no nos lleve a confusiones”, explica. “Hoy no estamos en condiciones de asumir normalidad”, añadió.
Esta opinión es compartida por otros expertos sanitarios que no ven en el número de casos reportados a diario -entre 300 y 400- suficientes motivos para creer que se aplana la curva de contagios.
Cuarentenas “dinámicas”
“Los funcionarios públicos no merecen tener que estar obligados a trabajar sin ni siquiera tener un resguardo para su salud”, expresa, ya que se ha denunciado escasez de material preventivo incluso para el personal sanitario. “El gobierno se ha adelantado y se ha adelantado de mala manera”, concluye.
“Creo que la situación es cada día más compleja y que el gobierno sinceramente perdió el rumbo, ya van más de 10.000 casos y las cifras siguen aumentando, las cifras no están dadas para volver a una normalidad, la gran mayoría de la gente va a pensar que está todo controlado”, explica Mauricio Urrutia, abogado de 36 años.
“Las condiciones no están dadas para que los funcionarios vuelvan a trabajar, se tiene que movilizar en transporte público que inevitablemente en las condiciones actuales van a aumentar los contagiados”, añade Urrutia.
itEl gobierno chileno también se ha decantado por cuarentenas dinámicas o progresivas, esto es en zonas de la ciudad que entran y salen de cuarentena en función de factores epidemiológicos. Esto significa que, a veces, la mitad de una comuna (barrio) de la ciudad esté en cuarentena y otras no, algo que tampoco es comprendido por la población.
“Absurdo porque resulta que aquí mismo de aquí hacia allá comienza Vitacura y de ahí para acá Providencia (barrios de Santiago). Es cosa de cruzar la calle y nada más. No encuentro que las medidas sean acordes a la gravedad del problema”, explica a France 24, Gabriel Justiniano de 73 años.
“Considero que las medidas de cuarentena dinámica están muy bien tomadas y que el gobierno no se equivocó, estamos bien”, expresa María Valdivia de 59 años.
En este momento 9 comunas de todo el país están en cuarentena (Arica en el norte, Temuco y Osorno y Punta Arenas, en el sur, la mitad de Ñuñoa y Santiago Centro, El Bosque, partes de San Bernardo y de Puente Alto, todas en Santiago) y tres más lo harán a partir de este jueves, sumando 8 barrios o sectores de los barrios en la capital chilena, la más afectada del país por el número de contagios (6083 de más de 11.000 casos confirmados por el momento).
Recuerda que este jueves entra en cuarentena, por siete días, parte de la comuna de Independencia. pic.twitter.com/5BHWsRAURT
— Paula Daza (@pdazan) April 21, 2020
En el país rige un toque de queda nocturno en todo el territorio (de 22 pm a 5am) la única medida a nivel nacional.
“Respecto al testeo creo que está bastante bien, al menos están haciendo hartos tests”, dice Nicole Andreu, de 45 años. Según declaraciones del ministro de salud chileno, Jaime Mañalich, Chile es el país de América Latina que más test realiza por millón de habitantes.
Al menos se rompió la tónica de las primeras semanas, en las que cada medida tomada por la autoridad era seguida de grandes aglomeraciones. Tras el toque de queda la apertura del metro se retrasó , medidas de pago de impuesto de circulación de autos, declaración de cuarentenas en distintos barrios y necesidad de clave única para permisos durante cuarentena.
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