¿Regresa la escasez y el mercado negro de los alimentos en Venezuela?

Hace unos días el Gobierno de Nicolás Maduro decidió traer de vuelta la política de control de precios en 27 productos básicos de la canasta alimentaria. Consumidores, comerciantes, y empresarios no están de acuerdo con la medida. 

Archivo: Una residente, que permanece en una silla de ruedas debido a una pierna rota, muestra comestibles y verduras en su refrigerador, en el barrio de Petare, Caracas, el 25 de julio de 2019.
Archivo: Una residente, que permanece en una silla de ruedas debido a una pierna rota, muestra comestibles y verduras en su refrigerador, en el barrio de Petare, Caracas, el 25 de julio de 2019. © Yuri Cortez / AFP
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"No quiero que regresen las colas para comprar comida. Ya nos estábamos acostumbrando a tener cierta normalidad en los supermercados donde se encontraban los productos necesarios de la cesta básica". Esa frase es de Irene Castro, que fue esta semana a comprar insumos para su hogar y notó que ya no hay varios productos en los anaqueles.

Esta situación empieza a hacerse normal después que el Gobierno de Nicolás Maduro decidiera volver a instaurar control de precios para 27 rubros de la canasta alimentaria, como anunció el pasado 24 de abril.

"Es cierto que todo estaba más costoso pero se conseguía. Ahora retrocedimos nuevamente. Otra vez volverán los vendedores informales a revender lo que escasea", alertó Castro.

Entre 2016 y 2018, los venezolanos podían ver en los negocios de víveres estantes enteros sin artículos y productos de un solo tipo llenos. La falta de inventario y la regulación de alimentos incentivó a los llamados “"Bachaqueros", personas que adquirían los productos a precios regulados y posteriormente los revendían en el mercado negro.

En el 2019 no hubo control de los precios y comenzó a verse gran oferta de productos en las vitrinas. Los consumidores ya no se quejaban de la escasez sino de que no podían pagar el costo de los productos. 

Según algunos comerciantes, esta es una política que no concuerda con la práctica 

Román García, dueño de un abasto de venta de charcutería y víveres, vació las vitrinas de su negocio que estaban llenas de alimentos comprados por encima del precio estipulado por el Gobierno. La Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde) lo visitó y lo obligó a sacarlos de inventario y le prohibió venderlos.

Estos productos que compró García son de la Polar, una de las tres empresas que está siendo fiscalizada por el Estado desde que el pasado 24 de abril decidió imponer nuevamente los controles. 

"Polar está despachando por encima de los precios regulados y la Sundde me dice que no reciba los pedidos. Uno de los productos que le compro a ellos es la harina pan y no voy a dejar de venderla porque es muy demandada. Los alimentos que me despacha esta empresa los ofreceré por las redes y a los clientes fijos si no los puedo tener legalmente en mi negocio", expresó a este medio.

Una mujer que lleva una máscara protectora recoge verduras en un mercado callejero durante la cuarentena nacional en respuesta a la propagación de la enfermedad de Covid-19 en Caracas, Venezuela, el 31 de marzo de 2020.
Una mujer que lleva una máscara protectora recoge verduras en un mercado callejero durante la cuarentena nacional en respuesta a la propagación de la enfermedad de Covid-19 en Caracas, Venezuela, el 31 de marzo de 2020. © Fausto Torrealba

Por experiencia propia, García piensa que los precios controlados traen escasez y que con tantos cambios en la economía, negocios como los suyos tienen que reinventarse.

"Yo entiendo a las empresas que se niegan a los controles. No van a ir a pérdida con los costos altos que implica producir en este país. Los precios nunca son estables", insistió.

Armando Chacín, es ganadero y la carne está de nuevo dentro de la lista de precios ajustados. Denunció que su sector no fue contactado para negociar el monto fijo a la proteína animal. "En un país inflacionario ponerle precio máximo a un producto es ponerle camisa de fuerza. Los insumos se compran a precio de dólar de mercado negro y a un costo más caro que el de otros países" señaló. 

También comentó que la política económica del país es el problema y que el Gobierno no apoya a los productores nacionales: "No compartimos la política que tiene ingredientes perjudiciales y no sostiene una estructura de costo. Aquí cada día se produce menos. Se necesita confianza, estímulo y después los precios se regulan solos", indicó y agregó que "las cajas sociales que vende el Estado son compradas fuera de Venezuela a precios internacionales, incentivando a productores de otros países y a nosotros, quienes trabajamos por nuestra nación con todos los problemas que eso implica, no se quieren meter la mano en el bolsillo para pagarnos los justo" sostuvo.

Muchos comerciantes coinciden en que, según la experiencia, al final ningún control surte efecto. 

"Lo que padecimos en el pasado puede reeditarse si no se corrige rápidamente"

Para la economista Sary Levy, los controles no importan dónde se hacen ni en qué época y si no se ajustan a los valores que el mercado está considerando, va a generar un desbalance.

"Si el precio está por debajo del oferente se va a generar escasez. Una cosa es evaluar situaciones donde hay monopolio, donde los controles tienen sentido, pero esa no es la forma adecuada y lo que padecimos en el pasado puede reeditarse si no se corrige rápidamente", acotó. 

Para Levy, el problema de precios está asociado con las cantidades. "Si tienes caída en la producción es normal que la escasez haga que el precio suba. En la medida que promueves la producción, promueves que los precios bajen", indicó a France 24.

La economista agregó que la caída de la producción de alimentos del país se ubica en 70% desde el año 2013. 

Levy difiere que el Gobierno de Nicolás Maduro haya impuesto nuevamente un control de precios para manejar la inflación. Según cifras del Banco Central de Venezuela, para el año 2019 ese índice llegó a 9585%. La Asamblea Nacional informó esta semana que la interanual llega a 4.210%. A su juicio, la hiperinflación de la nación petrolera se debe a políticas erradas de monetización.

La especialista en temas económicos venezolana opinó que "hay un afán de ir en contra la empresa sin ningún sentido y al final le genera mucho daño al consumidor", sin embargo aclaró que pese a que los controles no son buenos, la economía siempre trata de equilibrarse.

"A la hora de la verdad es como el agua, siempre encuentra su cauce. Si los comerciantes están comprando el producto a mayor precio, buscarán el mecanismo para venderlo de alguna manera y a precios muy altos, dando beneficio solo a un grupo de particulares", concluyó.

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