Con este plan, México se alista para volver a la "nueva normalidad" ante unas cifras preocupantes

Mónica Samudio, de 46 años, cuyo esposo Jorge García, de 51 años, murió a causa de la enfermedad por coronavirus (COVID-19), se refleja en la ventana mientras mira hacia su nuevo departamento, en la Ciudad de México, México, 29 de abril de 2020. Samudio dijo que ella se mudó de su hogar anterior después de sentirse discriminada cuando ella y su esposo contrajeron la enfermedad. Fotografía tomada el 29 de abril de 2020.
Mónica Samudio, de 46 años, cuyo esposo Jorge García, de 51 años, murió a causa de la enfermedad por coronavirus (COVID-19), se refleja en la ventana mientras mira hacia su nuevo departamento, en la Ciudad de México, México, 29 de abril de 2020. Samudio dijo que ella se mudó de su hogar anterior después de sentirse discriminada cuando ella y su esposo contrajeron la enfermedad. Fotografía tomada el 29 de abril de 2020. © Edgar Garrido / Reuters

El 18 de mayo, 269 municipios que no tienen contagios de Covid-19 y sus vecinos, reanudarán actividades. En el resto, la reapertura será gradual a partir del 1 de junio con base en un semáforo semanal para cada región. Algunos expertos ven riesgos de nuevos contagios o rebrotes y los empresarios demandan mayor claridad 

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Un día después de presentar la cifra récord de muertos (353 en un solo día) y de contagios por Covid-19 (1.997); con dudas acerca de los casos positivos dada la falta de aplicación de test, y con carencia de insumos suficientes para pacientes graves, el Gobierno de México dio a conocer el plan de reapertura de la economía en lo que llama la vuelta a la "nueva normalidad". 

El propio presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, confesó en la conferencia en Palacio Nacional que el país está en la parte crítica de la pandemia. Al 14 de mayo, México reporta 40.186 casos positivos por el nuevo coronavirus y 4.220 personas muertas.

No obstante, el 11 por ciento de los municipios del país retomará actividades el 18 de mayo, y el resto lo hará de manera escalonada a partir del 1 de junio. 

Sabedor del desencuentro que existe entre su Gobierno y algunos mandatarios de los estados que han expresado rechazo a las medidas federales, López Obrador dejó en claro que "este plan es de aplicación voluntaria", que "no van a tomarse medidas coercitivas, nada por la fuerza". Incluso precisó que si hay una autoridad municipal o estatal que decida no acatar este plan, "no habrá controversia. No vamos a pelearnos, no vamos a dividirnos, no vamos a apostar a la separación". 

El semáforo y los 'Municipios de la esperanza' 

El plan, presentado por la secretaria de Economía, Graciela Márquez, consiste en tres etapas. La primera de ellas implica la reapertura, el 18 de mayo, de los 269 municipios que llamaron "de la esperanza", cuya lista no se dio a conocer, solo se difundió un mapa, donde no tienen contagios y los municipios vecinos tampoco. 

La segunda etapa, del 18 al 31 de mayo, es en realidad solo preparativa, es el tiempo en que las empresas deberán diseñar sus protocolos para recibir de vuelta a sus empleados en el centro laboral; reacomodar sus espacios, instalar filtros sanitarios en los accesos, sanitizar las áreas. 

Para la última fase, que comienza el 1 de junio, se aplicará un semáforo con los colores rojo, naranja, amarillo y verde, para cada región del país.

Un empleado municipal, que usa equipo de protección, desinfecta el exterior del mercado local, mientras continúa el brote de la enfermedad por coronavirus en Xochimilco, Ciudad de México, México, 5 de mayo de 2020.
Un empleado municipal, que usa equipo de protección, desinfecta el exterior del mercado local, mientras continúa el brote de la enfermedad por coronavirus en Xochimilco, Ciudad de México, México, 5 de mayo de 2020. © Carlos Jasso / Reuters

La titular de Economía explicó las características de cada color: 

Cuando el semáforo esté en rojo solamente se permitirán las actividades laborales esenciales, previamente difundidas (servicios de salud, de seguridad pública, todo lo relacionado con alimentos, desde su producción hasta la venta al consumidor; venta de productos de limpieza, venta de combustibles, servicios bancarios, telecomunicaciones y medios de información, entre otros), pero además tres nuevos sectores que se agregaron a los considerados esenciales: la minería, la construcción y la fabricación de transporte.

En el naranja pueden estar trabajando las actividades no esenciales, pero a un nivel reducido. Podrá haber actividad en el espacio público abierto, pero también de manera restringida. Las personas vulnerables podrán incorporarse a las actividades laborales, pero con máximo cuidado, acortando su jornada de trabajo y acondicionando espacios exclusivos. 

Cuando el semáforo indique amarillo, se podrán llevar a cabo todas las actividades consideradas esenciales y no esenciales sin restricción alguna.  

Habrá restricciones menores para el espacio abierto y mayores para el cerrado, como templos, museos, cines, teatros, restaurantes. Es decir, se limitará su aforo y se establecerán días y horarios de apertura.  

Si el semáforo está en verde ya no habrá restricciones, aunque se seguirán aplicando las medidas de salud pública. Esta fase es en la que se reanudan las actividades escolares de manera presencial.   

La secretaria Márquez hizo énfasis en que en todo momento el plan debe seguir "un camino gradual, ordenado y cauto. Estas tres ideas, de la gradualidad, de que sea ordenado y que sea cauto, son fundamentales para alcanzar los objetivos que nos hemos planteado".

"Se toman riesgos innecesarios", advierte especialista en salud pública 

El anuncio de la reapertura fue visto con mucha cautela por parte de especialistas en salud pública como el doctor Malaquías López Cervantes, integrante de la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia del Coronavirus, una instancia científica que creó la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). El académico advierte que al abrir la economía de manera anticipada se corre un riesgo importante de que se den nuevos brotes donde hasta ahora no los había. 

"De buenas intenciones está empedrado el camino al infierno. Ese es el riesgo que estamos ahora corriendo. Por estar anticipando plazos con buenas intenciones podemos meternos en un conflicto de consecuencias mayúsculas", advierte el experto.

El 5 de mayo, el subsecretario de Salud y vocero único del Gobierno sobre la pandemia, Hugo López-Gatell, afirmó que gracias a las medidas de sana distancia y prevención se habían reducido hasta en un 65 por ciento los contagios. "Hemos aplanado la curva", aseguró.  

Una semana después, el propio López-Gatell y el director de Epidemiología, José Luis Alomía, daban a conocer la cifra más alta de defunciones, 353, y la más alta de contagios, 1997. 

De ahí que algunos especialistas, como el exsecretario de Salud federal José Narro Robles, han cuestionado si verdaderamente se ha aplanado la curva, cuando se tienen cifras que se incrementan y sobre todo, cuando se han realizado pocas pruebas para detectar Covid-19, en comparación con otros países. 

Malaquías López, profesor de Salud Pública de la UNAM, reflexiona en entrevista con France 24: "Yo no sé de dónde sacan la idea de que la curva se ha aplanado cuando tenemos cifras importantes de muertes y contagios. No se ve que se haya estabilizado. Que dijeras, 'tenemos un día 100 casos, al siguiente igual 100 y al siguiente otros 100'. Pero no, ayer (12 de mayo) tuvimos récord. Entonces, ¿dónde está el aplanamiento de la curva?, son inferencias matemáticas que no estoy seguro que se sustenten sólidamente. Demuestran una prisa quizá muy justificada por reactivar la actividad. Pero están orientadas de una manera que van a generar un espejismo". 

Empleados de una funeraria con indumentaria protectora como protección por el coronavirus mueven un ataúd en un crematorio del distrito de Xochimilco, el 4 de mayo de 2020 en Ciudad de México.
Empleados de una funeraria con indumentaria protectora como protección por el coronavirus mueven un ataúd en un crematorio del distrito de Xochimilco, el 4 de mayo de 2020 en Ciudad de México. © Pedro Pardo / AFP

López Cervantes insiste en que no se están tomando precauciones tan sólidas para esa reactivación y se están corriendo riesgos no necesarios porque no son cruciales esos municipios "de la esperanza" y no tienen un impacto, tienen  poca participación en la vida social y económica. 

Apunta que en Estados Unidos existe todo un plan nacional basado en estudios de presencia de anticuerpos para tener una idea de qué proporción de personas son susceptibles de contagio y ver qué tan peligroso es reabrir la economía, "pero aquí estamos a ciegas en ese sentido".  

— ¿El hecho de abrir estos municipios que hoy día no tienen contagios en las fechas previstas, plantearía un riesgo de que se dieran brotes?, se le pregunta.  

— Efectivamente, eso le pasa a los municipios "limpios", porque en realidad ni siquiera sabemos, pueden tener ya contagio y no lo vemos. Vamos a suponer que los municipios en efecto están limpios de contagios, al abrirlos vamos a tener los primeros contagios. Dicen que habrá cercos para impedir el acceso, ¿entonces para qué los abres? Si abres cerrando, no tiene sentido., responde el experto.

El sector empresarial ve falta de claridad y detalle ante el nuevo plan del Gobierno

Contrario a las reservas que plantea el doctor López Cervantes, quienes recibieron con agrado la noticia de la reapertura fueron los empresarios.

En entrevista con France 24, Gustavo de Hoyos Walther, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), dice que es favorable que hayan sido considerados actividad esencial los sectores de la minería, la construcción y la fabricación de vehículos, pues esto le daría un mayor impulso a la economía. Sin embargo, opina que se requiere una reapertura más significativa, pues –según sus cálculos– se estaría reabriendo sólo el 1 por ciento de las regiones del país, que en términos de unidades económicas es algo marginal. 

Dado que en la presentación del plan no se detalló un listado de los municipios libres de contagios, la Coparmex, con base en datos oficiales de Salud, construyó su propio listado, donde ubicó los municipios que cumplirían con los parámetros que se definieron. Con esos cálculos propios, concluyeron que se trataría de 294 municipios, en los que se ubican solo 51.365 unidades económicas, es decir solo el 1 por ciento del total nacional.  

Sin embargo, más allá de estimaciones, lo que pide la Coparmex es que se dé a conocer una lista oficial de municipios, más que un dibujo de un mapa, para que pueda informar a las empresas afiliadas cuáles sí podrán operar y cuáles no. 

Para De Hoyos, el plan presentado no termina de dar certidumbre a las empresas, pues no es del todo detallado. "Por ejemplo, ¿cómo se va a saber en qué momento están listos los municipios para pasar de una fase a otra?, no hay una métrica para poder hacer este escalamiento", dice. 

El dirigente empresarial advierte además que en lo que se presentó no hay un plan de contención en caso de que haya un rebrote de contagios.  

Inquietudes en el ámbito escolar y en el sector automotriz 

La mayor cantidad de reacciones al programa de reapertura se dio en el ámbito escolar, por el temor de los padres de familia de un regreso a las aulas cuando aún haya riesgo de contagios. 

En ese sentido, el secretario de Educación, Esteban Moctezuma, aseguró en la conferencia que "no vamos a regresar a clases hasta que sea seguro para nuestras niñas y niños y la comunidad escolar, y esto nos lo indica la autoridad sanitaria, sólo abriremos con semáforo verde". 

Algunos gobernadores, como los de Baja California Sur, Tamaulipas, Puebla, Guerrero, Coahuila, Jalisco, Michoacán, Morelos y Nuevo León, advirtieron la víspera que en sus estados no habrá vuelta a clases presencial el 1 de junio, independientemente de lo que dicte la Federación. 

Otro aspecto que ha causado controversia es la reapertura de la industria automotriz. No se puede soslayar que desde hace semanas había una presión de grupos empresariales hacia el presidente para reabrir la industria automotriz sobre todo para homologar con la cadena productiva de Estados Unidos. 

La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), y la agrupación que reúne a los fabricantes de camiones (ANPACT) solicitaron su inclusión en la lista de actividades esenciales desde hace tiempo. 

El 8 de abril, López Obrador reveló que "hablaron en nombre de las empresas automotrices y de autopartes (...) que ya tienen conocimiento de que un día se va a abrir la rama automotriz en Estados Unidos (...) y que a partir de ahí autoricemos de tres a cinco días abrir aquí para que les dé tiempo de echar a andar sus plantas y embonar (...) la cadena de producción (…) les dije que sí", comentó el mandatario.

El 13 de mayo, el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa, advirtió que "poner en marcha la industria automotriz el 18 de mayo acaba con todas las medidas". Indicó que con la reapertura se pondrá en movilidad a 15.000 trabajadores de la empresa Volkswagen, otros 7.000 de Audi y 15.000 más de industrias proveedores de partes automotrices.  

"Todas esas medidas de sana distancia, de uso de cubrebocas, de hoy no circula, pues ya no van a ser aplicables, van a romper con todo, van a romper con todo, y estamos hablando que esto se da en medio del momento más crítico de la crisis de esta pandemia en nuestro estado", dijo Barbosa.

Un empleado abandona la planta de Volkswagen (VW) cuando la compañía cierra temporalmente sus fábricas en México en medio de las crecientes preocupaciones sobre la propagación de la enfermedad por Covid-19, en Puebla, México, el 29 de marzo de 2020.
Un empleado abandona la planta de Volkswagen (VW) cuando la compañía cierra temporalmente sus fábricas en México en medio de las crecientes preocupaciones sobre la propagación de la enfermedad por Covid-19, en Puebla, México, el 29 de marzo de 2020. © Imelda Medina / Reuters

Cuestionado al respecto y acerca de si la presión para reabrir las armadoras de automóviles vino de Estados Unidos, Gustavo de Hoyos, líder de Coparmex, precisó que "la presión primaria es de nosotros, de la comunidad de trabajadores y de empresas, que vemos que si no se reactivan, se pueden perder de manera definitiva las fuentes de trabajo, por los ciclos que tienen estas industrias y las maneras en que están interconectadas en las cadenas globales de suministro". 

El presidente de la Coparmex recuerda que la industria automotriz contribuye con el 3,7% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional y con uno de cada cinco empleos de industrias manufactureras. 

Sobre las declaraciones de Barbosa, señala que "su comprensión de estos temas y las cadenas de valor es muy limitada, muy primaria". 

Lo cierto es que todo comenzará a verse de manera más clara el 18 de mayo y, sobre todo, el 1 de junio. 

Por ahora, el plan se da a conocer, según reconoció el propio Hugo López-Gatell, responsable de la estrategia ante la emergencia, en un contexto incierto: "En una pandemia se toman siempre decisiones en un contexto de incertidumbre. Es una enfermedad emergente, es una enfermedad que afectó a todo el mundo, nada está escrito como reglas fijas, en todo momento hay incertidumbre, todos los países del mundo enfrentan la pregunta de si hay posibilidad de avanzar hacia la nueva normalidad, a qué velocidad y cuáles podrían ser las consecuencias". 

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