Marisol San Román: "Me encontré por primera vez en mi vida con discriminación y acoso" (4/6)
Primera modificación:
Marisol San Román fue el caso número 130 de Covid-19 que se detectó en Argentina. Estaba cursando una maestría en Madrid y regresó a Buenos Aires antes de que cerraran las fronteras y comenzara el aislamiento obligatorio en el país sudamericano.
Ya tiene el alta definitiva, pero estuvo hospitalizada y es un ejemplo de que en algunos casos a los jóvenes el Covid-19 también los golpea fuerte. También es un ejemplo de cómo alrededor de la pandemia también apareció la discriminación y el acoso.
Salió de España el 11 de marzo y cuando llegó a Argentina entró en cuarentena obligatoria por haber venido del extranjero, de un país con coronavirus. A los pocos días sintió los primeros síntomas.
"Fiebre, 40 grados, y un dolor de garganta muy pero muy fuerte; sentía que me cortaban por dentro", le dijo a France 24. "Yo no creía tener coronavirus, yo pensé que no pasaba nada, que no iba a tener, que iba a ser nada más un susto". Pero el examen dio positivo. "Fue todo muy nuevo para mí, estar en un hospital, estar lejos de mi familia, lejos de mis amigos"
"Nadie quiere contagiar al otro, nadie que tenga coronavirus se contagió a propósito"
El 21 de marzo difundió un video en redes sociales en el que decía que tenía Covid-19 y tuvo mucha repercusión, tras ser publicado en la cuenta de Instagram del sitio de noticias Filo.news.
"En el momento donde más dolor sentía, más angustia, más desesperación, yo pensé que iba a recibir algún mensaje de 'recupérate, va a estar todo bien', sin embargo, me decepcioné, me encontré por primera vez en mi vida con discriminación y con acoso", recordó.
Dijo que recibió insultos, que la acusaban de haber traído el virus al país. Pero, señaló, "nadie quiere contagiar al otro, nadie que tenga coronavirus se contagió a propósito".
Las cosas, contó, escalaron cuando la amenazaron y dijo que hizo una denuncia, "la primera denuncia por acoso, por ciberacoso por coronavirus, agravado por violencia de género en mi país".
De hecho, en Argentina muchos pacientes recuperados –al 12 de mayo, según cifras oficiales, eran 1.862 personas– prefieren no dar a conocer su historia públicamente por miedo a recibir un trato similar.
"Un día tuve asfixia y necesité que me lleven de mi casa al hospital con oxígeno puesto"
La etapa ambulatoria de su recuperación, que pasó en casa de su padre, no estuvo exenta de complicaciones de salud. Debió ser internada tres veces más.
"Tuve una infección en el pulmón derecho y una infección en la garganta", contó. "Después tuve problemas para respirar; un día tuve asfixia y necesité que me lleven de mi casa al hospital con oxígeno puesto".
Todavía no siente haber recuperado al cien por ciento sus fuerzas y por eso insiste en la importancia de los cuidados esenciales, como el lavado de manos, el uso de tapabocas o el respeto a la cuarentena, ante esta pandemia.
"Aprendí mucho en todo este tiempo, y sufrí mucho también, porque fue todo muy doloroso, yo no sabía si al día siguiente me iba a levantar, yo no sabía qué iba a pasar conmigo, y es por eso por lo que para mí es tan importante que la gente se cuide", dijo.
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