La historia del profesor de ingeniería que se volvió ‘youtuber’ gracias a la pandemia
A sus 69 años, Fernando López Aramburu un profesor de ingeniería electrónica peruano se está convirtiendo en un maestro de gran alcance por cuenta de la cuarentena.
Primera modificación:
Por la pandemia del Covid- 19, el profesor Fernando López Aramburu se convirtió en ‘youtuber’. El pasado 5 de abril creó su canal Champion Ingeniería y ya tiene más de 80.000 suscriptores de México, Colombia, Ecuador y su país natal, Perú. Todos son estudiantes interesados en aprender de circuitos y variados temas de ingeniería electrónica.
Este éxito es el resultado de más de 30 años de experiencia como maestro en diferentes universidades de Lima, mezclados con los conocimientos de su hijo de 27 años, que es ‘youtuber’ y, por supuesto, con la coyuntura de la cuarentena que obligó a este ingeniero a enseñar de forma virtual.
La primera clase en vivo no fue fácil para Fernando. Era a las 7:30 a.m. y a las 6:00 a.m. ya estaba listo para empezar. Llevaba puesta una pinta que había estudiado con detenimiento para verse bien en un video. Estaba ansioso y esperaba que todo saliera muy bien. Y así fue ante los ojos de los alumnos, pero detrás de la cámara y al lado del computador estuvo siempre su hijo Marlon, las cinco horas completas, para ayudarlo a solucionar los problemas cuando los estudiantes le decían que no lo podían ver o que el sonido no estaba bien.
Ese día, Fernando todavía no dominaba por completo las herramientas virtuales. Ahora nombra con total seguridad las aplicaciones que usa para enseñar, como Zoom o Google Hangouts, e invita a todos los seguidores de su canal a que entiendan que el mundo está globalizado. Para él ya no existen fronteras y su interés es llegar a cualquier parte del mundo, según sus palabras, "hasta el pueblo más recóndito, sin importar si es rico o pobre", para entregar conocimiento.
Una idea joven para resolver problemas de ingeniería complejos
La idea del canal en YouTube fue de su hijo. Lo bautizaron Champion Ingeniería porque a Fernando lo conocen como 'Champion' sus alumnos y colegas de la Universidad Nacional de Ingeniería, donde enseña. Ahora también lo siguen por ese apodo en YouTube.
Su primer video no fue fácil. Marlon cuenta que no miraba a la cámara. Los ojos de su padre iban de un lado para otro de su cara de piel morena, mientras movía la cabeza con su pelo negro corto. Por fortuna resultó, sin pretenderlo, divertido para los estudiantes, porque Fernando no tenía a mano un apuntador para señalar el tablero, entonces usó un palo de madera que termina en forma de mano y que se usa para rascarse la espalda. Fernando y Marlon lo cuentan a carcajadas.
"Cuando se hizo el primer video sentí mucha emoción, estaba un poco nervioso.... pero fue un reto que había que superar. Y gracias a Dios se superó. Al igual que la primera grabación, no miraba a la cámara por la falta de experiencia y los nervios, pero se fue superando a medida que fui dictando más clases", ilustra Fernando.
Él y su hijo graban los videos día de por medio. Ya los dos tienen la disciplina y dicen que esta cuarentena y la educación virtual los ha unido más que antes. Los videos son muy sencillos, un tablero blanco sobre el cual va escribiendo con marcadores de colores. Sus explicaciones son tan claras que le han valido el reconocimiento de alumnos de varios países. Resuelve problemas de ingeniería complejos de una forma sencilla.
Del queroseno a la virtualidad
Con tanta virtualidad, han quedado atrás los recuerdos de Fernando cuando hacía sus tareas de primaria en la noche a la luz de una lámpara de queroseno, en una casa de estera, que no tenía piso. Soñaba con ser ingeniero y por eso era aplicado con sus tareas. También porque sus padres, dos maestros, le enseñaron que la educación es fundamental en la vida.
Terminó su colegio como el mejor alumno, con grandes habilidades para las matemáticas, la física y la química, pero sus conocimientos no fueron suficientes para ingresar, en el primer intento, a estudiar ingeniería en la universidad donde hoy enseña, así que se matriculó en un curso del mismo centro educativo para poder pasar el examen, lo intentó una segunda vez y lo logró. Su padre lloró de felicidad cuando supo la noticia.
Desde entonces Fernando no ha dejado de aprender. Cursó su pregrado en Ingeniería Electrónica, una maestría en Telecomunicaciones y un doctorado en Ingeniería Eléctrica. La enseñanza virtual ha sido su más reciente aprendizaje y un gran descubrimiento, por eso, cuando termine la cuarentena, seguirá con su canal de YouTube, porque este es, dice él, un compromiso.
Y el compromiso va en serio. Ya mira a la cámara en los videos, estos los inserta en las presentaciones de sus clases virtuales y quiere responder en el futuro las dudas que ya le han planteado distintos alumnos en las redes sociales.
También ha ampliado sus clases a videos más informales en los que su hijo lo entrevista y habla de su historia como profesor o de cómo es la docencia en ingeniería. Tiene videos de 5.000 reproducciones, pero también otros de 100.000.
Después de recordar lo que ha sucedido desde esa primera clase con su hijo escondido a su lado, hasta hoy, Fernando afirma con seguridad que con esto del virus ya aprendió a dar una clase virtual. Su hijo se ríe y dice que todavía le falta, pero cada día va mejor.
"Me está yendo bien porque hago lo que la gente busca, siempre los estudiantes quieren ejercicios y problemas, y esa es nuestra misión, enseñar, enseñar, enseñar", cuenta el maestro.
Eso lo confirman sus seguidores en YouTube con comentarios como:
— Andrés Horna Martínez: Hola ingeniero, qué tal, acabo de ver su último vídeo, grandes palabras.
— Carlos Rojas: Saludos, miro siempre sus videos, soy electricista.
— Alberto Cahuana Mamani: Inspira mucho ingeniero, me levanta mis ganas por seguir superándome... ¡Fuerza champion!
— Leidy Dahianna Piedrahita: Soy estudiante de sociología, nada que ver con las ingenierías, pero se me hace muy valioso que personas como él todo el tiempo se estén reinventando para adaptarse a las condiciones sociales que ahora mismo nos atañan. Un abrazo y mil gracias.
Los comentarios llegan desde México, Colombia, Honduras, Perú y Ecuador.
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