¿Qué va a pasar con la cuarentena obligatoria en Argentina?

Una mujer y su hija, ambas con mascarillas como medida preventiva contra el nuevo coronavirus, miran la calle desde una tienda en el barrio de chabolas de Villa 31, en el centro de Buenos Aires, el 5 de mayo de 2020.
Una mujer y su hija, ambas con mascarillas como medida preventiva contra el nuevo coronavirus, miran la calle desde una tienda en el barrio de chabolas de Villa 31, en el centro de Buenos Aires, el 5 de mayo de 2020. © AFP

El miércoles 20 de mayo se cumplieron dos meses de cuarentena obligatoria en Argentina. La estrategia ha tenido un cierto éxito frente a la pandemia de Covid-19, pero tras sucesivas flexibilizaciones las autoridades evalúan poner un freno a la apertura.

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El aislamiento social preventivo y obligatorio, como lo llaman las autoridades, se extendió ya en cuatro ocasiones desde su inicio el 20 de marzo pasado. El impacto económico de la cuarentena es claro y lo siente en su día a día la mayoría de los argentinos.

Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), en marzo, que solo tuvo 11 días de aislamiento obligatorio, el Estimador Mensual de la Actividad Económica cayó un 11,5% interanual (la mayor baja desde mayo de 2009). Según estimó el Ministerio de Economía, por efecto de la pandemia y las medidas para intentar controlarla, el PIB de Argentina podría caer un 6,5% en 2020.

Justamente, para reactivar la maquinaria económica, entre otras necesidades afectadas por la cuarentena (vida social, esparcimiento, etc.), es que se tendió a su progresiva flexibilización. La última extensión fue el 10 de mayo, cuando el presidente Alberto Fernández anunció que se seguiría hasta el 24 de mayo, el lunes próximo. Pero a diferencia de lo que ocurrió en las anteriores "fechas finales", se espera que esta vez pase lo mismo y de un modo y otro se mantengan las restricciones a la circulación.

Lo que genera mayores dudas esta vez es si, a diferencia de lo que sucedió en las anteriores extensiones, cuando se flexibilizaron las limitaciones y permitió que más sectores pudieran ejercer sus actividades, se termine dando marcha atrás con algunos permisos o se mantengan las restricciones actuales.

Las palomas vuelan sobre la Plaza de Mayo durante el brote de la enfermedad por Covid-19, en Buenos Aires, Argentina, el 18 de mayo de 2020.
Las palomas vuelan sobre la Plaza de Mayo durante el brote de la enfermedad por Covid-19, en Buenos Aires, Argentina, el 18 de mayo de 2020. © Agustin Marcarian / Reuters

Justamente para consensuar qué hacer se reunieron el miércoles el presidente Alberto Fernández, el jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof (la Ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires, que rodea a la ciudad y pertenece a la provincia, constituyen el Área Metropolitana de Buenos Aires, AMBA, la zona más afectada del país por la pandemia de Covid-19).

Argentina tenía 474 casos nuevos confirmados en las 24 horas hasta la mañana del jueves (que llevan el total a 9.283, de los cuales 3.032 se recuperaron ya y 404 fallecieron), según informó el Ministerio de Salud de la Nación. De esos casos, más del 90% estaban en el AMBA. Y pesar de que desde la Ciudad, la Provincia y la Nación insisten en que las decisiones se conocerán cuando las anuncien las máximas autoridades, admiten que, al menos en el AMBA, no parecen estar dadas las condiciones para una mayor flexibilización.

"Yo me atrevo a decir que la curva va a crecer"

Hasta la mañana del jueves había 171 personas internadas en terapia intensiva en todo el país. Es un dato que da cuenta de que todavía no llega el pico de casos en el país. Solo la Ciudad de Buenos Aires espera que, cuando llegue, en un día pueda haber unas 300 camas de terapia intensiva ocupadas, según le dijo el vicejefe de gobierno de ese distrito, Diego Santilli, a un grupo de medios internacionales, entre los que estaba France 24 en Español, la semana pasada.

Y es algo que cree que, como prácticamente en todos los países que están atravesando la pandemia, también llegará aquí: "No me atrevo a decir que Argentina va a zafar; yo me atrevo a decir que la curva va a crecer". El líder estima que el pico va a llegar a fines de mayo, o en las primeras semanas de junio.

Santilli dijo además que si la curva de contagios deja de estar focalizada y se amplía a más sectores de la Ciudad de Buenos Aires, es posible que se vuelva atrás con parte de la flexibilización, que incluyó la apertura de más actividades comerciales y la autorización, a partir del sábado pasado, para que niños y adolescentes (son 700.000 menores de 18 años en el distrito) salieran a dar un pequeño paseo, a no más de 500 metros de sus viviendas, por no más de una hora, un día del fin de semana. En lo que respecta al comportamiento social de la población, dijo Santilli, "no tengo más que palabras de beneplácito".

Una familia camina por un puente de un parque después de que las autoridades permitieron que los niños salieran durante una hora con fines recreativos, de acuerdo con el número de identificación de sus padres, algunos los sábados y otros los domingos, en medio del bloqueo impuesto contra la propagación del nuevo coronavirus. en Buenos Aires, el 16 de mayo de 2020.
Una familia camina por un puente de un parque después de que las autoridades permitieron que los niños salieran durante una hora con fines recreativos, de acuerdo con el número de identificación de sus padres, algunos los sábados y otros los domingos, en medio del bloqueo impuesto contra la propagación del nuevo coronavirus. en Buenos Aires, el 16 de mayo de 2020. © Alejandro Pagni / AFP

El vicejefe de gobierno de Buenos Aires explicó que podría darse marcha atrás en el distrito, en función de lo que ocurra con estos tres factores: la velocidad de duplicación de casos (hoy se da cada 15 días, aproximadamente), el número de contagios por infectado y la distribución de los casos. Hoy el mayor crecimiento de casos se ha dado especialmente en hogares para personas mayores y en barrios populares. En estos barrios (hay 29 en la Ciudad y más de 1.600 en toda la provincia de Buenos Aires), donde se hace más difícil la distancia social y el acceso a servicios básicos, como el agua corriente. El gobierno de la ciudad, como el nacional y el de la provincia de Buenos Aires, incrementaron los tests y el aislamiento de casos sospechosos.

Desde la provincia de Buenos Aires, donde el eje de la flexibilización está en el sector industrial, le dijeron a este medio que se espera que se incrementen los controles en el transporte público (posiblemente sean semejantes a los que hubo al inicio de la cuarentena: verificar que se respete la distancia social, que quien viaje esté autorizado a hacerlo y, además, que se utilice el tapabocas) y una recomendación para reducir la circulación urbana e interurbana.

Aclararon, además –como señalan constantemente todas las autoridades–, que como la situación es dinámica, si los casos siguen en aumento es muy probable que se reviertan las excepciones a las restricciones de movilidad que se le habían ido dando a algunas actividades.

Por lo que pudo saber este medio se espera que los controles en el transporte público se coordinen con la Ciudad, lo cual es lo esperable teniendo en cuenta que muchos de los colectivos (buses) cruzan de una a otra jurisdicción, al igual que todas las líneas de ferrocarril, y que si bien la Ciudad tiene 3 millones de habitantes, antes de la cuarentena entraban todos los días 3,5 millones más del Gran Buenos Aires (que se redujeron a alrededor de 1,7 millones diarios en las últimas semanas, según informó el vicejefe de gobierno de la Ciudad).

Marcha atrás en Córdoba, y apertura de bares y restaurantes en Catamarca

Mientras la mayor concentración de casos está en el AMBA, casi todo el país ha tenido casos, a excepción de las provincias de Catamarca y Formosa, en el norte el país, que no han registrado ninguno todavía.

Más aún, en los últimos 14 días no se confirmaron casos en Misiones, Jujuy, San Luis, La Pampa, Chubut y Santa Cruz. Por estas distinciones, en Catamarca el gobierno provincial anunció que a partir del sábado podrán abrir bares y restaurantes y del lunes los hoteles y gimnasios.

Y en la provincia de Mendoza, por ejemplo, en el centro oeste, que hasta el jueves a la mañana tenía un total de 89 casos, autorizará las reuniones familiares de hasta diez personas los fines de semana y feriados. En la de Neuquén, en la Patagonia, se ampliarán las salidas recreativas a más municipios (hasta el jueves tenía 114 casos).

Pero en otros casos, volvieron las restricciones. El más importante es el de la ciudad de Córdoba, en el centro del país, con más de 1,5 millones de habitantes. Allí, desde el martes pasado se dio marcha atrás con la autorización de salidas recreativas los fines de semana, y la apertura de comercios, templos religiosos y peluquerías, entre otras actividades, luego de que durante los tres días previos se registraran 55 casos. Decisiones similares tomaron tres municipios bonaerenses y municipios de las provincias patagónicas de Río Negro y Chubut.

Es posible que, más allá de los detalles de su implementación, y las variaciones entre provincias, ciudades y municipios, el Gobierno nacional anuncie que la cuarentena se extiende al menos hasta el 8 de junio.

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