Dos nuevas leyes chinas avivan el primer aniversario de las protestas en Hong Kong
Primera modificación:
A un año del inicio de multitudinarias manifestaciones en la ciudad, poco ha cambiado en Hong Kong. Los ciudadanos siguen marchando a favor de la democracia y de su autonomía pese al Covid-19, mientras la jefa ejecutiva Carrie Lam controla el "caos" con mayor organización policial. Dos leyes restrictivas sobre el himno nacional de China y la Seguridad Nacional auguran futuras protestas, con enfrentamientos como el de este 9 de junio, aniversario del movimiento antigubernamental.
De ese 9 de junio, en el que cientos de miles de hongkoneses se adueñaron de las calles en pro de su autonomía, ya ha pasado un año. Un año de protestas sostenidas, durante el cual muy poco ha cambiado: las manifestaciones prosiguen, pese a su disminución por el Covid-19; mientras que las autoridades regionales de Hong Kong, administradas por la República Popular China, no han hecho más que añadir otros ingredientes a una ya nutrida olla de presión.
Hace 12 meses, el proyecto de Ley de Extradición fue el detonante de las marchas y del comienzo del movimiento antigubernamental. Con él, el Ejecutivo hongkonés de Carrie Lam quería permitir, a petición de China, que los hongkoneses fueran extraditados a otros países para ser juzgados en tribunales como los del Partido Comunista. La medida no era nueva, pero en su enésimo intento de ser aprobada, una ola de gente vestida de blanco la tumbó, superando el millón de personas.
1/ Tomorrow will be the first anniversary of our anti-extradition bill movement since June. Over the past year, Hongkongers and the world have been bearing witness to the deteriorating situation in Hong Kong, with Beijing tightening its grip over the city’s liberties. pic.twitter.com/q5VDIIjscP
— Joshua Wong 黃之鋒 😷 (@joshuawongcf) June 8, 2020
Hoy, en este primer aniversario, la quemazón no viene solo por esa ley, sino por otras nuevas, igual de incendiarias. "Marchamos en 2019 para evitar que nos impongan una sola ley peligrosa y opresiva, y conseguimos bloquearla. En 2020, el Gobierno de Hong Kong ha tomado represalias impulsando otras dos leyes", explicó a la agencia EFE el activista 'Ermitaño de Hong Kong'.
Dicho 'Ermitaño', de también seudónimo 'Comandante', se refiere a la Ley del Himno y a la Ley de Seguridad Nacional, aprobadas por mayoría por la Asamblea Nacional Popular y entendidas como una amenaza a las libertades de la ciudad, según abogados y activistas locales.
Con la primera, se criminaliza el poder injuriar al himno nacional chino, la Marcha de los Voluntarios, con hasta tres años de cárcel y multas de 50.000 dólares hongkoneses (más de 6.000 dólares estadounidenses). Con la segunda, el Legislativo de Hong Kong abre la puerta a perseguir "comportamientos subversivos" como "traición, secesión y sedición" contra el Gobierno central, además de prohibir "la organización de actividades por parte de organizaciones políticas extranjeras". Términos chinos contra la disidencia.
Un cumpleaños pasado por gases lacrimógenos
Ante estas dos razones, y en pleno cumpleaños, cientos de manifestantes volvieron a reunirse en el centro financiero hongkonés, desafiando la prohibición del Gobierno de Lam, de reuniones de no más de ocho personas debido a la pandemia.
Temprano en la jornada, varios de ellos se vieron de forma pacífica en centros comerciales, para cantar consignas a favor de la democracia. "Tengo miedo pero necesito protestar contra la Ley de Seguridad. Es importante seguir luchando por la libertad", dijo a Reuters un manifestante de 25 años, rodeado de pancartas.
Sin embargo, caída la tarde-noche, la policía, que había izado banderas azules en advertencia de la ilegalidad del encuentro, terminó por disparar gases lacrimógenos para dispersar a los congregados, instando a los residentes a no participar en marchas no autorizadas que no cumplen con el distanciamiento. "Estamos luchando por derechos humanos fundamentales, poniendo en riesgo nuestras vidas, nuestros puestos de trabajo, siendo oprimidos por un régimen totalitario", defendió la participante 'C.M'.
Y es que, lo que para los oficiales fue una asamblea ilegal, ante la que se han organizado y cada vez saben anticiparse más; para algunos ciudadanos hongkoneses fue una conmemoración que inició en el Chater Garden del distrito de Central, anunciada desde las redes sociales tan solo una hora antes de las acciones, para eludir el control policial.
Mientras que para la jefa ejecutiva Carrie Lam fue un nuevo "caos" que "no puede permitirse tolerar (ya que) ha asolado la ciudad en los últimos doce meses, con protestas antigubernamentales que han sumido a la ciudad en confusión".
Con estas palabras, Lam retó a los residentes a "probar que son ciudadanos razonables y sensatos de la República Popular China, si quieren que sus libertades y autonomía continúen", y afirmó que todos "necesitamos aprender de los errores, desearía que los legisladores puedan aprender de los errores, porque Hong Kong no puede soportar este caos".
El futuro de Hong Kong vislumbra más protestas
La marcha de este 9 de junio no se puede comparar, por el virus, a la de 2019. Pero también por la encrucijada en la que se encuentra la base manifestante, reducida, con miedo y debilitada por el tiempo. Desde que iniciaron las protestas, la llamada Perla de Oriente, Hong Kong, ha vivido bajo tensión e incertidumbre política, económica y social, con enfrentamientos y cierre o suspensión de tiendas, hoteles, instituciones educativas y festivales.
Pese a todo, la llama de la marcha de hace un año, la más grande desde el traspaso de la ciudad de Reino Unido a China en 1997, no se ha apagado y hoy alimenta nuevas manifestaciones para que "florezcan en todas partes", a poder ser "manteniéndose a salvo y evitando el arresto". Ya que de acuerdo a la prensa local, entre junio de 2019 y mayo de este año la policía arrestó a 8.981 personas de entre 11 y 84 años. De estas, mínimo 13 han sido encarceladas entre siete días y cuatro años por delitos que van desde la posesión de armas en espacios públicos hasta daños a la propiedad y disturbios.
De su lado, con la creencia de que estas nuevas leyes podrían debilitar las libertades de Hong Kong y atraer agencias de inteligencia de China Continental, hay activistas, diplomáticos, líderes empresariales e incluso políticos.
Según el diputado Alvin Yeung, del Partido Cívico hongkonés, el texto de Seguridad Nacional "restringirá las libertades básicas, ya que las críticas a Beijing podrían ser censuradas, a juzgar por la forma en que la ley pertinente se aplica y practica en el resto del país".
Por lo pronto, ante la inminente aplicación de la ley, asociaciones de estudiantes y sindicatos han adelantado que tienen la intención de celebrar un referendo el próximo domingo 14 de junio para saber si convocan una huelga general contra esta en toda la ciudad.
Por su parte, el Ejecutivo de Carrie Lam también ha adelantado que socavaría cualquier plan huelguista, y que las leyes serán únicamente para un pequeño número de "alborotadores" que representen una amenaza nacional, sin frenar ni a inversores ni la libertad de ningún ciudadano hongkonés.
Con Reuters y EFE
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