El turismo de Río de Janeiro intenta resistir a la crisis del coronavirus
Brasil es uno de los países más afectados por la pandemia de Covid-19 y uno de los sectores económicos más resentidos es el turismo, una gran fuente de ingresos para el gigante latinoamericano. Ante esta crisis, el sector debe reinventarse y organizarse para paliar las graves consecuencias que tiene la pandemia.
Primera modificación:
El turismo en Brasil representa el 8,1% del PIB y genera cerca de siete millones de empleos. Desde el inicio de la crisis sanitaria causada por el Covid-19, este sector perdió al menos 18 billones de dólares. Río de Janeiro, considerada la postal de Brasil, es la ciudad más afectada. El 18 de marzo los dos símbolos del turismo en Brasil, el Cristo Redentor y el Pan de Azúcar, cerraron de forma temporal.
“Nosotros paramos inmediatamente cuando tuvimos los primeros casos y no sabemos hasta cuándo va a existir esta situación. Calculamos que en agosto, septiembre u octubre. A cada nueva noticia atrasamos un poco más la retomada de las actividades”, señala Sabina Forgiarini, que trabaja como guía turística desde hace más de una década.
La empresa que administra el Pan de Azúcar intenta aliviar la mala racha por la que pasan 350 guías independientes. Son trabajadores autónomos que se quedaron sin ingresos y sin ningún subsidio por parte del Estado. “Nosotros, con un gesto solidario y fraterno, recogemos y donamos más de 10 toneladas de alimentos y productos de higiene. Es una situación muy calamitosa, pero estamos muy optimistas con respecto a la reapertura”, afirma Sandro Fernandes, presidente de la empresa Bondinho Pão de Açúcar.
Profesionales del turismo intentan reinventarse
El pasado mes de abril cerró por primera vez en 97 años el Copacabana Palace, el hotel más célebre de Brasil, donde se hospedaron personajes famosos como Brigitte Bardot, Lady Di y Madonna, entre muchos otros. La previsión es que reabra el 20 de agosto, pero eso dependerá de la evolución de la pandemia. Brasil en la actualidad es el epicentro del virus en América Latina y el segundo país del mundo en número de víctimas mortales, solo por detrás de Estados Unidos.
Con el crecimiento descontrolado de los contagios y las escasas perspectivas de mejora a corto plazo, algunos profesionales intentan reinventarse y buscar otras fuentes de ingresos. Es el caso de Tatiane Araujo, guía y dueña de la agencia Rio Art Experience, quien tuvo la idea de aprovechar las nuevas tecnologías para mostrar los graffitis de Río de Janeiro a los turistas virtuales.
Esta joven empresaria, que también es pintora, pensó que podría transmitir sus conocimientos sobre Río de Janeiro a personas que estaban atrapadas en sus casas por causa de la cuarentena. Todo apunta a que este nuevo producto sobreviva a la pandemia y atienda la demanda de los que, por una razón u otra, no pueden viajar.
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