Indígenas latinoamericanos reivindican sus luchas en un Día de la Raza sin mucho que celebrar
Primera modificación:
Manifestaciones en Chile, reivindicaciones en México y Bolivia y un diálogo forzado en Colombia. En medio del olvido y el abandono, los pueblos indígenas se pronunciaron en el Día de la Raza para recordar a la población que no hay nada que celebrar y que la lucha continúa.
En América Latina, la deuda con los pueblos indígenas es inmensa. Al genocidio perpetrado durante la conquista, vinieron siglos de sometimiento, marginación y violencia. Y cada año la postal del Día de la Raza recuerda que, a sus luchas históricas, se han agregado otras más modernas como la desigualdad.
Empapados de orgullo, por ejemplo, los mapuches en Chile desafiaron el tenso clima en Santiago, la capital, para manifestarse con sus trajes típicos y sus instrumentos musicales.
Ellos no son ajenos a las brechas sociales que se han venido ensanchando en el país, tampoco de los despojos territoriales, principalmente en la Auraucanía, donde residen en su mayoría. El mayor pueblo indígena chileno mantiene un conflicto histórico con el Estado, a quien demandó por unas tierras en el sur del país que consideran propias por derecho ancestral y que el Gobierno cedió a empresas privadas, principalmente madereras.
Durante las manifestaciones que tuvieron lugar en la bautizada Plaza de La Dignidad, varios encapuchados se enfrentaron a los carabineros que lanzaron gases lacrimógenos y chorros de agua desde sus tanques para dispersar a quienes se reunían en el lugar.
Su lucha no se sostiene solo en el maltrato hacia ellos. Una líder mapuche sostuvo a algunos medios locales su marcha encarnaba el dolor, la frustración y el rechazo a las violaciones de derechos humanos en Chile contra su comunidad y sus compatriotas.
Según el estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) el 30,8% de los indígenas se encuentra en situación de pobreza multidimensional, mientras que el resto del país registra solo un 20,9%, concluyendo entre líneas que las políticas del Estado Chileno han contribuido a relegarlos a estos niveles.
En Bolivia y México rechazan estatuas de Cristóbal Colón
El Gobierno mexicano retiró una estatua de bronce de Cristóbal Colón y rodeó otra con vallas metálicas altas en Ciudad de México de forma previa a las protestas anuales que se realizan en México a razón del Día de la Raza.
La estatua removida del navegante italiano del siglo XV, junto con cuatro frailes católicos, se alzó sobre una de las principales rotondas de la Ciudad de México durante décadas. Las autoridades señalaron que se lo llevaron para restaurarla, pero agregaron que también era hora de reflexionar sobre el legado de Colón.
El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador y la alcaldesa de la capital, Claudia Sheinbaum, sugirieron que las medidas se tomaron en parte para evitar que las estatuas fueran vandalizadas o removidas por los manifestantes.
México no celebra el 12 de octubre como el Día de la Raza y no es una fiesta nacional. En cambio, el día se usa para celebrar las culturas indígenas y la población mestiza de México.
En Bolivia ocurrió algo similar. La estatua de Cristóbal Colón ubicada en La Paz apareció con marcas de pintura, día en que se recuerda su llegada a América hace 528 años.
"Nos mataron", "fue invasión", "fuera Colón" y "saquen a Colón" se leía en algunos de los carteles pegados a la parte delantera del monumento de mármol blanco, sobre el que esta figura histórica aparece con un mapa junto a un timón.
En Colombia, la minga indígena impulsa reunión con el Gobierno en medio de la violencia
Con cánticos y representaciones musicales, unos siete mil indígenas viajaron del departamento del Cauca hasta la ciudad de Cali para reunirse con el presidente Iván Duque en el marco de un día de reivindicaciones para ellos.
La minga, estigmatizada y marginada en Colombia, ha visto, gobierno tras gobierno promesas rotas mientras la violencia contra ellos se recrudece en medio de la ola de masacres que sacuden al país.
"No podemos permitir que sigan derramando sangre en nuestros territorios, la violación de los derechos a la vida. Hoy jóvenes, mujeres y niños vamos a caminar con esa fuerza y el acompañamiento del padre sol, que nos da la fuerza para seguir luchando por nuestros derechos", afirmó la guardia indígena en declaraciones recogidas por medios locales.
Sin embargo, el Gobierno de Duque, hasta ahora, no ha sido radicalmente diferente a sus predecesores. Pero la minga insiste en que se deben discutir temas estructurales por los que el Gobierno tiene la responsabilidad de responder.
En Colombia, la situación de los indígenas no es distinta a la de Chile u otros países de la región. Según un reciente informe, el indicador de pobreza multidimensional en los grupos indígenas es 2,5 veces mayor que el total nacional.
Con la fuerza de movimientos como Black Lives Matter, los símbolos de la esclavitud, la conquista y el genocidio empezaron a cuestionar y a suscitar reflexiones más profundas sobre si deben seguir teniendo un espacio en sociedades que, con cada vez más ímpetu, los rechazan.
Con EFE y Reuters
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