Pedro Castillo recibe un Perú dividido y con desafíos de primer orden

El nuevo presidente de Perú, Pedro Castillo, toma parte, acompañado de su familia, de un desayuno abierto a la prensa en su hogar en Chugur, región de Cajamarca (noreste), el día del balotaje, el 6 de junio de 2021
El nuevo presidente de Perú, Pedro Castillo, toma parte, acompañado de su familia, de un desayuno abierto a la prensa en su hogar en Chugur, región de Cajamarca (noreste), el día del balotaje, el 6 de junio de 2021 Ernesto BENAVIDES AFP/Archivos

El nuevo presidente de Perú, Pedro Castillo, prestó juramento como mandatario este miércoles 28 de julio, cuando el país celebra su bicentenario de la independencia. Se espera que dé su primer discurso como jefe de Estado y exponga su plan de Gobierno para el período 2021-2026.

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El presidente electo de Perú, Pedro Castillo, tomó este 28 de julio las riendas de un país dividido y en el que le esperan varios retos.

El nuevo mandatario ha hecho diversas promesas como la de modificar la Constitución, mejorar la situación económica y social y sacar al país de la pandemia. Pero sus promesas son tan grandes como los obstáculos que le esperan.

Foto de archivo de Pedro Castillo saludando a los partidarios que celebran los resultados parciales de las elecciones que lo mostraban liderando a Keiko Fujimori, en la sede de su campaña en Lima, Perú, el lunes 7 de junio de 2021.
Foto de archivo de Pedro Castillo saludando a los partidarios que celebran los resultados parciales de las elecciones que lo mostraban liderando a Keiko Fujimori, en la sede de su campaña en Lima, Perú, el lunes 7 de junio de 2021. © Martín Mejía / AP

Una situación de crisis económica agudizada por la pandemia

En estos últimos años, la economía de Perú ha caído en picado.

En 2020 el PIB se desplomó en un 11%, principalmente a causa de la pandemia de Covid-19 y la subsecuente estricta cuarentena que ha intensificado la desigualdad en un país donde casi el 60% de la población urbana vive de trabajos informales.

El empleo cayó en promedio de 20% entre abril y diciembre de 2020 y la desaceleración de la actividad económica así como el desempleo produjeron un aumento de alrededor de seis puntos porcentuales en la pobreza, sumiendo a casi dos millones de personas en esta condición.

En el 2020, la tasa de pobreza alcanzaba a alrededor de 27% de la población.

De acuerdo con el Banco Mundial, “el desafío para la economía peruana radica en acelerar el crecimiento del PBI, promover una prosperidad compartida y brindar a sus ciudadanos protección contra los remezones, ya sea de índole generalizada o individual”.

La institución financiera añade que “será necesario potenciar la efectividad del Estado en la prestación de servicios públicos y en la calidad regulatoria, generar planes de protección, así como proveer una mejor infraestructura de conectividad y formular políticas para reducir las rigideces en los mercados de factores y productos”.

En términos sanitarios, las autoridades reportaron más de 190.000 fallecidos por coronavirus a esta fecha. El país de 32 millones de habitantes se convierte así en el de mayor tasa de mortalidad del mundo, mientras que la vacunación avanza a un ritmo lento.

Sin embargo, Castillo ha prometido aumentar la atención en cuidados intensivos, proveer más oxígeno y vacunar a todos los mayores de 18 años antes de que termine el año.

Archivo-Decenas de personas esperan para recargar tanques de oxígeno, en una fila de hasta 200 personas que acampan frente a una planta de producción, en San Juan de Lurigancho, en Lima, Perú, el 19 de febrero de 2021.
Archivo-Decenas de personas esperan para recargar tanques de oxígeno, en una fila de hasta 200 personas que acampan frente a una planta de producción, en San Juan de Lurigancho, en Lima, Perú, el 19 de febrero de 2021. © AFP/Gian Masko

La perspectiva de una gobernabilidad compleja

Pero hay un reto aún más grande que todos los mencionados y que definirá el mandato del nuevo presidente: se trata de su libertad para gobernar en medio de una fuerte oposición en el Congreso.

Los últimos gobiernos del Perú han enfrentado una fuerte oposición, principalmente por parte de la corriente política del fujimorismo, liderada por la adversaria de Castillo en las elecciones: Keiko Fujimori.

El partido de Castillo tendrá 37 legisladores en el Congreso unicameral de Perú, mientras que el partido que representa el fujimorismo, Fuerza Popular, tendrá 24 escaños de los 130 existentes, siendo así el segundo bloque más fuerte.

En un contexto político tan polarizado, nada garantiza que el mandato de Castillo llegue a su fin. De hecho, una alianza que lidera la oposición ganó el lunes la votación para dirigir el Congreso.

Esta alianza opositora, compuesta por representantes de cuatro partidos de centroderecha y derecha y liderada por la diputada centrista María del Carmen Alva, del partido Acción Popular, obtuvo 69 votos frente a los 10 que sacó la lista compuesta íntegramente por congresistas del ultraconservador Renovación Popular, mientras que 50 parlamentarios votaron en blanco.

La tercera lista, presentada por el partido oficialista Perú Libre junto al izquierdista Junto por el Perú (JP) y los centristas Somos Perú y Partido Morado, fue excluida de manera polémica por considerar que la exministra Flor Pablo (Partido Morado) no tenía grupo parlamentario asignado en el momento de la presentación de la candidatura.

Sin embargo, en un discurso posterior a la votación, Alva dijo que “el Congreso garantizará el equilibrio de poderes que necesita el país” y agregó que estaba abierta a trabajar con el gobierno “en el marco de un diálogo respetuoso”.

La nueva presidenta del Congreso, quien contó con el apoyo de Fuerza Popular, destacó la necesidad de buscar consensos en un hemiciclo fragmentado en nueve fuerzas políticas diferentes y en dialogar con el Ejecutivo. “Terminemos con el conflicto entre los poderes”, expresó.

Castillo, una figura política desconocida

Hasta principios de este año, Pedro Castillo que se desempeñaba como profesor de escuela rural y líder sindical del magisterio era un desconocido para los peruanos y no entraba en los pronósticos para ser el nuevo presidente.

Pero, en lugar de perjudicarlo, su anonimato junto con su programa reformista tuvo un eco favorable con una parte de la población, en un país cansado de su clase política tradicional y agobiado por el Covid-19 y la situación económica.

El nuevo presidente obtuvo un fuerte apoyo de los peruanos rurales y de las zonas más pobres del país, con promesas como el aumento de los impuestos a las empresas mineras para invertir en el sistema de salud pública y en la educación.

Al mismo tiempo, su ascenso político inesperado ha sacudido la élite política y empresarial del país, eso a pesar de sus esfuerzos por distanciarse del discurso de Gobiernos izquierdistas de la región, como el de Venezuela y el de Cuba.

Keiko Fujimori quien perdió por estrecho margen ante él en la segunda vuelta del 6 de junio, se comprometió a luchar contra Castillo.

Las últimas elecciones en perú, una muestra más de la inestabilidad política del país

Los resultados de la segunda vuelta se retrasaron ya que Fujimori había alegado, sin evidencia contundente, que la votación estuvo plagada de un fraude electoral.

El país ha sido testigo de grandes protestas en las últimas semanas por parte de los seguidores de Castillo y Fujimori. Los partidarios de Castillo instaban a las autoridades electorales a respetar la voluntad del pueblo, mientras que los de su contendiente querían una investigación sobre las acusaciones de fraude de su candidata.

Pero observadores internacionales, incluida la Organización de Estados Americanos y la Unión Europea, anunciaron que no se habían encontrado evidencias de irregularidades.

En este contexto y frente a la polarización del país, Castillo ha declarado en varias ocasiones después de que se confirmara su victoria electoral, que buscaría formar un Gobierno pluralista y ha declarado que su equipo de trabajo será integrado por personas de diferentes tendencias políticas.

En la ceremonia de este miércoles que se celebrará en el Congreso de Perú, estarán como invitados el rey de España, Felipe VI, así como varios presidentes y altos representantes de países de la región, entre ellos el argentino Alberto Fernández y el boliviano Luis Arce.

Con Reuters y EFE

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