Roces entre Estados Unidos y China por reivindicaciones en el Mar Meridional
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La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, acusó a China de "coacción" e "intimidación" en sus reivindicaciones territoriales en el Mar de la China Meridional. Tras asegurar que proporcionaría apoyo a sus aliados del Sudeste Asiático que tengan disputas con China, Beijing rebatió las acusaciones de Harris y acusó a Estados Unidos de perpetrar un "comportamiento hegemónico".
Las diferencias entre Estados Unidos y China se volvieron a hacer patente este martes 24 de agosto. El choque retórico entre las dos potencias comenzó con los comentarios de la vicepresidenta Kamala Harris, en los que reafirmó el apoyo de Estados Unidos a sus aliados del Sudeste Asiático respecto a las reivindicaciones territoriales de China en el Mar Meridional.
"Las acciones de Beijing siguen socavando el orden basado en normas y amenazan a las naciones soberanas. EE. UU. se mantiene con nuestros aliados y socios frente a estas amenazas", dijo Harris en referencia a las acciones intimidatorias de China cerca de las islas Spratly y Paracel, que se disputa con cinco países de la zona -Taiwán, Vietnam, las Filipinas, Malasia y Brunéi-.
La vicepresidenta lanzó esta advertencia durante una comparecencia en Singapur, donde el domingo inició una gira por el Sudeste Asiático que le llevará este mismo martes a Vietnam. Allí acusó al Gobierno de Xi Jinping de lanzar una campaña de "coacción" e "intimidación" contra los otros países que reivindican el territorio.
El conflicto territorial en el mar de la China Meridional se remonta décadas atrás. China reivindica la soberanía sobre la zona en función a la línea que delimitó el antiguo gobierno nacionalista chino en los años cuarenta y que todos los países vecinos rechazan. Los territorios disputados están compuestos por islotes y archipiélagos deshabitados, pero de gran importancia para China dado que distintas construcciones allí podrían ser de uso militar.
"Beijing continúa coaccionando, intimidando y reclamando la gran mayoría del Mar de China Meridional. Estas reclamaciones ilegales ya fueron rechazadas en 2016", dijo Harris en alusión a la falta de legitimidad legal.
El comentario de la política hace referencia al fallo del Tribunal de La Haya a favor de Filipinas por la disputa de esas aguas. Pero China rechazó la sentencia y ha mantenido sus reivindicaciones sobre la mayor parte de las aguas dentro de la llamada "Línea de los Nueve Rayos" en sus mapas. La zona también es rica en yacimientos de gas y minerales.
Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores chino no tardó en defenderse contra las acusaciones de Harris. Sobre estas, el portavoz del Ministerio, Wang Wenbin, aseguró que Estados Unidos "defiende su egoísmo y su comportamiento hegemónico bajo el pretexto de un 'orden' y unas 'reglas'".
Lo que figura detrás de las posiciones de los dos gigantes es un interés geopolítico de carácter militar. Mientras se sospecha que China podría disponer de bases militares en el Mar Meridional, Harris mostró el posicionamiento de su país en materia de defensa con su visita a la base naval de Changi, en Singapur, donde se encuentra el barco de combate estadounidense Tulsa.
La línea dura con China como marca del Gobierno Biden
El apoyo a sus aliados y volver a ganar presencia en el Sudeste Asiático es de vital importancia para la Administración de Biden. Según los politólogos, el demócrata quiere recuperar el terreno que el antiguo Ejecutivo de Trump cedió a China y volver a ser un país con voz en la región. Para ello, Biden no ha escondido que la lucha contra la influencia de China a nivel mundial sea una pieza central de su política exterior.
Con una desordenada salida de Afganistán, manchada por el ascenso del Talibán al poder, la nueva Administración quiere redirigirse hacia Asia y abandonar notablemente la fuerte presencia que ha tenido en Medio Oriente como una declaración de guerra contra el yihadismo y el terrorismo tras los atentados del 11-S en Nueva York.
Ahora, con el creciente poder de China, la misma Harris calificó al Indo-Pacífico de "críticamente importante para la seguridad y prosperidad de nuestra nación". También aseguró que en la agenda exterior de Estados Unidos no solo hay lugar para la evacuación de Afganistán y que están muy pendientes de la región asiática y sus compromisos allí. Como parte de su mirada hacia la región, el secretario de Defensa, Lloyd Austin, y la vicesecretaria de Estado, Wendy Sherman, visitaron la zona en primavera y verano.
Algunos de los países involucrados en el conflicto del Mar Chino Meridional no han querido posicionarse, como es el caso de Vietnam -nación que Harris visitará próximamente-. A pesar de la disputa por los territorios, en Hanoi recibieron cerca de 200.000 vacunas contra el Covid-19, Vero-Cell, de Sinopharm esta semana.
"El primer ministro (Pham Minh Chinh) afirmó que Vietnam se adhiere a una política exterior independiente, autosuficiente, multilateral y diversa y es un miembro responsable de la comunidad internacional", señaló el Gobierno vietnamita a través de un comunicado.
Por el momento, parece que el Ejecutivo de Biden planea seguir construyendo una fuerte presencia en la región e intentar rivalizar con China, una tarea difícil en vistas al sostenido crecimiento del gigante asiático.
Con Reuters, EFE y medios locales
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