Australia niega haber mentido sobre sus intenciones hacia el millonario contrato con Francia

Este domingo el primer ministro australiano, Scott Morris, reiteró que Australia no había mentido sobre sus planes de cancelar un contrato de compra de submarinos a Francia y sostuvo que ya había expresado preocupación sobre el acuerdo. La situación ha causado tensión diplomática entre París, Canberra y Washington. El Gobierno francés anunció que el presidente Emmanuel Macron sostendrá una llamada con su homólogo estadounidense, Joe Biden, para abordar este asunto.

Foto de archivo. El 17 de agosto de 2021, el primer ministro australiano Scott Morrison habla durante una conferencia de prensa en la Casa del Parlamento en Canberra. Morrison dijo el 19 de septiembre de 2021 que el gobierno francés habría sabido que Canberra tenía "profundas y graves preocupaciones" sobre los submarinos franceses antes de que el acuerdo se rompiera la semana pasada.
Foto de archivo. El 17 de agosto de 2021, el primer ministro australiano Scott Morrison habla durante una conferencia de prensa en la Casa del Parlamento en Canberra. Morrison dijo el 19 de septiembre de 2021 que el gobierno francés habría sabido que Canberra tenía "profundas y graves preocupaciones" sobre los submarinos franceses antes de que el acuerdo se rompiera la semana pasada. © Rohan Thomson / AFP
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Crisis diplomática interoceánica. Este domingo, Australia negó las acusaciones de "traición" de Francia, desatadas por la cancelación de un contrato de submarinos para la flota australiana que iban a ser diseñados por la empresa estatal francesa Grupo Naval.

El primer ministro, Scott Morrison, sostuvo que ya había comunicado a Francia sus preocupaciones por que los aparatos franceses "no pudieran cubrir los intereses australianos", en declaraciones recogidas por el periódico 'The Sydney Morning Herald'.

"Creo que tenían todas las razones para saber que nos preocupaba profundamente que la capacidad que ofrecía el submarino de clase Attack no iba a satisfacer nuestros intereses estratégicos y dejamos muy claro que tomaríamos una decisión basada en nuestros intereses nacionales estratégicos", declaró Morrison en una rueda de prensa en en Sydney.

El problema que supone el acuerdo AUKUS para Francia

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció la semana pasada una nueva alianza de seguridad con Reino Unido y Australia –denominada AUKUS–, que permitiría a esta última contar con al menos ocho submarinos de propulsión nuclear para hacer frente al auge de China en el Indo-Pacífico.

Tras conocerse el acuerdo, Morris canceló el contrato de submarinos con Francia y la respuesta de la nación europea fue inmediata. Con indignación en París, el presidente Emmanuel Macron llamó a consultas a sus embajadores en Canberra y Washington, en una medida sin precedentes, y acusó a Australia de ocultar sus intenciones de retirarse del contrato.

El sábado el ministro de Exteriores de Francia, Jean-Yves Le Drian, arremetió contra las naciones involucradas en el AUKUS. El político dijo que la retirada de los embajadores de Australia y Estados Unidos por primera vez era "muy simbólica" y que la decisión de Canberra podría  comportar consecuencias en futuros acuerdos de la OTAN.

"Ha habido mentiras, duplicidad, una gran ruptura de la confianza y desprecio (...) Esto no puede ser", dijo Le Drian al canal de televisión France 2.

Respecto a Reino Unido, el ministro dijo que no era necesario llamar a su embajador a consultas y dedicó duras palabras a la nación anglosajona.

"Con Reino Unido, no es necesario. Conocemos su constante oportunismo. Así que no hay necesidad de traer a nuestro embajador para que dé explicaciones", sostuvo Le Drian.

La fabricación de los buques estaba en manos de la empresa francesa Grupo Naval, que en 2016 ganó frente a las ofertas de Alemania y Japón. La compra de 12 submarinos convencionales estaba valorada en unos 40.0000 millones de dólares

Scott Morrison aseguró que, un día antes de que se hiciera pública la formación del AUKUS, llamó al Gobierno francés para informar sobre la decisión. El dirigente aseguró entender la decepción de Francia, pero defendió su postura: "No me arrepiento de la decisión de anteponer el interés nacional de Australia. Nunca lo haré".

Por su parte, el ministro australiano de Finanzas, Simon Birmingham, dijo que confiaba en que la crisis diplomática se solucione pronto.

"No subestimamos la importancia de garantizar el restablecimiento de los fuertes lazos con el gobierno francés y sus homólogos en el futuro (...) Porque su compromiso continuo en esta región es importante", sostuvo Birmingham.

Macron sostendrá llamada con Biden, ante tensión por el acuerdo AUKUS

En medio de este panorama, el portavoz del Gobierno francés, Gabriel Attal, anunció este domingo que el presidente Emmanuel Macron pedirá explicaciones a su homólogo estadounidense, Joe Biden, sobre el acuerdo para fabricar submarinos a Australia.

Para ello, ambos mandatarios sostendrán una conversación telefónica en los próximos días.

"El presidente Biden pidió hablar con el presidente de la República y habrá una conversación telefónica en los próximos días entre el presidente Macron y el presidente Biden", dijo Gabriel Attal al canal de noticias BFM TV.

Francia estará buscando "aclaraciones" sobre la cancelación del pedido de sumergibles, tras el nuevo acuerdo entre Reino Unido, Estados Unidos y Australia.

Pero más allá de recibir explicaciones, el Gobierno francés apuntaría a discutir sobre las cláusulas del contrato que tenía con Canberra, en particular una compensación para París en caso de retroceder en lo acordado, según indicó Attal.

El Gobierno de Macron insiste en que no fue consultado por sus aliados sobre el nuevo pacto trilateral y del que fue excluido, pese a que Francia es la única nación europea que tiene posesiones territoriales significativas o presencia militar permanente en el Pacífico.

La creciente influencia de China, el trasfondo de AUKUS

La alianza AUKUS responde a la amenaza que las naciones occidentales ven en China como rival en puntos estratégicos de Asia, como el Indo-Pacífico. Esta, además de los submarinos a propulsión nuclear, incluye compartir tecnologías avanzadas de ciberdefensa, inteligencia artificial y vigilancia de larga distancia.

El ministro de Defensa australiano, Peter Dutton, la ministra de Asuntos Exteriores, Marise Payne, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, y el secretario de Defensa, Lloyd Austin, posan para una fotografía de grupo en el Departamento de Estado en Washington D. C., el 16 de septiembre de 2021. Estados Unidos anunció el 15 de septiembre una nueva alianza con Australia y Reino Unido para reforzar las capacidades militares frente a una China en ascenso, y Canberra recibirá una flota de submarinos nucleares y misiles de crucero estadounidenses.
El ministro de Defensa australiano, Peter Dutton, la ministra de Asuntos Exteriores, Marise Payne, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, y el secretario de Defensa, Lloyd Austin, posan para una fotografía de grupo en el Departamento de Estado en Washington D. C., el 16 de septiembre de 2021. Estados Unidos anunció el 15 de septiembre una nueva alianza con Australia y Reino Unido para reforzar las capacidades militares frente a una China en ascenso, y Canberra recibirá una flota de submarinos nucleares y misiles de crucero estadounidenses. © Andrew Harnik / AFP

La participación de Estados Unidos en el acuerdo también generó enfado en Francia y lo que Le Drian denominó como una "puñalada en la espalda". De hecho, el francés comparó los cambios de estrategias políticas del gabinete de Joe Biden con los de la antigua Administración de Donald Trump.

Algo que, por el momento, parece haber parado en seco el acercamiento entre París y Washington con el nuevo gobierno demócrata. No obstante, el sábado el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, subrayó que se mantenía el compromiso "inquebrantable" de Estados Unidos respecto a su alianza con Francia.

Además de Francia, China también se ha mostrado claramente en desacuerdo con el nuevo pacto de seguridad. Beijing tachó al AUKUS de ser extremadamente "irresponsable" para la estabilidad regional y dijo que sus firmantes podían terminar "disparándose en el pie".

Pero lo cierto es que Australia teme un vacío en su capacidad de defensa con los envejecidos submarinos convencionales de la clase Collins, fabricados en el país oceánico. Sobre todo de cara a la creciente influencia China en el mar Meridional, zona que Beijing ha militarizado y de la que reclama casi la totalidad de sus aguas e islas. 

Con AFP, AP y EFE

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