Lido Pimienta: "Las voces indígenas y negras no tienen la reverencia que debemos darle"
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Querida por su transgresión, hoy la artista Lido mira y cuestiona a su país, como la anti-'Miss Colombia' que es: una cantautora que no quiere ser un cliché, sino una auténtica creadora con mensaje, que ama a su Colombia, pero admite sus males. Todo a partir de una olvidada música tradicional y de ser mujer afro-indígena migrante en Canadá. 'Miss Colombia' es su tercer gran disco, sin embargo Lido lleva toda la vida siendo un sinfín de capas de identidad que no admiten ni lo establecido, ni los poderes fácticos. Y así se muestra en esta entrevista.
Lido María Pimienta Paz. No es uno, sino cuatro, los nombres por los que responde Lido Pimienta, cantautora huracán, artista multidimensional y, por encima de todo, mujer afro-indígena y migrante. Pero aún con ese título, "a mucha honra", no es hasta ahora que su tierra ha empezado a conocerla como quien también es: Miss Colombia. O, más bien, la anti-Miss Colombia. "Parece que ahora es el momento que yo tenía que salir para mi país (...) para tener esa palabra actual con mi país".
Lido, mitad barranquillera, mitad del pueblo Villanueva de su Guajira, lleva desde los 11 años creando. En plena adolescencia tuvo que migrar a Canadá con su familia, no sin antes nutrirse de bandas musicales que la llenaron de metal, hardcore, punk, hip-hop, cumbia y "música espiritual afrocolombiana". Solo que el resultado de su tercer gran álbum 'Miss Colombia' no es producto de esa paleta de sonidos, o de lo que su Canadá de adopción le obligó a ser en electrónica y autograbación, sino que se trata de un proceso que parte desde el primer abrir de ojos.
Para llegar hasta ese disco, Lido tuvo que experimentar, en dos territorios racistas, el ser mestiza y negra. Y el hecho de ser la "rara y artística" de la parentela, mientras su hermana se preparaba para concursos de belleza. Es por ahí que deshace su camino vital hoy, sabiendo que no es un parámetro o un empaquetado musical, sino la que piensa y cuestiona su pachamama, montada en una moto y vestida de quinceañera virginal sin clichés. Lo que quiere ser realmente, lo que su portada de disco es.
"Yo decidí no enfocarme en lo comercial, sino que quise más bien preocuparme por el arte, el mensaje, la música y la composición", se presenta en esta entrevista. En 2010 así lo hizo con 'Color', disco en el que se siente la lucha por entender esas fronteras y metas. En 2016, lo hizo con 'La Papessa', proyecto al que le costó años como artista independiente llegar, y que le valió el premio canadiense Polaris, siendo la primera en obtenerlo en un idioma que no era ni el inglés ni el francés. Hoy lo logra con 'Miss Colombia', otro nivel de introspección, de todo lo que amó y perdió.
En once temas muestra la labor emocional y física que le ha tocado "históricamente a la mujer de color, a la mujer indígena y negra". Pero sobre todo trata de una relación "tóxica" con un país, que la lleva a trazar los márgenes de la contradicción: "ser de Colombia es vivir dos realidades, aunque te guste o no. Es una extrema belleza y una extrema violencia". Y es ahí, mirando de frente a sus orígenes, que sale en defensa de una cultura que le ha dado "esas ganas de sobrevivir y de ser alguien, y tener integridad, valor y amor".
Lido siente que el hecho de pensar que "todo lo que me pongo en mente y lo quiero, lo logro", lo ha aprendido de la música tradicional, de sus raíces indígenas, de San Basilio de Palenque y la comunidad wayúu. Sin embargo, cree que es "un problema muy fuerte" en el país que, enfocado en el turismo y lo internacional, descuida "las voces indígenas, las voces negras, mestizas, (que) no tienen esa importancia, esa reverencia que debemos darle".
Ella, sobreviviente, voz fuerte, alguien que ha construido por sí misma un universo honesto y válido, dedica todo de 'Miss Colombia' a esas voces (como la de sus héroes de 'El Sexteto Tabalá') y a esos ritmos. "Ritmos que te mueven el alma aunque ellos vengan de una pobreza y un abandono extremo. Eso está conmigo hasta el día que me muera".
Puede que hoy Colombia, Latinoamérica en general, empiecen a escucharla. Pero a Lido la conocen en medio mundo por su música, su escritura, su pintura y sus charlas de curaduría artística. Porque hoy es 'Miss Colombia', pero su aspiración es transmitir un mensaje desde una combinación de disciplinas. Abriendo un centro cultural en La Guajira, una galería de arte y música para la diáspora o quién sabe, un futuro disco con un coro de mujeres wayúu. Y es que así es Lido María Pimienta Paz.
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