El pase sanitario entra en vigor en Francia pese a las protestas

Francia comenzó este 9 de agosto a aplicar la extensión del certificado sanitario, un plan defendido por el presidente Emmanuel Macron que busca aumentar la vacunación de sus ciudadanos, pero que ha generado jornadas de críticas y protestas. Entretanto, en Estados Unidos aumenta el número de contagios diarios, en momentos en que el Gobierno lucha por convencer a los escépticos de la inmunización.

Un hombre muestra su pase sanitario del Covid-19 en un restaurante mientras Francia impone restricciones más estrictas entre las que se requerirá una prueba de inmunidad para acceder a la mayoría de los espacios públicos y viajar en tren interurbano. En Niza, Francia, el 9 de agosto de 2021.
Un hombre muestra su pase sanitario del Covid-19 en un restaurante mientras Francia impone restricciones más estrictas entre las que se requerirá una prueba de inmunidad para acceder a la mayoría de los espacios públicos y viajar en tren interurbano. En Niza, Francia, el 9 de agosto de 2021. © Reuters
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Después de que en tiempo récord el mundo alcanzara la meta de lograr vacunas que pudieran contrarrestar los efectos graves de la pandemia del Covid-19, la lucha ahora está en convencer a los escépticos.

Derrumbar ese obstáculo se hace urgente en momentos en que se propaga la variante Delta, una nueva versión del virus aún más contagiosa, pero de la que están más protegidas las personas que han recibido los antídotos, destacan las autoridades sanitarias.

En medio de este escenario, los contagios han aumentado en varios países, incluidos aquellos donde obtener vacunas no ha sido un problema, como es el caso de Estados Unidos y Francia.

El planeta registra hoy un total de 203.258.201 casos y 4.300.895 muertes debido al coronavirus, de acuerdo con la Universidad Johns Hopkins.

A continuación, las principales noticias sobre el Covid-19 este 9 de agosto:

  • Francia empieza a solicitar el certificado sanitario para distintas actividades cotidianas 

Desde este lunes, hechos cotidianos como ingresar a un café, comer en un restaurante, beber en un bar, acceder a un tratamiento médico que no sea de emergencia en un hospital o transportarse en un tren interurbano están limitados para las personas que cuenten con un pase sanitario.

Los ciudadanos deben mostrar un certificado de vacunación, los resultados negativos de una prueba de Covid-19, realizada dentro de las últimas 72 horas, o un documento médico que confirme que el individuo superó la enfermedad en los seis meses anteriores.

La medida ya había sido implementada durante las últimas tres semanas para ir a cine, asistir a un concierto o visitar un museo. Sin embargo, ahora es una exigencia que abarca más actividades habituales.

Un hombre muestra su pase sanitario del Covid-19 en un restaurante mientras Francia impone restricciones más estrictas entre las que se requerirá una prueba de inmunidad para acceder a la mayoría de los espacios públicos y viajar en tren interurbano. En París, Francia, el 9 de agosto de 2021.
Un hombre muestra su pase sanitario del Covid-19 en un restaurante mientras Francia impone restricciones más estrictas entre las que se requerirá una prueba de inmunidad para acceder a la mayoría de los espacios públicos y viajar en tren interurbano. En París, Francia, el 9 de agosto de 2021. © Reuters/Benoit Tessier

"Es simple, hemos descargado una aplicación, entonces escaneamos el código QR de los clientes, y si es válido, pueden ingresar. Y si no es válido, no podemos atenderlos", dijo Romain Dicrescenzo, gerente de la Café Vrai Paris, en el distrito capitalino de Montmartre.

Los dueños de estos lugares que sean sorprendidos incumpliendo las reglas enfrentan una advertencia seguida de una orden de cierre de siete días por la segunda infracción. Dos faltas más podrían dar lugar a un año de cárcel.

El requisito se extiende pese a cuatro fines de semana de intensas protestas, que solo el sábado atrajeron a cerca de 250.000 manifestaciones en todo el país.

Los opositores al pase sanitario aseguran que atenta contra su libertad y discrimina a quienes no quieren vacunarse.

"Para ser honesto estoy algo dividido sobre el pase sanitario. Me vacuné porque en mi trabajo es importante (…) Ahora, el pase es algo que está en mi teléfono para que no me molesten cuando me lo pidan”, afirmó el cliente de un café, Issam Fakih.

Pero las medidas forman parte de los intentos del Gobierno del presidente Emmanuel Macron para contener una cuarta ola de contagios.

Aunque las cifras están muy por debajo de los máximos alcanzados en fases previas de la pandemia, las hospitalizaciones en unidades de cuidados intensivos van en aumento. El sábado había 1.510 personas, en comparación con 1.099 hace solo una semana.

La renuencia a la inoculación explicaría la situación, pues de acuerdo con los datos del Ministerio de Salud, nueve de cada 10 pacientes con el virus, en UCI a finales de julio, no habían accedido a los antídotos.

Pese a las fuertes protestas de algunos, la mayoría de los franceses respalda el certificado sanitario, según muestran varios sondeos. Las tasas de vacunación aumentaron de cara a la entrada en vigor de la medida que negaría algunos placeres diarios.

La legislación que rige los requisitos del pase de salud permanecerá en vigor hasta mediados de noviembre. También exige la vacunación obligatoria de los trabajadores de la salud.

  • EE. UU.: aumentan los contagios con la mayor cantidad de hospitalizaciones de niños

Las hospitalizaciones por Covid-19 alcanzan nuevos máximos en zonas del sur de Estados Unidos y algunos pacientes no pueden obtener la atención que normalmente recibirían ante la alta ocupación sanitaria.

La situación golpea con fuerza estados como Florida, Missouri, Texas y Luisiana, actuales focos de la pandemia en el país.

El sábado, el brote superó los 100.000 nuevos casos diarios confirmados a nivel nacional, una marca alcanzada por última vez durante el invierno.

Los contagios vuelven a propagarse impulsados por la variante Delta y las bajas tasas de inmunización en el sur del país. Los testimonios de médicos y familiares de los adultos hospitalizados coinciden en que se trata de pacientes que no han sido inmunizados.

"Nuestros modelos muestran que si no (vacunamos a las personas) podríamos llegar a varios cientos de miles de casos por día, similar a nuestro crecimiento a principios de enero", afirmó la directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, Rochelle Walensky.

Más de 44.000 estadounidenses están actualmente hospitalizados por el virus, es decir que aumentó un 30% en una semana y casi cuatro veces más que en junio. Alrededor de 120.000 personas fueron hospitalizadas el pasado enero, según informaron los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).

De no cambiar esta tendencia, los funcionarios de salud temen que los casos, las hospitalizaciones y las muertes no dejen de aumentar. A nivel nacional, el 50% de los residentes están completamente vacunados y más del 70% de los adultos han recibido al menos una dosis. Pero aún hay muchos que se rehúsan a recibir los antídotos.

A esta situación se suma el incremento notorio de casos entre niños y adolescentes, algo que ha despertado las alarmas de las autoridades. Esta población para la que la inoculación ha tardado más en llegar está siendo fuertemente afectada por Delta.

La prensa local destaca que, a finales de julio, cerca de 72.000 niños y adolescentes contrajeron Covid-19, un aumento "sustancial" respecto a la semana anterior, y cinco veces mayor con respecto a las cifras de finales de julio, informó la Academia Estadounidense de Pediatría.

Ante este panorama, el sindicato de maestros de EE. UU. cambió de postura y respalda la obligatoriedad de la vacuna, para los educadores.

La organización señaló que de esta manera se puede proteger a los estudiantes que son demasiado jóvenes para ser inmunizados.

El principal asesor en epidemiología de la Casa Blanca, Anthony Fauci, indicó que es fundamental que los menores estén rodeados de personas vacunadas y que usen mascarillas en las escuelas y en otros lugares hasta que se aprueben los antídotos para ellos.

  • EE. UU.: El Pentágono exigirá la vacunación obligatoria contra el Covid-19 a los militares

Asimismo, dada la situación en el país debido a la variante delta, el Departamento de Defensa anunció que está tomando las acciones necesarias para que los miembros de las fuerzas armadas se vacunen contra el Covid-19 para el 15 de septiembre, según informó este lunes el secretario de Defensa, Lloyd Austin.

“Buscaré la aprobación del presidente para que las vacunas sean obligatorias a más tardar a mediados de septiembre, o inmediatamente después de que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) obtenga la licencia, lo que ocurra primero”, dijo Austin.

“No dudaré en actuar antes o recomendar un curso diferente al presidente si siento la necesidad de hacerlo”, agregó sobre la posibilidad de adelantar la fecha si los contagios continúan aumentando y pidió a los militares que estén preparados para la orden.

El anuncio se produce unas semanas después de que el presidente, Joe Biden, pidiera que se estudiara un plan para obligar a las tropas a recibir la vacuna como parte de una campaña de inoculación para los trabajadores federales. Además de considerar que cualquier brote importante del virus en el Ejército podría afectar a la capacidad defensiva de la nación ante cualquier crisis de seguridad nacional.

"Apoyo firmemente al Departamento de Defensa y a su secretario para añadir la vacuna de ​Covid-19 a la lista de vacunas obligatorias para los miembros del servicio", dijo Biden en Twitter.

Mientras tanto, aunque los detalles sobre cómo se llevaría a cabo el requisito aún no están claros, el proceso podría ser complicado debido a que el presidente tendría que firmar una exención para ordenar la medida dentro del Ejército si la vacuna no tiene la aprobación completa de la FDA.

  • Cuba registra una disminución en las cifras de contagios diarios, pero sigue con alta ocupación hospitalaria

Las autoridades de la isla informaron este 9 de agosto sobre 7.950 contagios detectados en las últimas 24 horas. Es decir, 1.477 casos menos que en la víspera cuando se registraron 9.427. Desde finales de julio, el país ha presentado un promedio de entre 8.000 y 9.000 diagnósticos positivos del virus cada día.

Sin embargo, Cuba aún tiene 103.209 personas hospitalizadas por el coronavirus o que están siendo atendidas en sus hogares, debido a la alta ocupación de centros médicos en algunas regiones.

Entre las zonas más afectadas se encuentran las provincias de La Habana, Santiago de Cuba, Cienfuegos y Ciego de Ávila.

Según cifras oficiales, la nación presenta un acumulado de 466.169 diagnósticos positivos y 3.515 muertes, por la pandemia.

La isla, que no ha adquirido antídotos en el mercado internacional, actualmente atraviesa un proceso de vacunación masiva con su fármaco Abdala, el más avanzado entre los cinco que desarrollan los centros científicos del país.

Hasta el momento, más de 4,6 millones de cubanos, 45,6 % de la población, han recibido al menos una dosis de las inyecciones de inmunización y más de 2,8 millones, 25,2% de sus habitantes, se ha inoculado el esquema completo, de acuerdo con datos del Gobierno.

Con Reuters, AP, AFP y medios locales

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