Disparos del mexicano Jorge Orozco casi hacen blanco en medalla en Tokio-2020

Tokio (AFP) –

Anuncios

El mexicano Jorge Orozco finalizó este jueves en el cuarto puesto la prueba de fosa olímpica (trap) en el tiro de Tokio-2020 y apunta de una vez su escopeta hacia París-2024.

Orozco, de 21 años, llegó a soñar con hacer blanco en el podio gracias a un fantástico inicio en la final del evento, en el que acertó en pleno sus 19 primeros disparos, pero terminó cediendo en la ronda en la que buscaba entrar en el Top-3 de estos Juegos Olímpicos. Acabó con 28 aciertos en 35 tiros en la galería de tiro de Asaka.

Los checos Jiri Liptak y David Kostelecky dominaron la competencia, ambos con 43 aciertos, y decidieron el oro en un desempate: Liptak se quedó con la presea dorada (+7) y Kostelecky con la de plata (+6). El británico Matthew Coward, por su parte, ganó el bronce con 33.

"No he podido obtener una medalla para mi país. Seguiré entrenando duro para intentar lograr mi objetivo en los próximos #JuegosOlímpicos", escribió Orozco en Twitter. "¡Viva México!".

En la ronda que le podía meter entre los medallistas, erró tres de cinco discos.

Había dejado en el camino a los otros dos competidores en la final: el kuwaití Abdulrahman Al Faihan y el chino Yu Haicheng.

Orozco volverá a competir el viernes en la fosa olímpica por equipos mixtos.

México tiene en Tokio-2020 dos medallas, ambas de bronce, ganadas por Alejandra Valencia y Luis Álvarez en la prueba de equipos mixtos del tiro con arco y Alejandra Orozco y Gabriela Agúndez en la de saltos sincronizados desde la plataforma de 10 metros en los clavados.

La única medalla del país en el tiro en la historia de los Juegos Olímpicos se produjo hace nueve décadas, en 1932, cuando Gustavo Huet Bobadilla se colgó plata en la prueba de 50 metros del rifle.

- Cuestión de ADN -

Su padre, Martín de Jesús Orozco, representó a México en el tiro en competiciones internacionales y actualmente es su entrenador.

De él heredó su amor por un deporte en el que empezó cuando era un niño de tres años con un rifle de aire. Tomó la escopeta a los siete.

Aunque no todo son flores. "Es difícil que tu padre sea tu entrenador. En el caso de mi papá también lo es que su hijo sea su atleta porque puede haber muchos piques", reconoció en una ocasión Orozco en una entrevista con la prensa de México.

El ascenso en el tiro deportivo de este fanático de los videojuegos ha sido rápido.

Fue abanderado de México en los Juegos Panamericanos de Lima-2019 y en el camino hacia Tokio-2020 se convirtió en el primer mexicano que obtenía su plaza olímpica.

Aunque la medalla se le resistió, la actuación de Orozco en Japón marcó hito, pues se trata del primer mexicano que avanzó a una final de su especialidad en Juegos Olímpicos. Su padre, después de todo, no puede quejarse de que su hijo decidiera seguir sus pasos en el deporte.